La industria de ensamblado automotriz y la autopartista comienzan a observar nubarrones en su futuro. Las empresas dejan de ser competitivas por coyunturas regionales y algunas casas matrices miran a Paraguay como un posible reemplazo de Uruguay y encaminar allí sus procesos productivos.
Como en un cóctel, diferentes factores se entremezclan y llevan a una desaceleración en la actividad industrial y comercial. Una compleja relación con los socios del Mercosur, poca rentabilidad, caída de precio de los commodities, pérdida de competitividad, altos costos operativos, tipo de cambio, reclamos salariales y la sequía son los mayores aspectos negativos señalados por la industria, el agro y el comercio.