Primer día aprobado

En Uruguay mantuvo su valor gracias a la intervención del Banco Central.

En el debut del nuevo esquema cambiario en Argentina, la cotización del dólar cayó ayer 3,8% con respecto al viernes y cerró en 40,50 pesos. Mientras que en Uruguay la divisa se mantuvo estable producto de la venta de US$ 20,3 millones que realizó el Banco Central.

La fórmula para descomprimir en el vecino país la presión alcista del dólar de las últimas jornadas fue una agresiva política de absorción de pesos dispuesta por el Banco Central y la venta de divisas por parte de los bancos oficiales.

"Fue un buen día, pero todavía estamos en medio de una elevada volatilidad. La principal razón de la caída de hoy (por ayer) es que el punto de partida del tipo de cambio ya era muy elevado debido a que hubo una sobrerreacción del mercado la semana pasada", dijo a El País Gabriel Zelpo, economista jefe de la consultora Elypsis en Buenos Aires.

Lejos del techo de la banda de intervención fijado en 44 pesos, el Banco Central argentino dejó flotar libremente al tipo de cambio.

Aunque la autoridad monetaria estuvo lejos de quedarse con los brazos cruzados. Hacia el final de la rueda cambiaria, adjudicó 71.060 millones de pesos —equivalente a US$ 1.779 millones— en una subasta de Letras de Liquidez (Leliq) a siete días, título al que solo pueden acceder los bancos. Con una tasa promedio de corte del 67,17%, las entidades financieras vendieron dólares para aprovechar ese nivel de tasas.

"La licitación convalidó tasas de hasta el 72% y cumplió con el objetivo de ir secando la plaza de billetes para forzar la baja del tipo de cambio. Esas tasas se irán trasladando al costo de fondeo para el sector privado. Sin embargo, el Banco Central ya adelantó que el objetivo primario es estabilizar la situación cambiaria, sin importar tanto los efectos de las altas tasas sobre el nivel de actividad", manifestó a El País Jorge Neyro, economista de la consultora argentina ACM.

Con la promesa del nuevo presidente del Banco Central, Guido Sandleris, de mantener congelada hasta junio de 2019 la variación nominal de la base monetaria —billetes en poder del público más los depósitos de las entidades financieras en el Central—, las Leliq prometen convertirse en una de las claves del nuevo esquema monetario en Argentina.

Con esas letras, el Banco Central buscará absorber los pesos excedentes, mientras que los bancos podrán manejar sus necesidades de pesos de corto plazo con un instrumento que cuenta con mercado secundario (las Leliq se compran y venden diariamente).

En un comunicado al cierre de la jornada cambiaria, el Banco Central informó que continuará realizando diariamente subastas de Leliq a 7 días para cumplir con la regla de crecimiento nulo del promedio mensual de la base monetaria.

El otro factor que arrastró a la baja la cotización del dólar fue el rol activo de los bancos estatales. Si bien la nueva estrategia del Central se compromete a no intervenir en el mercado mientras la cotización del dólar fluctúe dentro de la banda fijada entre 34 y 44 pesos, la autoridad monetaria contará con aliados en su objetivo de domar a la divisa estadounidense.

En los próximos meses, el Tesoro irá vendiendo parte de los dólares que reciba del préstamo acordado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) a través de los bancos estatales.

"Serán muy importantes para el mercado cambiario las ventas de dólares que hará el Tesoro en los próximos meses para hacer frente a sus obligaciones en pesos. Antes de fin de año, venderá unos US$ 6.000 millones, un monto muy elevado si se tiene en cuenta lo que normalmente se mueve en el mercado de cambios", señaló Zelpo.

Si bien el estreno del nuevo esquema monetario y cambiario en Argentina resultó exitoso, los analistas coinciden en que la volatilidad está todavía lejos de concluir.

De todos modos, advierten que la estrategia de absorción de pesos mediante licitaciones de Leliq podría comenzar a atenuar las oscilaciones del tipo de cambio.

"Puede haber unos cuantos días más de calma. Es posible que el Banco Central siga haciendo licitaciones diarias, con lo que la liquidez va a seguir muy acotada. Además del alto nivel de las tasas, el precio al que llegó el dólar también es un desincentivo para apostar a una mayor suba del tipo de cambio", señaló Neyro de la consultora ACM.

Aun así, prevén que el equilibrio continuará siendo frágil: "El partido es muy largo y todavía falta para estabilizar el mercado cambiario. Seguirán los movimientos para arriba y para abajo en un régimen de tipo de cambio flexible", pronosticó Zelpo.

El economista de la consultora Elypsis agregó que "por un lado, las ventas de dólares que hará el Tesoro en los próximos meses servirán para incrementar la oferta", pero "también hay elementos que pueden impulsar la demanda, como el vencimiento de Lebac (Letras del Banco Central) de unos 300.000 millones de pesos a mediados de octubre".