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Menos contaminación marítima pero subirán los fletes

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Barco carga contenedores. Foto: Archivo El País

MARÍTIMAS

Los precios del nuevo combustible en una media docena de puertos proveedores del mundo asustan porque duplican los actuales.

Desde este primero de enero les está prohibido a todos los barcos del mundo usar los combustibles de alto contenido de azufre (3.5%) que venían usando desde el pasado y adoptar en sustitución el nuevo combustible que solo contiene medio por ciento o sea el 0.5% de azufre.

Vamos a decirlo ya y no esperar hasta el final de la nota. IMO2020, así se llama el nuevo combustible, está siendo considerado el más grande cambio en la industria marítima desde los lejanos tiempos del carbón y si lo dicen ellos, así debe ser.

Bien, pasar a esta calidad de combustible fue una decisión tomada en octubre de 2016 por la Organización Marítima Internacional (OMI) de las Naciones Unidas.

Este es un tema del transporte marítimo que hoy día preocupa en todo el mundo porque no solo afectará a las empresas navieras sino que alcanzará en los daños económicos al intercambio del comercio internacional a través de los fletes y este es el punto.

Cuando hablamos de perjuicios económicos no nos referimos a autos más caros por efecto de la suba de los fletes sino que encarecerá nuestras exportaciones por fletes más caros, lo que nos puede colocar en el mercado internacional fuera de competencia. Este es el meollo del asunto que debe despertar nuestra atención y preocupación.

El combustible que se usaba antes IFO 380 costaba en dólares ese precio la tonelada y ahora pasó a 750 dólares en Singapore y a 702 dólares en Buenos Aires y en Rotterdam lo mismo aunque al por mayor hay un premio de casi 90 dólares, según informes internacionales.

También dicen para aquellos que optaron por contar con “scrubber” y seguir usando el barato con azufre (3.5%) sin hacer contrato previo con los provedores “la vida va a ser muy dura en el 2020”.

También hemos leído que las grandes navieras del mundo por ejemplo CMA-CGM irán directo al consumo del nuevo combustible caro y también nos enteramos localmente que lo mismo hara la naviera ONE y trasmitiran los costos a los fletes. Estamos hablando de las cuatro o cinco empresas navieras más grandes del mundo.

Los precios del nuevo combustible en una media docena de puertos proveedores del mundo asustan porque duplican los actuales.

Parece atendible entonces el consejo de la consultora Ship & Bunker News cuando advierte no dejarse impactar por esa lista de precios dramáticos ya que está influenciada por el pánico y la rigurosa brevedad de los plazos en su aplicación.

Y bueno, dejemos que el tiempo normalice las cosas y el mercado se calme. Sin duda, vamos a mejorar las actuales condiciones del medioambiente porque reduciremos los porcentajes de contaminación pero por dos o tres años ¡hay que bancar los nuevos costos! que sin duda bajarán los precios a medida que incida y se haga sentir la competencia de los refinadores y distribuidores.

Hasta ahora, la respuesta de algunas empresas navieras ha sido instalar equipos de “scrubber” que son depuradores y seguir usando el viejo combustible con alto contenido de azufre del que hay dos modelos, uno de ciclo cerrado y otro de ciclo abierto y cuesta mas o menos 5 millones de euros: uno acumula el azufre y el otro parece que parte del mismo va al agua, cosa que está prohibida. La pregunta ahora es qué se hace con el azufre retenido. Otra de las respuestas de los navieros, es usar el nuevo combustible y reducir la velocidad de la nave en un porcentaje tal como hacemos con la velocidad en nuestros autos. Pero si reducen la velocidad, en lugar de hacer 8 viajes redondos por año harán uno menos y esta representa una severa pérdida de la empresa naviera que buscará como resarcirse del daño.

¿Cómo? Pues buscará una recuperación a traves de una mayor eficiencia de las terminales de contenedores. Si antes su barco permanecía en puerto 12 horas, por ejemplo, ahora van a pedir, que la terminal entregue el barco en tres horas menos o sea que les exigirán mayor producción y esta reorganización si es posible le significará a la terminal costos.

Dos puntos que en este tema no son menos importantes. Hay puertos del mundo que no admitirán la entrada de buques que contaminen y ya sabemos lo que eso quiere decir y otro punto es que a partir del primero de marzo próximo, no se permitirá la entrada a puerto de ningún buque que se le encuentre a bordo combustible por encima de 0.5%.

Nosotros vemos como muy probable que en este tema se anoten las compañías aseguradoras del mundo con sus conocidas cláusulas.

Lo que no cabe duda es que los fletes subirán en todo el mundo y ese será el precio que deberemos pagar por un medio ambiente menos contaminado que dejaremos para las próximas generaciones.

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