Las autoridades chinas bajarán las tasas de interés, aumentarán la liquidez y tolerarán cierta debilidad de su moneda para asegurar que la economía crece alrededor del 7% este año, dijeron fuentes relacionadas con esta política.

Los funcionarios tomarán esas medidas mientras intentan combatir la deflación y mantener el empleo lo suficientemente fuerte como para seguir adelante con las reformas, agregaron.

Un crecimiento cercano al 7%, que se espera sea hecho público como el objetivo oficial para 2015 cuando se reúna el Parlamento el mes próximo, es considerado como el mínimo necesario para evitar que suba el desempleo.

Se trata de un importante objetivo político mientras los líderes acostumbran a la gente a una "nueva normalidad" de crecimiento más lento pero más sostenible.

Los máximos dirigentes han descartado en público la puesta en marcha de grandes medidas de estímulo que podrían poner en duda sus credenciales reformistas. La economía china ya está creciendo en mínimos de un cuarto de siglo.

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