CONFERENCIA VIRTUAL

Los diferentes desafíos que actualmente enfrentan los sistemas de previsión social y la buena posición en la que se encuentra Uruguay en la comparación internacional, se trataron ayer en la conferencia virtual “El futuro del trabajo y la cobertura de la seguridad social contributiva”, coordinada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS).

Las oradoras centrales fueron Christina Behrendt, jefa de la Unidad de Políticas Sociales de la OIT, Luz Rodríguez, profesora de Derecho Laboral en la Universidad de Castilla, y Slavina Spasova, investigadora del Observatorio Social Europeo.

Shahra Razavi, directora del Departamento de Protección Social de la OIT destacó en su introducción que “Uruguay es un país líder en el desarrollo de su sistema de protección social, en cuanto a pensiones en particular. (El país) ha sido increíblemente efectivo combinando mecanismos para crear un sistema que balancee una cobertura universal que adecúa los beneficios con la sustentabilidad del sistema”. Agregó también que el sistema uruguayo está en cumplimiento con los Convenios 102 - Convenio sobre la seguridad social (norma mínima)- y 128 - Convenio sobre las prestaciones de invalidez, vejez y sobrevivientes-, junto con la Recomendación 202 - Recomendación sobre los pisos de protección social-.

Por otra parte, las tres oradoras principales plantearon las diferencias de coberturas entre aquellos trabajos con relaciones no estándar - empleos a nivel temporal, medio tiempo; trabajadores independientes, autónomos, cuentapropistas- de los trabajos con relación estándar -indefinidos, dependientes, con contratos a tiempo completo-, estando los primeros más desprotegidos en su cobertura de previsión social.

Según datos obtenidos por la agencia de la Unión Europea, Eurofound, los trabajadores autónomos multiplican por 3,5 el riesgo de pobreza y exclusión social, estando ya uno de cada cuatro trabajadores en esta situación.

Según la laboralista Luz Rodríguez, la revolución tecnológica ha presentado nuevos desafíos a los sistemas de previsión social, no solo porque implica que a futuro se perderán diferentes puestos de trabajo, sino por la aparición de nuevos trabajadores de relación no estándar en las plataformas digitales, como los bloggers, influencers o mineros de criptomonedas.

Al mismo tiempo, destaca que la sustentabilidad del sistema de seguridad social se ve amenazado, ya que los trabajadores autónomos cotizan menos que los asalariados, incluyendo que si sus rentas son discontinuas y de menor cuantía, pueden incluso no cotizar.

Estas nuevas relaciones de trabajo no estándar, se vinculan al relato de las plataformas digitales, ya que no se reconocen a sí mismas como empresas contratantes sino como intermediarias entre clientes y freelancers o emprendedores, por ejemplo Uber, donde conllevan a tener que repensar nuevos modelos de relaciones laborales entre estas y los trabajadores autónomos.

Según Rodríguez, dentro de las reformas posibles estaría declarar que existe contrato de trabajo entre el trabajador y la plataforma, como forma de asignar al primero mayores derechos laborales y de protección social, o que la plataforma pague las cotizaciones a la seguridad social de sus trabajadores, sean asalariados o autónomos.

A su vez, Christina Behrendt y Slavina Spasova, entienden que los sistemas de seguridad social no se ven desafiados solamente por la digitalización, sino que la pandemia ha revelado la insuficiencia de cobertura en un amplio grupo de trabajadores. Los desafíos de la globalización, los cambios demográficos, la desigualdad de género, desigualdades crecientes en materia de ingresos y la problemática del cambio climático, tienen implicancias en estos sistemas.