PANDEMIA
Un informe conjunto de tres consultoras especializadas en recursos humanos puso el foco en la cantidad de protocolos aprobados para la vuelta a la actividad.
La emergencia sanitaria del coronavirus ha llevado al cierre continuo de múltiples mercados y ha generado “retos incomparables” para las personas, las empresas y los gobiernos de todo el mundo.
Así lo afirma un estudio -al que accedió El País- denominado “Regreso al trabajo seguro en la nueva normalidad”, realizado por la consultora ManpowerGroup junto con Adecco Group y Randstand.
En dicho informe se pone de manifiesto que “la pandemia está lejos de terminar” y que el impacto “se dejará sentir por varios años”, por lo que se afirma que “el mundo del trabajo nunca volverá a ser el mismo”.
En esta línea y con el objetivo de presentar algunas propuestas desde la industria de recursos humanos, el informe menciona algunas estrategias y protocolos para que las empresas lleven adelante a la hora de volver a trabajar.
Es que, según indicó días atrás el ministro de Trabajo, Pablo Mieres, en una conferencia virtual organizada por la Asociación Cristiana Dirigentes de Empresas (ACDE), “el camino del regreso a la normalidad es un camino sembrado de protocolos” dado que “aseguran que las prevenciones en materia sanitaria sean efectivamente cumplidas”.
En este sentido, algunos de los protocolos de salud y seguridad planteados en el informe incluyen: establecer políticas de acceso al trabajo, medir la temperatura al ingresar al edificio, realizar chequeos al azar visuales y de temperatura durante la jornada laboral, solicitar cuarentena al empleado a la menor señal de síntomas de coronavirus, rastrear y documentar todas las entradas al edificio y salidas.
Asimismo, se propone impulsar el trabajo remoto en todos los roles que no requieren presencia física, ofrecer conferencias web para trabajo remoto y liderazgo de mejores prácticas, crear turnos diferenciados, dispersar lugares de trabajo, escritorios a mínima distancia.
Por otro lado, se recomienda la identificación y aislamiento de grupos críticos de empleados, definir planes de contingencia, establecer procedimientos diarios de desinfección, promover protocolos de higiene y salud (lavado de manos, uso de mascarilla, guantes) para empleados, así como frenar el uso del elevador cada vez que sea posible.