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El complejo tema portuario analizado por Centro de Navegación

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Alejandro González, presidente del Centro de Navegación.
Angel, Asteggiante

MARÍTIMAS

Una visión de Alejandro González, a 27 años de la Ley de Puertos.

A esta altura no puede existir una doble interpretación de la realidad portuaria, que ha puesto al Uruguay en una situación de privilegio con la generación de inversiones nacionales e internacionales, diversidad y calidad de servicios, como así también la generación de muchos puestos de trabajo, con niveles salariales por encima del promedio de cualquier otra actividad económica. Nos encontramos en un año electoral así que es bueno recordar las bondades y beneficios que ha generado a todo el sistema portuario uruguayo y por extensión a todo el país”.

Estas fueron expresiones de Alejandro González, Presidente del Centro de Navegación al ser entrevistado con motivo de celebrarse por estos días el 27° aniversario de la aprobación de la Ley de Puertos.

En una extendida entrevista que abarcó gran parte de la temática portuaria de nuestros días, las siguientes fueron respuestas a las interrogantes con su solvencia profesional.

“Creo que eso es una clara ventaja que tiene el Uruguay respecto a otros países de la región, quiero decir, más allá de los matices y hasta diferencias que pueden ser legítimas o no, queda claro que el Uruguay se presenta al mundo como un país estable, previsible y con políticas de Estado, entre ellas los puertos, que se han convertido en un activo a la hora de presentarnos al mundo.

El cambio de gobierno no trae por suerte incertidumbres.

Y eso se sabe a nivel internacional, incluso el respeto hacia la ley, a las inversiones nacionales y las extranjeras. Claramente, el Uruguay, más allá del gobierno de turno, no discriminará las inversiones extranjeras respecto de las nacionales, por sólo poner un ejemplo.

Estas afirmaciones las hago en mi doble rol. No solo como Presidente del Centro de Navegación sino por pertenecer al mundo privado, donde en muchas ocasiones se ha hablado con armadores paraguayos, bolivianos, que más allá de lo coyuntural saben bien sobre estas garantías que el Uruguay brinda.

Por otro lado, nuestro país tiene una comunidad portuaria fuerte, responsable en la que, desde el inicio, el Centro de Navegación ha tenido un rol fundamental, atendiendo necesidades y problemáticas de los distintos sectores que nucleamos, siempre en una posición de brindar soluciones ante las dificultades.

Siendo palabra referente, no sólo para las autoridades portuarias del país sino también a nivel de Cancillería, Ministerio de Trabajo y, lógicamente, el Parlamento Nacional.

Este es un año electoral, por lo que ya hemos mantenido reuniones con algunos de los precandidatos a la Presidencia de la República, en otros casos tenemos reuniones confirmadas o a la espera de fecha. La razón principal es compartir nuestra visión y necesidades con quien en definitiva tendrá la responsabilidad de guiarnos por un período de gobierno y conocer su opinión respecto al sistema portuario de Uruguay.

Cuáles son sus ideas, sus objetivos, cómo piensa hacerlo y qué tanto respetará la Ley de Puertos; para nosotros ese es un punto fundamental. Lamentablemente, hoy día tenemos algunas señales contradictorias pero que por suerte han sido objeto de análisis y de discusión, apoyándose en un diálogo claro y firme.

Pero también es cierto que, más allá de las campañas políticas, al país y al sector portuario, le quedan 12 meses de trabajo, por lo tanto, no podemos distraernos con esa situación. Quiero decir, las campañas políticas son de los políticos pero el negocio debe mantenerse y las acciones deben llevarse adelante, siempre y cuando estas estén en línea y en consonancia con las necesidades del sector privado.

Por eso, seguimos en el camino a la reflexión en lo que refiere al art. 116, al Glosario, a la intención de fijar tarifas y todo lo que pueda llevar a un escenario preocupante de colusión. Desde el Centro de Navegación alentamos y defendemos la libre competencia, tanto para nuestro negocio como para los servicios que contratamos.

En estos días se habla de la competitividad que también nos preocupa porque somos parte de empresas uruguayas y lo que es caro para otros también es caro para nosotros. Y ahí empiezan a tallar temas del paquete impositivo, tarifas públicas, proventos portuarios y otros. En alguna situación lo hemos manifestado como Centro de Navegación y también como parte de la Confederación de Cámaras Empresariales.

Estamos trabajando para entregar al Ministro de Transporte algunas ideas o sugerencias con el fin de, progresivamente, recuperar parte del volumen que dejó de trasbordar por nuestros puertos.

A través de nuestra Consejera en el Instituto Nacional de Logística, hemos solicitado informes que hacen o apuntan a tener una radiografía clara sobre la competitividad.

Entre ellos, el impacto que podría tener en la importación de fertilizantes, la importación de autos 0km y la exportación de graneles, si el artículo 116 entra en vigencia.

A veces tengo la impresión de que el foco de preocupación pasa por algunos costos portuarios menores o que no se entienden, sin embargo este tipo de amenazas que definitivamente te pueden dejar fuera de mercados, no se analizan con la seriedad y responsabilidad que corresponde.

Respecto a la baja de volumen, hoy nos encontramos en una situación de preocupación y sería poco inteligente subestimar la realidad o la coyuntura. Tanto por las estadísticas que nuestro Centro maneja como por el último informe del Inalog, claramente se concluye que hemos tenido una baja en el volumen de importación, exportación, carga y descarga de contenedores vacíos, trasbordos y tránsitos.

Creo que esto -agrega González- es resultado de que hicimos mal algunos deberes y nuestros vecinos se pusieron en línea de competencia, lo que desde ya quiero aclarar que me parece absolutamente legítimo y razonable. Pero también hay que ver cómo se desarrollan los tiempos políticos de uno y otro lado del Río de la Plata. Ojalá, sean de estabilidad por el bien de nuestra región.

Como sector privado vemos con buenos ojos los planes de expansión e inversiones que tanto Uruguay como Argentina se aprestan a llevar adelante. Es obvio que plataformas portuarias eficientes, con tecnología, permitirán presentarnos como soluciones a las necesidades de las líneas de ultramar y también a la flota de Paraguay y de Bolivia, especialmente.

Y ni que hablar si, finalmente, el Puerto de Montevideo lleva su profundidad a 14 metros, planificación que mucho nos alegra saber que, no sólo está en el pensamiento de las autoridades sino que, también en los Programas de Gobierno de los candidatos.

En suma, que el puerto más profundo del Uruguay y de la región será el de Montevideo.

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