EXPO PRADO 2019

El ministro de Economía, Danilo Astori, afirmó ayer que no hay “ninguna posibilidad” de que el Estado asuma la deuda de US$ 30 millones que Venezuela mantiene con el sector lácteo porque “no nos corresponde” y “porque el país está en una situación fiscal que tiene que cuidar”.

Lo manifestó ayer luego de un almuerzo entre las autoridades del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) y la Asociación Rural (ARU) en el marco de la Expo Prado. El tema surgió en la rueda de prensa, pero no se habló de ello en la reunión, según supo El País.

Desde la ARU, su presidente, Gabriel Capurro, se manifestó a favor de que el Estado asuma la deuda venezolana con los productores lácteos puesto que “cuando las autoridades del país dicen que hay un acuerdo de gobierno a gobierno y que están las garantías para un negocio uno confía en que eso va a funcionar”.

Según lo que explicó Capurro, cuando se concretó el negocio lácteo con Venezuela fue el gobierno “el que realizó la gestión y (el que) de alguna manera le garantizó a los productores que ese negocio tenía respaldo de las autoridades y un fideicomiso que después no funcionó”. “Que tiene responsabilidad, sí señor”, sentenció.

Por otra parte, en relación al paquete de estímulos a la inversión que anunció el MEF el pasado lunes, Astori dijo que “gran parte” de ellas “son para mejorar la competitividad” de la sociedad uruguaya, incluido el sector agropecuario.

Si bien desde ARU reconocieron que “es muy difícil estar en el gobierno”, criticaron que dentro del paquete de medidas anunciadas por el gobierno “hay poco” para el sector agropecuario.

El estímulo específico para este sector es la exoneración de todo tributo a la importación de insumos, partes o piezas para producir maquinaria agrícola. Se estima que la medida implique una reducción de costos de entre el 18% y el 25% para la producción de maquinaria agrícola en el país.

Sobre esa disposición, Capurro destacó que “siempre es positivo” pero que “en relación a los problemas de competitividad que Uruguay tiene (las medidas) no son demasiado relevantes”. Según el presidente de la ARU, “Uruguay tiene una cantidad de herramientas en distintas áreas de política económica que podrían mejorar y hacer al país más atractivo”.

La “discrepancia mayor” que tiene ARU con el gobierno, según indicó el dirigente, refiere a la presión fiscal. El presidente de la gremial criticó los “impuestos ciegos” que el Estado aprobó en la reforma fiscal de 2007 donde la base de imposición era la renta y no el capital.

“En esa reforma impositiva el capital tributó por el 35% del total del sector y hoy en día ya los impuestos ciegos están cerca del 60%. Es muy fácil pasar a cobrar sobre el capital cuando la renta baja y la recaudación va a ser menor”, indicó Capurro.

Por su parte, Astori aceptó que “haya sectores de la población que no están de acuerdo” con la carga impositiva, pero a su parecer “Uruguay tiene una buena presión tributaria” porque “le hemos dado predominancia a los sectores más humildes y hemos aumentado un poco la carga a los sectores más acomodados de la población”.

En relación al tipo de cambio, Capurro dijo que para que mejore la competitividad del país “debería estar un poco más arriba”. Si bien no especificó qué cotización sería adecuada para el sector agropecuario, indicó que “todavía Uruguay está desalineado con respecto a lo que ha sido su historia”.

Por último, el ministro Astori calificó la relación del gobierno con los dirigentes del agro como “buena” y “correcta”, aunque admitió que en la reunión hubo acuerdos y discrepancias.