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Cae importación de artículos del hogar y de bienes suntuarios

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Venta de electrodomésticos.

En ambos casos hubo un descenso mayor a 20% a lo largo del primer semestre.

Las importaciones de electrodomésticos cayeron 21,6% en el primer semestre del año en comparación con igual período de 2015. En el caso de los bienes suntuarios la baja fue de 25%. El menor nivel de compras en el exterior de esos artículos y bienes refleja que los consumidores están actuando con mayor cautela a la hora de definir nuevas adquisiciones.

Las importaciones de electrodomésticos fueron por US$ 198,6 millones entre enero y junio de este año, según datos aportados a El País por el Instituto Uruguay XXI. En tanto, las compras en el exterior de bienes suntuarios alcanzaron los US$ 148,9 millones. Eso marcó las caídas en comparación con el primer semestre de 2015.

Dentro de los electrodomésticos, las compras del rubro "aparatos para acondicionamiento, aire, con ventilador, motor, dispositivo para cambiar temperatura, humedad" llegaron a US$ 10,9 millones con un descenso de 35,8% en la comparación interanual.

En el caso de los "refrigeradores, aparatos para producir frío" las adquisiciones llegaron a US$ 20,3 millones con un retroceso de 15,9%.A su vez, las importaciones de "máquinas para lavar ropa, incluso con dispositivo de secado" en el semestre fueron por US$ 8,2 millones y verificó un descenso de 7,9%.

Por su parte, las compras externas de "calentadores eléctricos de agua" fueron por US$ 11,1 millones con una caída de 24,6%.

A su vez, también se produjo una baja de 22,3% en las importaciones del rubro donde se agrupan los televisores; en este caso las importaciones fueron por US$ 4 millones.

En el caso del renglón donde están ubicadas las computadores se registró un descenso de 17,6% con compras en el semestre por US$ 57,3 millones.

Suntuarios.

Dentro de estos bienes, las compras externas en el semestre de "artículos de joyería y sus partes, de metal precioso o de chapado" mostraron una retracción de 9,8%.

En el caso de los automóviles las importaciones fueron por US$ 145,1 millones con un descenso de 24,2%.

Hay un grupo de bienes que está incluido dentro de los suntuarios y es el que agrupa a "aeronaves (aviones); vehículos espaciales y sus vehículos de lanzamiento y suborbitales". En este caso hubo compras por US$ 1,9 millones con una caída de 56,5%.

Otro grupo está compuesto por "yates y demás barcos y embarcaciones para recreo o deporte; barcas (botes) de remo y canoas". Las importaciones allí fueron por US$ 408.474 y una baja de 57,3%.

Por último, el grupo donde están los relojes de alto valor tuvo compras externas por US$ 48.260 y un retroceso de 36,6%.

El menor nivel de importación de estos productos o bienes lleva a pensar que los consumidores locales están actuando con un poco más de temor a la hora de definir prioridades de compra.

Prudencia.

Al respecto, el economista de Equipos Consultores, Alejandro Cavallo señaló a El País que "no sé si miedo es la palabra más apropiada. Creo que están siendo más cautos, más precavidos".

Enumeró en primer caso que las familias perciben que es más difícil acceder a un crédito ahora que en años anteriores. "Esto como consecuencia tanto de mayores requisitos por el lado de las instituciones financieras como por el deterioro de la situación económica de los consumidores", dijo.

En segundo lugar, sostuvo que las personas no sólo tienen mayores expectativas de desempleo en general, sino que se sienten más preocupadas respecto a mantener su propio empleo, lo que sin duda tiene efectos sobre las decisiones de endeudamiento, especialmente en aquellas de mayor importancia y a mayor plazo.

"A pesar de lo anterior, la predisposición a la toma de crédito en general se ha mantenido relativamente estable. Esto indicaría que hay mayor precaución, pero también que quienes tienen planificado o quienes tienen la necesidad de tomar un crédito no han desistido de hacerlo, más allá que luego se concrete o no dicha disposición", explicó Cavallo.

El economista afirmó que las expectativas juegan un papel muy importante en los consumidores "puesto que inciden en las decisiones actuales. Sin embargo, los indicadores de evaluación sobre la situación actual explican en forma más clara la venta de algunos bienes durables que los indicadores que incluyen expectativas".

En ese sentido, añadió que "de hecho, el deterioro en los indicadores que miden la situación actual ha sido la principal explicación del retroceso de la confianza. Los índices que miden expectativas también han caído, pero no de forma tan pronunciada".

Por último señaló que si bien el comportamiento de los compradores de vehículos es similar al de los electrodomésticos el "nivel de predisposición para autos es en general menor que el de electrodomésticos, evidentemente por la diferencia en los importes que implica la compra de uno y de otro tipo de bienes. A pesar de estas diferencias de nivel, el ajuste fue notorio en los bienes durables en general".

Mejoraría la confianza del consumidor.

La Cátedra SURA de Confianza Económica de la Universidad Católica con Equipos Consultores elabora mensualmente el Índice de Confianza del Consumidor. Sobre el indicador, Cavallo indicó que la confianza del consumidor tuvo una fuerte corrección en lo que va de este año respecto a los niveles del mismo período del año pasado, en torno de 20%.

"Consideramos que el ajuste principal ya se procesó, pero eso no implica que no siga cayendo, puesto que podemos ver deterioros adicionales en, por ejemplo, el mercado laboral", dijo.

De todas formas, señaló que "aún con disminuciones moderadas en los próximos meses, la caída interanual en el segundo semestre no sería tan pronunciada como las que vimos en el primer semestre. Es decir, nos parece probable que veamos algunos retrocesos adicionales pero de menor magnitud relativa que los que observamos en el primer semestre".

El economista manifestó que "ha habido un aumento de importancia en las expectativas de desempleo que no ha sido acompañada por un deterioro de magnitud similar en la sensación de seguridad que tienen las familias respecto a mantener su empleo. Eventuales deterioros en estos indicadores tendrán incidencia negativa sobre la confianza del consumidor en los próximos meses".

El último índice divulgado señaló que durante mayo la confianza de los consumidores en Uruguay mostró un marcado deterioro, con una contracción de 5,8%. Por esa razón, el Índice quedó en el límite del "moderado pesimismo".

El informe añadió que se verificó una caída simultánea de los tres subíndices que lo componen, donde la predisposición a la compra de bienes durables alcanzó también un nuevo mínimo histórico en ese mes.

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Venta de electrodomésticos.

CONSUMIDORES CAUTELOSOS

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