Los habitantes de Londres han apostado por hacer un segundo llamado a las clásicas cabinas telefónicas rojas, transformando estos espacios en pequeños quioscos en donde se vende desde café hasta helado.
La metodología que se ha aplicado para llevar a cabo esta idea es que los locatarios interesados firman contratos por plazos de entre tres y diez años por un precio que ronda las 3.600 libras -unos US$ 4.720- anuales para instalar sus negocios en las cabinas.
RENOVACIÓNEL MERCURIO/GDA