Se expandió 0,2% en el segundo trimestre del año, según IBGE.

La economía brasileña creció en el segundo trimestre, gracias a un aumento del gasto del consumidor, y de esa forma logró salir de la recesión más profunda que ha sufrido el país.

El Producto Interno Bruto (PIB) de Brasil registró un crecimiento de 0,2% en el segundo trimestre y de 0,3% en la comparación interanual, dijo ayer el estatal Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).

Esto se sumó a la expansión de 1% del primer trimestre, lo cual no basta para recuperar los casi siete puntos porcentuales perdidos entre 2015 y 2016, pero técnicamente acaba con la recesión.

Al respecto el senior manager de PwC Uruguay, Marcos Soto afirmó en su cuenta de Twitter: "Todo aún muy frágil.

Un desempleo de 14 millones de personas y déficit en cuentas públicas en niveles insostenibles".

El gasto de los hogares subió un 1,4% en el trimestre, su primera alza en 10 trimestres. Eso reforzó las señales recientes de que el gasto del consumidor parece que impulsará la recuperación en Brasil.

Eso debería llevar cierto alivio al gobierno del presidente Michel Temer. Los inversores ven sus esfuerzos de austeridad como claves para restaurar el crecimiento a largo plazo, pero las medidas han contribuido al índice de aprobación de un dígito del mandatario.

"Estamos mostrando, a lo largo del tiempo, que Brasil crece y se está recuperando", dijo Temer a periodistas en Pekín, donde ayer cumplía una visita de Estado previa a su asistencia a la cumbre del foro BRICS, que el país integra junto con Rusia, China, India y Sudáfrica.

El ministro de Hacienda de Brasil, Henrique Meirelles, dijo que el repunte de la actividad económica se va a fortalecer en los próximos meses y, así, el país entrará al próximo año con "un ritmo fuerte y constante".

"Las medidas que adoptamos para recolocar a Brasil en el camino del crecimiento sustentable comienzan a mostrar sus efectos", dijo Meirelles.

Meirelles afirmó que las empresas están volviendo a contratar a empleados, junto a una inflación contenida y a la caída de las tasas de interés, lo que contribuye a "la reanudación del consumo de las familias".

El Banco Central de Brasil ha recortado las tasas de interés en forma agresiva desde noviembre. Eso finalmente parece estar cobrando efecto, pero no lo suficiente como para elevar la tasa anual de inflación desde un mínimo en 18 años. En base a EFE Y REUTERS

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