El gobierno volvió a apelar a una medida heterodoxa (como en 2008, 2009, 2014) ante las presiones de subas de precios, en un intento por contener la inflación en el corto plazo y más que nada lograr que las expectativas que tienen sobre la misma empresarios y trabajadores se reduzcan.

Para ello, ayer terminó de establecer con industriales y comerciantes un acuerdo que congela los precios de unos 1.400 artículos entre comestibles (incluidos seis cortes cárnicos), bebidas, tocador y limpieza. En principio, su extensión será por dos meses, hasta fin de septiembre. Eso corresponde a 300 familias de productos, ya que hay varias presentaciones de un mismo bien, como por ejemplo de fideos.

El acuerdo es voluntario y los empresarios pidieron al gobierno que el esfuerzo que implica la medida se tenga en cuenta en la negociación salarial y prime "la prudencia".

Industriales, representantes de grandes superficies, minoristas e importadores fueron recibidos ayer de tarde por el ministro de Economía Danilo Astori, el subsecretario de esa cartera Pablo Ferreri, el jefe de la Asesoría Macroeconómica Andrés Masoller, el ministro de Trabajo Ernesto Murro y el presidente del Banco Central Mario Bergara para terminar de delinear el acuerdo.

El presidente de la Cámara de Industrias, Washington Corallo, dijo a El País que en el encuentro se logró conseguir una lista de productos que no van a sufrir alteraciones de precios, para buscar así dar estabilidad en la "pelea contra el enemigo que es la inflación".

La suba de precios anualizada a junio fue de 8,53%, mientras que en el acumulado del primer semestre se ubicó en 5,64%. Corallo informó que la conformación del listado de productos requirió "mucho esfuerzo, tanto de la industria, las cámaras de alimentos, las otras gremiales que nos apoyaron en esta reunión y de los distribuidores y retails que hacen las ventas de estos productos". El empresario añadió que el congelamiento de precios es "independiente de las políticas propias de los supermercados que tienen sus planes puntuales de promoción".

De hecho, algunos ya anuncian rebajas de precios en algunos artículos por 10 días.

Por su parte, el presidente de la Asociación de Importadores Mayoristas de Almacén, Fernando Melissari, dijo a El País que en principio se acordó que el congelamiento de precios se extienda por dos meses. "Habrá que ver cómo evoluciona todo y ver si se puede cumplir. Esperemos que dure lo más que pueda", señaló.

Ambos empresarios indicaron que no se estableció un tipo de cambio específico que condicione la continuidad del acuerdo.

"No se habló del valor dólar, simplemente si hubiera desviaciones muy importantes que pudieran poner en peligro la estabilidad de los precios se volverá a conversar. El propio ministro (Danilo Astori) lo estableció así", dijo Corallo.

Dentro del grupo de los alimentos se incluyeron seis cortes vacunos. El representante de la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu), José Costa, informó a El País que forman parte del congelamiento de precios la nalga con tapa, el asado, la colita de cuadril, el peceto, el hígado y el mondongo.

En el encuentro, los empresarios indicaron al titular de Trabajo que muchas de las industrias que forman parte del acuerdo de precios con el gobierno están entrando en una fase de negociación colectiva en los Consejos de Salarios. "Pedimos entonces que se apele a la prudencia, sensatez y buen juicio", dijo Corallo.

"No queremos que se genere desempleo en el país. Tampoco que haya empresas que tengan que cerrar porque no pueden subir sus precios y trasladar aumentos que están más allá de sus posibilidades", afirmó.

Mientras los economistas sostienen que el acuerdo de precios solamente tiene efecto en el corto plazo pero no afecta la trayectoria de medio plazo de la inflación, en el gobierno creen que el acuerdo servirá para "desacelerar la inflación" y también para reducir las expectativas de empresarios y trabajadores.

En el gobierno se está "en guerra contra la inflación" había dicho una fuente oficial a El País y por ello también se recurrió a intentar contener el dólar mediante venta de divisas del Banco Central (BCU).

Las expectativas de inflación son sensibles a la aparición de noticias respecto a medidas para contener los precios.

El estudio "Noticias y actualización de expectativas de inflación" de los técnicos del BCU, Gerardo Licandro y Miguel Mello —que será presentado el lunes en las XXX Jornadas Anuales de Economía— hace hincapié en esto.

En el trabajo (que abarca desde 2009 a septiembre de 2014) se recuerda que Uruguay recurrió (además de a la política monetaria) a un "mix de políticas heterodoxas" en ese período para contener la inflación. En ellas se encuentran rebajas de tarifas y acuerdos de precios.

Sobre todo la política de rebajar tarifas públicas o precios administrados (como los de juegos de azar o cuota mutual) han sido "exitosas" en reducir la inflación.

También detectaron una correlación positiva entre los indicadores de noticias que construyeron mediante búsquedas de Google (para medir las correspondientes a subas y bajas de tarifas) y las expectativas.

Los precios al por mayor aumentaron 2,32% en julio respecto al mes anterior, mostrando una aceleración de la inflación mayorista respecto a junio, cuando se había registrado una suba de 1,07%, según se desprende de cifras divulgadas ayer por el Instituto Nacional de Estadística (INE) y con este resultado se alcanza el mayor dato de crecimiento interanual de los precios al por mayor desde enero de este año: 7,03%. En el acumulado del año, el Índice de Precios al Productor de Productos Nacionales (IPPN) registra tan solo un aumento de 4,06% lo que representa aproximadamente la mitad de lo que fuera este dato al mismo mes del 2014. Se consideró el interbancario vendedor vigente al 10 de julio frente al del 10 del mes anterior.

Son 1.400 artículos que incluyen cortes de carne; buscan moderar inflaciónM. MONTAUTTI / F. TISCORNIA