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Crisis del petróleo agarró a Ancap abastecida; actual y expresidenta defienden la estrategia

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Ayer el barril de Brent, referencia de Ancap, cerró en US$ 19 y a principios de año se negociaba en torno a US$ 67 el barril. Foto: AFP

MERCADO DEL CRUDO

La petrolera estatal ya compró 3,8 millones de barriles de petróleo entre enero y marzo, antes del fuerte descenso. Ahora analiza si paraliza la refinería.

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Los conceptos más básicos de la teoría económica indican que cuando crece la oferta de un producto y cae de forma drástica la demanda nada bueno ocurre. Más aún si se trata del petróleo, un insumo clave en las cadenas productivas de todo el mundo.

El lunes fue noticia que el crudo estadounidense operó en terreno negativo -al no poder almacenar más, se pagaba a los compradores de un contrato para entrega en mayo-, una señal evidente de la crisis del sector por los efectos de las medidas para contener el coronavirus. Esto tomó a Ancap con compras hechas por adelantando ante la previsión de un 2020 de alza en los precios internacionales, y ahora tiene el almacenaje completo, sin margen para aprovechar esta baja.

El presidente de la petrolera, Alejandro Stipanicic, dijo a El País que “se ha dispuesto la mezcla de crudos de diferentes embarques para maximizar la utilización de la capacidad que, al día de hoy, presenta 2,6 millones de barriles procesables, por lo que a efectos prácticos, no hay más espacio”. En la refinería, Ancap tiene “tanques de crudo necesarios para la operación que adicionan 400.000 barriles de capacidad”, esto es “para 70 días de producción al caudal de procesamiento actual”.

Mientras tanto, ayer el barril de petróleo de Texas (WTI) cerró con una caída de 43,37% en los futuros de junio -nuevo mes de referencia- y cerró a US$ 11,57. Según expertos internacionales, el lunes hubo un backwardation -los precios en el futuro inmediato van a ser más bajos que los actuales lo que elimina todo incentivo para comprar ahora- debido a factores externos y otros específicos de Estados Unidos.

Esto arrastró al crudo Brent -de referencia para Ancap-, que terminó en el mercado de futuros de Londres (pare entrega en junio) en US$ 19,07 ayer, una caída de 25,45%. Una semana atrás el precio era US$ 30, a principio de marzo era US$ 53 y a comienzos de año US$ 67.

Stipanicic señaló que estos son “valores resultantes de circunstancias excepcionales, nunca vistas”, que se explican porque “el freno de la economía destrozó la demanda”. Pero “suponer que este estado será permanente no es correcto”. Si bien todavía no se sabe en qué plazos, “la actividad económica se va a recuperar, por lo que todo el sistema de precios va a volver a situaciones de equilibrio similares a las históricas”, afirmó.

Sobre el origen de esta situación, Marta Jara, expresidenta de Ancap -dejó el cargo el 20 de marzo- recordó a El País que ya en 2019 habían ocurrido “varios eventos de tensión en Medio Oriente que amenazaban el suministro”, pero con efectos “modestos” ya que los inventarios de crudo “lograban mantenerse altos y en aumento”.

Igual esto ya denotaba “una sobreoferta estructural”, que tuvo dos nuevos shocks en los inicios de este año, creando “una tormenta perfecta” según Jara: “del lado de la oferta se rompió el pacto de OPEP (grupos de países productores más Rusia, sin incluir a Estados Unidos) que limitaba el suministro y, por otro lado, la demanda se derrumbó por la pandemia”. Agregó que la Agencia Internacional de Energía estima que en abril se consuman 29 millones de barriles menos por día respecto a igual mes de 2019.

Alejandro Perroni, exgerente general de UTE e integrante del Observatorio de Energía de la Universidad Católica, dijo que “la OPEP reaccionó tarde y lento con un recorte de 10 millones de barriles por día, cuando la demanda mundial bajó más de tres veces ese volumen”.

Estrategia estatal.

Stipanicic señaló que se analiza en forma permanente “las posibilidades de capturar mejoras en los costos de compra”, pero atendiendo “varios factores” como: “nivel de inventarios de crudo y productos, capacidad de almacenamiento remanente, nivel de producción de la refinería, proyección de la demanda, además de la disponibilidad logística de transporte”.

