Las inversiones en el sector de energía eólica en Brasil crecieron en el último semestre de la mano de capitales extranjeros, al tiempo que los empresarios locales del rubro reunidos ayer en São Paulo reclamaron estabilidad política para garantizar la evolución que en los últimos años ha tenido dicha área de generación eléctrica

Pese al auge reciente de la eólica, en Brasil persisten los problemas para la producción de electricidad. Esto viene siendo aprovechado por Uruguay, que desde principio de mes está exportando energía inicialmente por Rivera y desde la semana pasada usando la planta conversora en Melo (Cerro Largo), que transmite una mayor potencia ya que tiene una capacidad de hasta 500 megavatios.

En Brasil "existe una extrema confusión política y no hay nada que pueda obstaculizar al país además de eso", afirmó Mario Araripe, presidente y fundador de Casa dos Ventos, empresa líder en el desarrollo de parques eólicos en el país, durante el encuentro celebrado en Sao Paulo. Para Araripe, Brasil tiene "el mejor viento del mundo", un recurso que, a diferencia del agua, "todavía no es del gobierno" y ese factor permite menos trabas e interferencias, a pesar de los intentos de querer reglamentar el sector.

Según Gustavo Miranda, representante del sector de Fusiones y Adquisiciones del banco Santander Brasil, se presentó un aumento de las inversiones en el sector entre octubre de 2016 y mayo de 2017, debido a un escenario económico levemente más favorable que en años anteriores. Sobre esos inversores, detalló que se trata de "compradores extranjeros adquiriendo activos nacionales. Eso porque Brasil es muy volátil". Analizó que para los actores nacionales "conseguir capital es un esfuerzo muy grande, pues significa crear deudas en un país con incertidumbre de intereses y cambio".

En el encuentro se discutió sobre el cambio en el estatal Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (Bndes), principal ente de fomento cuya titular renunció el viernes en medio de la crisis del Ejecutivo. La cita en Sao Paulo se realizó con motivo de la conmemoración por los 25 años de operaciones de la energía eólica en Brasil. EN BASE A EFE

PESE A LA CRISIS POLÍTICA