MEDIDA

El sindicato bancario (AEBU) mantuvo ayer su primer encuentro con el presidente del Banco República (BROU), Salvador Ferrer -que asumió el cargo el 2 de abril-, y planteó en esa instancia algunos temas de preocupación coyuntural, como la política de la entidad para dar beneficios a quienes tienen créditos sociales vigentes y los métodos de atención al público para evitar aglomeraciones.

Una de las propuestas presentadas al directorio del BROU -también participaron el director Pablo Sitjar y la gerenta general, Mariela Espino- fue adelantar la fecha de pago de las jubilaciones de mayo, para atender a los jubilados que cobran de forma presencial en distintos días.

“Que sea por dígito (de la cédula de identidad) para ir de manera escalonada y que nadie llegue a cobrar más tarde” es la idea, dijo a El País el integrante del Consejo de Banca Oficial, Roberto Umpiérrez. Esto procurando “que la gente concurra en la menor cantidad posible” a las sucursales, para evitar aglomeraciones y atendiendo que “en varias dependencias estamos con la mitad del personal” porque hay buena parte con teletrabajo, sostuvo el dirigente de AEBU.

Según comentaron a El País fuentes del BROU, las autoridades van a “analizar la viabilidad” del planteo del sindicato.

Umpiérrez dijo que debe consultarse si adelantar la fecha de pago a los pasivos sería legal o debería buscarse otra instrumentación.

Otro de los temas que acaparó la reunión fue la postura crítica de AEBU acerca del criterio diferencial que utiliza el banco para postergar las cuotas de los créditos sociales: la prórroga es automática y sin intereses para las empresas y los trabajadores privados, mientras que es opcional y se trata de una renovación de crédito -que contempla no se paguen las tres primeras cuotas- para los públicos y jubilados. Esto último implica el cobro de intereses por el mayor plazo otorgado.

Umpiérrez dijo que “por un tema de salubridad, si se renueva de forma automática se evita que la gente concurra al banco” para el trámite -que puede hacerse vía web y desde el lunes se habilitó presencial- y además entienden que debería darse el mismo beneficios a todos los clientes.

La postura del BROU, expresada la semana pasada a El País por parte de Espino, es que “la diferencia” en las condiciones “viene dada por la seguridad asociada al cobro de los haberes”. Esto porque “los funcionarios públicos y pasivos tienen asegurado el cobro, mientras que es probable que clientes trabajadores del ámbito privado enfrenten dificultades para mantener el mismo nivel de ingresos”.

El dirigente sindical sostuvo que muchos empleados públicos “necesitan aire por tres meses” para pagar la cuota de los créditos, porque aunque tienen asegurado su ingreso pueden haber sufrido un recorte en el presupuesto familiar. Agregó que se conversó sobre la posibilidad de contemplar esto “por franjas” de ingreso, pero las autoridades “no dejaron en claro que esto se vaya a tomar en cuenta”.

Las fuentes del BROU indicaron ayer que se tomó la decisión de atender a ciertos clientes como solución “circunstancial” y buscando “un criterio de solidaridad”. Explicaron que es “lo que podía hacerse para ayudar y preservar la solidez del banco”, atendiendo que la nueva conducción asumió hace pocos días.

La queja de AEBU, que manifestó la semana pasada a El País el dirigente Gonzalo Pérez, es que “el banco cobra intereses solo por atrasar una cuota, se iba a dar un beneficio y es un negocio para el BROU”.

Ambas partes destacaron el tono cordial del encuentro, que se acordó mantener instancias de diálogo a futuro y que también se está trabajando en conjunto para cumplir con las medidas sanitarias planteadas por el gobierno en el marco de la pandemia.