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¿Por qué la economía está estancada y qué se puede esperar?

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Consultoras y bancos prevén que la economía uruguaya crezca 2$ en 2019 y el gobierno espera un 3,2%. Foto: AFP

Pese a repunte del agro

La economía uruguaya no creció en el tercer trimestre frente al segundo según los datos divulgados ayer por el Banco Central. Con esto ya acumula un semestre (en el segundo frente al primero apenas creció 0,1%). ¿Cómo lo explican analistas y qué prevén para 2019?

Estancamiento durante dos trimestres. Eso es lo que arrojaron ayer los datos del Producto Interno Bruto (PIB) en la medición desestacionalizada (se compara un trimestre contra el previo). Es algo "muy preocupante" para algunos economistas, con un "contexto recesivo" en varios sectores. Otros, ven como positivo que la economía uruguaya no cayó en el tercer trimestre, el peor momento de la crisis argentina.

Los datos divulgados ayer por el Banco Central (BCU) mostraron que en el tercer trimestre el PIB "se mantuvo en los mismos guarismos del período" anterior. A su vez, corrigió a la baja el dato del segundo trimestre que fue de un crecimiento de 0,1% frente al primer trimestre, en vez del 0,2% estimado inicialmente.

En cambio, si la comparación es julio-septiembre frente al mismo período del año pasado, el PIB creció 2,1%. Pero, un punto de esa expansión lo explica que la refinería de Ancap no estaba operativa en julio-septiembre del año pasado por mantenimiento.

En tanto, en nueve meses del año el PIB creció 2,3% respecto a igual período de 2017, pero también influido por el "efecto refinería" ya que estuvo parada durante todo ese lapso del año pasado.

"El dato confirma que la economía se desacelera y converge hacia el estancamiento", dijo a El País Germán Deagosto de la consultora CPA Ferrere.

"Aunque no hubo sorpresas, sigue siendo muy preocupante el estancamiento acumulado ya por un semestre. En las cifras interanuales, esto quedará más evidenciado en el cuarto trimestre de 2018 y el primero de 2019", señaló a El País el socio de Vixion Consultores, Aldo Lema.

"El crecimiento interanual de 2,1% estuvo favorecido por una baja base de comparación y la incidencias de sectores menos ligados al ciclo y la demanda. La industria sin refinería y la mayoría de los sectores de servicios, intensivos en mano de obra, mostraron contracciones de la actividad durante el tercer trimestre, tanto en términos interanuales como respecto al segundo", agregó.

Para Florencia Carriquiry de la consultora Deloitte, "más allá del desempeño favorable del agro y del mantenimiento de un importante dinamismo en las comunicaciones" en el tercer trimestre frente al segundo, "el resto de los sectores cayeron y en varios casos, como la industria, la construcción, el comercio y las otras actividades, (donde se agrupan servicios diversos), se está confirmando un contexto recesivo (con dos bajas trimestrales consecutivas)".

El economista jefe de KPMG, Marcelo Sibille dijo a El País que "el otro problema es que pese a que objetivamente sigue habiendo un crecimiento interanual, el mismo es con destrucción de empleo. Lo cual se explica por el hecho de que los sectores que más crecen no son intensivos en trabajo, mientras que la construcción, comercio, los restaurantes y hoteles que sí lo son, muestran una caída".

Pero, el Centro de Investigaciones Económicas (Cinve) aportó otra visión al respecto. "Las estimaciones de Cinve indican que durante el tercer trimestre del año, cuando Argentina transitó el punto más difícil de su crisis actual, la tendencia ciclo del PIB de Uruguay mostró una variación virtualmente nula, lo que representa una buena noticia", señaló en un comunicado.

¿Año de estancamiento?

Sibille señaló que "para el cuarto trimestre que está por cerrar, prevemos una caída fundamentalmente por efecto del impacto negativo de la crisis argentina que recrudeció tras el salto cambiario de septiembre afectando nuestras exportaciones de servicios, al tiempo que la mayor depreciación del peso uruguayo también tendría efecto negativo sobre el consumo privado". Este último aún se mantiene como el motor del lado de la demanda.

Para la economista de PwC, Matilde Morales, "aislando el efecto de telecomunicaciones, 2018 va a ser el cuarto año de estancamiento de la economía. A principios de año esperábamos un crecimiento de 2,5%, ahora la estimación se ubica más en torno a 1,5%. Y es un crecimiento para tomar con pinzas, que se da en un contexto de grandes desafíos" como la caída de la inversión privada, el bajo nivel de competitividad, el deterioro del mercado laboral y un déficit que no baja.

Según Lema, "el crecimiento cercano a 2% (que se verá en 2018) se explica básicamente por las telecomunicaciones y la refinería de Ancap, aproximadamente un punto cada uno. Sin eso, Uruguay no habría crecido este año".

Según Carriquiry, Deloitte no piensa modificar "de forma sustantiva" los pronósticos, "que apuntan a una expansión de 1,9% en este año (1,2% sin refinería)".

Sibille apuntó a un crecimiento de 1,7% para el año.

