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Dr. José Carlos Pena de Repremar S.A.

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José Carlos Pena

MARÍTIMAS

Fue no solo un brillante gestor de negocios, un estudioso de la economía, sino un hombre de inteligencia superior.

La Comunidad Portuaria acaba de perder a uno de sus dilectos miembros; se nos fue el Dr. José Carlos Pena (chiche Pena), director y refundador de la Agencia Marítima Repremar S.A. a quien conocimos cuando hace 40 años se hizo cargo de la empresa marítima.

Ya venía con una tremenda experiencia industrial tras recibirse con destaque de abogado y más tarde haber ejercido joven aun (estaba en su treintena) como economista, la Presidencia del Banco Republica, luego ocupo la Vicepresidencia del Banco Central y también fue Presidente de la Asamblea de Gobernadores del BID.

Más tarde, un prestigioso Estudio Jurídico local lo designó interventor de Repremar S.A. y rápidamente se entregó a una fuerte lucha empresarial y alcanzó el éxito. Para entonces (1987), su agencia ya era representante exclusiva de la empresa naviera china Cosco (China Ocean Shipping Co.) iniciando así un proceso de expansión y desarrollo del tráfico entre Asia y la costa este de Sudamérica. Desde aquel entonces a la fecha, la empresa ha sido el agente y socio regional de las principales naviera asiáticas como ser SinoTrans, Cosco, Hanjin Shippings, China Shipping y Yang Ming Line así como también líder en la atención de compañías de cruceros, etc.

En los últimos años había delegado sabiamente en sus tres hijos la conducción de los negocios quienes con con visión, empuje y entusiasmo no solo llevaron la empresa adelante sino que padre e hijos conformando un sólido equipo familiar estimulados además por la Ley de Reforma Portuaria, asumieron el desafío de avanzar, de salir del quietismo e ir a la expansión de los negocios.

Y otra vez colmaron sus aspiraciones porque abrieron la empresa con puerta grande a otros rubros competitivos entre ellos logística, operadores portuarios, almacenamiento, transporte fluvial, charteadores, etc.

Fue no solo un brillante gestor de negocios, un estudioso de la economía, sino un hombre de inteligencia superior, un lector incansable diríamos un devorador de libros y con orgullo decimos que fue columnista de El País en los temas económicos.

No le faltó la veta literaria en la que incursionó también con éxito pues hombre de profunda fe, tras hurgar y leer casi todo lo que se sabe de la vida de Jesús escribió varios libros, el último de los cuales escritos en una hermosa prosa, nos envuelve en una atrapante narración.

Delicado, fino, de tremendo perfil bajo, el “chiche Pena” no era hombre de entrega fácil a la amistad pero cuando lo hacía por selección, se podía percibir la probidad de su lealtad, de sus afectos y de sus sentimientos. Nosotros disfrutamos esa amistad a lo largo de 40 años.

Era la cátedra semanal que daba respuestas a a nuestras inquietudes. Para calmar nuestro bajón por su ausencia, nos hemos refugiado en la presencia de sus tres hijos, valiosas personas que constituyen su continuidad.

Si señor, para nosotros su desaparición nos ha golpeado, para el “Chiche” su ascenso a la vida eterna, un asunto que él manejaba en paz, con madurez y con profunda fe. Que así sea. A su familia, nuestro abrazo fraterno. 

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