Publicidad

¿Qué busca el gobierno de Macri con las medidas que tomó?

Compartir esta noticia
Las medidas que implementó su equipo económico tienen como objetivo moderar el descontento social que hay por la economía. Foto: Reuters.

LA APUESTA A CONGELAR PRECIOS

La apuesta a congelar precios de productos y tarifas por seis meses.

Este contenido es exclusivo para nuestros suscriptores.

Urgido por la caída sostenida de los niveles de aprobación a su gestión, el gobierno de Mauricio Macri decidió jugar el miércoles una carta fuerte. Con los anuncios de congelamiento de precios por seis meses para 64 productos de la canasta básica, suspensión de los aumentos de tarifas de servicios públicos pendientes para este año, y créditos a tasas subsidiadas para jubilados y beneficiarios de planes sociales, el macrismo apuesta a revertir -o, al menos, moderar- el creciente malestar social sobre la marcha de la economía.

El objetivo es que las medidas tengan un impacto concreto en los bolsillos antes de las elecciones primarias del 11 de agosto y de las generales del 27 de octubre.

“El gobierno entiende que la estabilización de la inflación es clave porque sin eso, no podrá reactivar la economía antes de las elecciones. Por eso, lanzó este programa de corto plazo que busca controlar el dólar y desacelerar el aumento de los precios en los próximos meses”, dijo a El País Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de Orlando Ferreres & Asociados, en Buenos Aires.

En el primer trimestre la inflación acumuló 11,8%, un nivel muy superior al estimado por la Casa Rosada a comienzos de año. Para abril, el consenso de los analistas estima un índice que se mantendrá en torno al 4%. “Después de la devaluación del año pasado en que el peso perdió más del 50% de su valor, los precios se siguen reacomodando. Primero, se actualizó el tipo de cambio, después el alza llegó a los precios mayoristas y, por último, continúa alcanzando ahora a los minoristas. Ese reacomodamiento todavía tiene recorrido por delante”, dijo a El País Ramiro Castiñeira, economista jefe de la consultora Econométrica, en Buenos Aires.

La carrera ascendente de los precios genera un círculo vicioso para el gobierno. Sin una recuperación del consumo tras el desplome registrado en 2018, las chances de reelección de Macri caen y eso incrementa la presión sobre la cotización del dólar. Con el tipo de cambio en alza, el círculo se cierra con cíclicas rondas de aumento de precios.

El acuerdo con 16 empresas de primera línea para congelar precios de productos de la canasta básica busca frenar esa inercia. En esa tarea, el gobierno podría tener a su favor un período de relativa calma cambiaria.

A la temporada alta de liquidación de divisas proveniente de las exportaciones agrícolas que se registra entre abril y julio se le sumó desde el lunes la venta diaria de US$ 60 millones provenientes de un tramo del préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI). Esas licitaciones, que se mantendrán hasta diciembre, engrosarán la oferta de divisas en los meses de la campaña electoral.

Además, el Banco Central de la República Argentina (BCRA) decidió modificar el martes el esquema de bandas cambiarias acordado con el FMI en un intento por acotar el recorrido del dólar en los próximos meses.

Esas bandas, que plantean una zona de no intervención del BCRA mientras la cotización del dólar se mantenga por arriba de un piso estipulado y por abajo de un techo, ya no se indexarán mensualmente, sino que se mantendrán fijas hasta fin de año.

Esto implica que el tope de la banda será más bajo y el Central estará habilitado a vender dólares para contener la cotización de la divisa cuando el valor supere los 51,45 pesos argentinos, un 20% más alto que el precio actual. Con el anterior esquema, el precio podría haber subido hasta 59,60 pesos argentinos a fin de año sin que el BCRA pudiera intervenir.

Apuesta a mayo

Con el acuerdo de precios y un mayor control sobre el dólar, la Casa Rosada espera que los niveles de inflación exhiban una desaceleración a partir de mayo. Más aún si se tiene en cuenta que desde ese mes ya no habrá nuevas subas en las tarifas de los servicios públicos.

La apuesta del gobierno de Macri es que si las estimaciones se cumplen y la inflación se modera, el salario real tome algo de impulso y el consumo pueda registrar un rebote antes de las elecciones. Según la consultora Scentia, el consumo masivo se derrumbó 8,7% interanual en marzo.
Revertir al menos parte de esa caída será clave para Macri. Por eso, además de los acuerdos paritarios que en su mayoría llegarán a los bolsillos de los trabajadores con los salarios de mayo y junio, el gobierno lanzó créditos a tasas subsidiadas para reactivar el consumo de jubilados y beneficiarios de planes sociales.

Moviéndose por el estrecho sendero impuesto por el ajuste fiscal y monetario acordado con el FMI, el gobierno de Macri decidió abandonar en forma parcial las medidas ortodoxas para intentar aliviar la carga de los sectores de ingresos medios y medios bajos, justamente en los que el oficialismo perdió apoyo.

“La cosecha agropecuaria ha sido muy buena y ya en el segundo trimestre la economía empezará a crecer. Pero para sostener ese crecimiento en el tercer trimestre, la economía necesitará el impulso del consumo. Hay chances de que eso se logre, pero todo estará atado a la evolución del panorama político. Si la incertidumbre se dispara porque Cristina Kirchner consolida sus chances electorales en los próximos meses, el mercado lo entenderá como una posibilidad fuerte de default y cepo cambiario, y los intentos de estabilización terminarán naufragando”, señaló Spotorno.

Incertidumbre es una amenaza

El banco brasileño Itaú evaluó en una nota para sus clientes (a la que accedió El País) las medidas que tomó el gobierno argentino de Mauricio Macri el miércoles. “Si bien la política (de congelar precios de 64 artículos y tarifas ), en nuestra opinión, no tendrá un impacto material en el Índice de Precios al Consumo, señala la preocupación del gobierno por mantener el apoyo a las elecciones de octubre”, afirmó la nota del economista jefe del banco Itaú, Mario Mesquita. “La incertidumbre sobre el resultado de las elecciones presidenciales sigue siendo un obstáculo para la economía y una amenaza potencial para la estabilidad de los precios de los activos”, aseguró Mesquita. Agregó que mantener las tarifas trae “desafíos adicionales” para la meta fiscal.

¿Encontraste un error?

Reportar

Te puede interesar

Publicidad

Publicidad