Entre enero y marzo la empresa compró más de 3,8 millones de barriles a un precio promedio de $ 2.525 por unidad -los valores de compra oscilaron entre US$ 70 y US$ 56,77-. El 12 de marzo se cerró la última operación, de un cargamento a descargarse en junio. Además, a mitad de marzo cerró un contrato de cobertura de precio para el 60% de las necesidades previstas -en ese momento, ahora son menores por la baja demanda- para llegar a un precio promedio de compra en torno a US$ 47.

Esas operaciones estuvieron a cargo de la anterior administración y Stipanicic señaló que a principio de año “la preocupación era estar preparado para contener la suba de los precios de compra de crudo”.

Ayer el barril de petróleo de Texas (WTI) cerró con una caída de 43,37% en los futuros de junio. Foto: AFP
Ayer el barril de petróleo de Texas (WTI) cerró con una caída de 43,37% en los futuros de junio. Foto: AFP

Jara aclaró que desde marzo hubo contactos con las nuevas autoridades de gobierno y “las gestiones sobre gestión de riesgos (de Ancap) pasaron a ser lideradas y ejecutadas desde el Ministerio de Economía”.

Explicó que la cobertura buscaba reducir “la volatilidad de costos”, que termina absorbiendo “la empresa afectando sus resultados o los consumidores a través de la tarifa”.

“Un programa de coberturas no busca ganarle al mercado prediciendo el futuro mejor que lo hacen las curvas de precios”, aclaró la expresidenta de Ancap y dijo deben definirse “políticas” desde el gobierno sobre “si el objetivo es proteger al Uruguay de esta volatilidad o, si se prefiere quedar total o parcialmente expuestos al mercado”.

Stipanicic manifestó que no hay ninguna cláusula para cancelar las compras y que la alternativa sería “revender, pero asumiendo una pérdida por la diferencia de precios”.

Perroni definió al coronavirus como “un cisne negro” y no cree “razonable juzgar decisiones pasadas a la luz de los cambios que produjo la pandemia”.

Está bajo análisis la paralización de la refinería
Planta de Ancap vista desde una altura. Foto: Gerardo Pérez

Alejandro Stipanicic, presidente de Ancap, dijo a El País que el procesamiento de crudo en la refinería de La Teja “se regula de tal manera de hacer espacio para la llegada del próximo embarque”. Contó que “es posible que en ocasiones un buque tenga que demorar su descarga, lo que conlleva un importante sobrecosto”, por temas de espacio. Reconoció que “un análisis que siempre está presente y más en estas circunstancias” es la posibilidad de paralizar la refinería. “Lo están haciendo todos los refinadores del mundo y La Teja no puede ser la excepción. La decisión depende de los inventarios y demanda proyectada, tiene un fuerte componente económico, pero también intervienen las posibilidades financieras y criterios sanitarios, logísticos, de calidad de los productos y la necesidad de programar tareas de mantenimiento ya planificadas”, detalló.

Consultado sobre si esto modifica lo previsto en tarifas, señaló que hay “una crisis de demanda a nivel mundial cuya evolución no es predecible en tiempo ni en valor”, por lo que “plantea una situación inédita que altera cualquier plan previo”. Alejandro Perroni, especialista en temas energéticos, dijo que la baja de precios si se ve “aisladamente”, es una “buena noticia de mediano plazo para un importador” como Uruguay. “Permite mayor flexibilidad para mejorar todo el sistema de derivados del petróleo”, indicó.

Visiones.

marta jara
Marta Jara

Expresidenta de Ancap

“Demanda no se correlaciona (como antes) con PIB. Con la ‘nueva normalidad’ podemos esperar que más trabajo virtual sea usado para bajar emisiones. Uruguay debe aprovechar liderazgo en transición energética”.

alejandro perroni
alejandro perroni

Observatorio de Energía de UCU

Se prevén precios “encima de US$ 20 y subiendo hacia US$ 40 sobre fin de año”. Seguirán las disputas geopolíticas, pero hay “incentivos” para acordar: por menos de US$ 45 no es viable extraer.

alejandro stipanicic
alejandro stipanicic

Presidente de Ancap

“Los ingresos han caído y los costos estaban fijados de antemano. En este momento lo más importante es sostener las bases de la producción para que la economía se recupere y así la sustentabilidad de Ancap”.

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