Pablo Moya de la consultora Oikos, dijo que "el dato (interanual) estuvo levemente por encima de nuestra proyección, quizás porque no esperábamos un desempeño tan alto de la industria. Confirma el problema de las exportaciones y el mantenimiento del consumo" por lo que mantendría la proyección de 2,1% pero más cerca de 2,5%.

Según Cinve "la actividad a septiembre de 2018 (frente a 2017) continuó aumentando a pesar de los agudos shocks regionales" por lo que "las proyecciones preliminares indican un ajuste al alza del crecimiento para 2018 que se situaría más cerca del 2%. Si bien el efecto refinería tiene una incidencia importante en el crecimiento, no lo explicaría en su totalidad".

Esperan menor crecimiento en 2019
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Los analistas consultados por El País no esperan una mejora en 2019. "Seguimos esperando un crecimiento en torno a 1% en 2019, consistente con este escenario de desaceleración que se viene registrando hace algo más de un año", señaló Germán Deagosto de CPA Ferrere.

Aunque, agregó que "algunos factores podrían amortiguar el enfriamiento". Uno es "un freno en el proceso de normalización monetaria por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos (un escenario que aumentó su probabilidad de ocurrencia en las últimas semanas)" que "podría quitar presión sobre el tipo de cambio, y por esa vía otorgar aire al consumo privado en el corto plazo". El otro factor, es "la concreción de avances en materia de obra pública (corredores viales, PPP Educativas, Ferrocarril Central) y algunos programas de incentivos a la inversión por ejemplo las obras edilicias de gran dimensión. Todos estos elementos podrían apuntalar un crecimiento de la inversión y de la actividad en el sector de la construcción en 2019".

En esa línea, coincidió Marcelo Sibille de KPMG: "Para 2019 el crecimiento probablemente sea aún más bajo que en 2018. La mayor esperanza está cifrada en el inicio de grandes obras de infraestructura vial y ferroviaria, lo cual daría un impulso importante a la construcción".

Según Aldo Lema de Vixion, "para 2019, el escenario sigue siendo complejo porque no se proyecta un gran reimpulso extrarregional, ni de Brasil ni de Argentina. En cuanto a las políticas internas, si bien el ciclo electoral suele llevar una expansión fiscal, el margen es bajo por el déficit alto. Por otro lado, los problemas de competitividad acotan la reactivación. En el escenario más probable, el crecimiento sería menor al de 2018" y la estimación es "entre 0,5% y 1,5%".

Para Florencia Carriquiry de Deloitte, en 2019 la expansión del PIB será de "menos de 1% (0,6% promedio anual)".

Consumo es "el" motor de la demanda

Al evaluar el Producto Interno Bruto (PIB) desde el lado de la demanda, el consumo siguió como el "motor", al crecer 2,5% en el tercer trimestre frente a igual período del 2017. En ese sentido, el consumo privado (familias y empresas) se expandió 2,7% y el del gobierno lo hizo 0,7%.

El crecimiento económico "continúa recostado en el consumo privado, que es el único componente de la demanda agregada que lo está impulsando", dijo a El País Germán Deagosto de CPA Ferrere.

Por su parte, "el sector externo tuvo una contribución muy negativa, por la combinación de una fuerte contracción de las exportaciones y mayores importaciones", señaló a El País Florencia Carriquiry de Deloitte.

Repunte. Las exportaciones de bienes -incluyendo zonas francas- aumentaron en agosto tras cuatro meses consecutivos de caídas. Foto: archivo El País
 Foto: archivo El País

Las exportaciones de bienes y servicios cayeron 10,4% en el tercer trimestre frente a igual lapso de 2017. Las importaciones suben 3,3% en el período y restan 1,1 puntos al PIB del lado de la demanda.

"Las exportaciones se contraen de forma pronunciada. En particular se observa una caída de las exportaciones de servicios, que acusan el efecto de las dificultades en Argentina, y que además tuvo un efecto negativo sobre el sector Comercio restaurantes y hoteles (que registró una caída de la actividad)", dijo Deagosto.

La inversión no repunta y augura bajo PIB

La formación bruta de capital fijo (inversión) bajó 0,4% en el tercer trimestre del año respecto al mismo período del 2017, mostrando un retroceso de su recuperación (en el primer trimestre había caído 2,5% en esa comparación interanual, pero en el segundo había crecido 0,8%).

Mientras la inversión del sector público se mostró estancada, la del sector privado cayó 0,4% en el tercer trimestre.

Se observa una retracción de la inversión en Uruguay en estos últimos tres años. Foto: Shutterstock
Foto: Shutterstock

Para el economista de CPA Ferrere, Germán Deagosto, el hecho de que "la inversión no repunta, sugiere que el ciclo de bajo crecimiento (de la economía) continuaría en los próximos trimestres".

Así, la inversión que años atrás representó más de 20% del PIB, volvió a bajar y ahora representa el 16,68% del PIB.

El informe del Banco Central señaló que "por tipo de activos, se destacan un crecimiento en la inversión en maquinaria y equipo importada, compensado por una disminución en las obras de construcción y en la exploración minera".

A su vez, dentro de la inversión en construcción, se destaca el descenso en las obras de infraestructura pública vinculadas a la generación de energía eléctrica", agregó el reporte.

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