CUENTAS PÚBLICAS

El déficit fiscal empeoró en los 12 meses cerrados a julio respecto a los 12 meses cerrados a junio. El desequilibrio de las cuentas públicas pasó desde el 5,5%% del Producto Interno Bruto (PIB) en los 12 meses cerrados a junio a 5,9% del PIB (US$ 3.200 millones) en el año móvil cerrado a julio, según divulgó ayer el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) a través de un comunicado. Así en tres meses el déficit subió casi un punto y medio del PIB (era 4,6% del Producto en los 12 meses a abril).

El ministerio indicó que el resultado fiscal del “sector público no financiero se ubicó en 4,4% del PIB”, un deterioro de 0,4% del PIB respecto a lo observado en los 12 meses a junio.

Además informó que los efectos imputados al Fondo Coronavirus se estimaron en 0,7% del PIB (eran 0,5% del PIB a junio). Eso significa que por seguros de desempleo y subsidios por enfermedad, por partidas de alimentación, canastas e incremento puntual de asignaciones familiares, entre otros, a causa del coronavirus el gobierno había gastado hasta fin de julio US$ 379,6 millones.

El MEF antes informaba el resultado “global del sector público consolidado”, que incluía al Banco Central (BCU). Desde julio de 2019 excluye al BCU y lo informa por separado como indica el manual de finanzas públicas del Fondo Monetario Internacional, una suerte de guía mundial.

El resultado del BCU fue deficitario en 0,5% del PIB (empeorando 0,1% del Producto respecto a junio). Por lo que el “resultado global del sector público consolidado” da un déficit de 4,8% del PIB. Sin embargo, el déficit “incluye el ingreso de fondos al Fideicomiso de la Seguridad Social”, que llegó a “1% en términos del PIB”, dijo el MEF, 0,1 punto menos respecto al año cerrado a junio.

Esos son ingresos extraordinarios y están afectados al futuro pago de jubilaciones de los “cincuentones” que salieron de las AFAP. Estas, son personas que tenían menos de 40 años en 1996 cuando empezó el sistema previsional mixto y se vieron obligados a afiliarse por su nivel salarial a una AFAP. Al salirse y volver al régimen previo (solo por el Banco de Previsión Social sin topes de jubilación), sus ahorros en las AFAP pasan al fideicomiso.

Si bien actualmente hay un ingreso extraordinario a las arcas del Estado, luego que se termine el pasaje de “cincuentones”, el costo de pagarles las jubilaciones superará con creces lo que ingresó.

Por eso, al excluir esos ingresos, el déficit fiscal del sector público consolidado subió a 5,9% del PIB, un deterioro de 0,4 puntos del Producto respecto a los 12 meses cerrados a mayo.