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El "efecto argentina" sobre Uruguay tras la turbulencia

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El presidente Macri dijo días atrás que la corrida bancaria ya había pasado. Foto: EFE

CONSECUENCIAS DE LA CRISIS CAMBIARIA

¿Qué pasará con las exportaciones al país vecino y la temporada turística?

A medida que va perdiendo intensidad la turbulencia cambiaria que azotó a Argentina en las últimas tres semanas, empiezan a emerger con más nitidez sus efectos sobre la economía real. En pleno recuento de daños, tanto el gobierno de Mauricio Macri como los analistas prevén un menor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y un peso más depreciado. Ese nuevo escenario en el país vecino no será inocuo para Uruguay.

"Argentina reducirá sus importaciones, al menos durante los próximos meses. Casi el 80% de lo que el país le compra al exterior son insumos, máquinas, piezas y partes para la producción. Debido a la incertidumbre sobre la evolución de la economía y al aumento de las tasas de interés, hoy se prevé un crecimiento del PIB de apenas el 1% para este año, por debajo del 2,7% que se estimaba antes de la crisis", dijo a El País Marcelo Elizondo, director de la consultora Desarrollo de Negocios Internacional (DNI), en Buenos Aires.

Por detrás de China, Brasil y Estados Unidos, Argentina es el cuarto destino para las exportaciones uruguayas. En el primer cuatrimestre, las ventas sumaron US$ 138 millones, un alza del 9,3% con respecto al mismo período del año pasado, según Uruguay XXI. Pero esa tendencia podría empezar a moderarse en los próximos meses. "Además de un crecimiento menor —en torno al 1% para este año—, habrá un dólar más alto en Argentina producto de una respuesta del mercado al cambio que sufrió el país en su capacidad de financiamiento. Eso implicará menores importaciones", señaló a El País Eric Ritondale, economista senior de la consultora Econviews, en Buenos Aires.

Si bien todos los países emergentes están sufriendo la salida de capitales ante la suba de tasas de interés en Estados Unidos, en Argentina ese proceso es más abrupto dada la elevada dependencia de financiamiento externo que tiene su economía. La decisión del gobierno de Macri de avanzar en una negociación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) procura despejar parte de esas incertidumbres. No obstante, en este nuevo escenario, el valor del dólar alcanzó su punto de equilibrio en un valor más alto: desde el 25 de abril, día en que comenzó la corrida cambiaria, trepó más de 20%.

El encarecimiento de las importaciones en un marco de menor crecimiento amenaza con golpear a las ventas uruguayas hacia Argentina. Aunque el efecto será más o menos intenso según los sectores.

El principal rubro de exportación de Uruguay hacia el país vecino es el de las autopartes. De hecho, entre enero y abril, casi la mitad de las ventas de esas piezas se dirigió a Argentina. Sumaron US$ 32 millones, un 22,3% más que en el mismo lapso de 2017.

Puerto de Montevideo: las obras incluyen cambios en la circulación interna de la terminal. Foto: Gerardo Perez
Foto: Gerardo Pérez.

Si bien ese ritmo podría desacelerarse, todo indica que las exportaciones uruguayas seguirán creciendo. "Las actividades en Argentina que menos van a sufrir la desaceleración de la economía son las que se vinculan con las exportaciones. En ese sentido, casi la mitad de la producción automotriz se exporta, principalmente a Brasil, por lo que no se prevé un impacto importante en las importaciones de autopartes", dijo Elizondo.

Otros sectores sí acusarán un golpe mayor. "Se verán más afectados aquellos sectores vinculados al presupuesto público, como obras de infraestructura y construcción. Eso impactará en las importaciones de bienes como el acero y el cemento", dijo Elizondo. En el último trimestre de 2017, las exportaciones uruguayas de cemento saltaron 160% y Argentina concentró el 78% de esas ventas, según la Cámara de Industrias.

Turismo en la mira.

Otro de los sectores que podría sentir los efectos del cambio de escenario en Argentina es el turismo. Durante el primer trimestre del año, casi ocho de cada 10 visitantes al país llegaron desde Argentina. En ese período, solo desde el puerto de Buenos Aires salieron 237.000 turistas con destino a Uruguay, según el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). A eso hay que sumar los 44.700 que llegaron desde los aeropuertos de la capital argentina —representó un incremento del 20,9% con respecto al primer trimestre de 2017— y a los que llegaron por tierra.

Punta del Este: fue el principal destino y el que recibió más divisas (50,3% del total en este caso) durante el primer trimestre del año. Foto: Ricardo Figueredo
Foto: Ricardo Figueredo

Ese flujo formó parte de una tendencia amplia: solo si se toman en cuenta los que viajaron por vía aérea, por el puerto de Buenos Aires y por el principal paso terrestre a Chile, unos 2,1 millones de argentinos salieron de su país en el primer trimestre del año. Esa tendencia, impulsada por el atraso del valor del dólar frente al resto de las variables, tiene consecuencias para la economía. En el primer bimestre del año, el déficit de la balanza turística (diferencia entre viajes y gastos de argentinos en el exterior con los ingresos provocados por el turismo receptivo) alcanzó el récord de US$ 2.369 millones, un 9% más que en el mismo período de 2017.

El alza del 40% de la cotización del dólar acumulada desde comienzos de diciembre pasado promete empezar a corregir ese desbalance. De confirmarse, podría golpear a los sectores dependientes del turismo en Uruguay. "Para estimar los efectos de la crisis cambiaria sobre el turismo hacia Uruguay, habrá que esperar para ver cómo evolucionarán dólar y precios en los próximos meses en Argentina. De aquí a la temporada de verano, es probable que parte de los efectos de la devaluación se atenúen ante la aceleración esperada de la inflación", señaló Elizondo.

Recorte de las proyecciones

La consultora FocusEconomics señaló que "los eventos extraordinarios de mayo llevaron a un recorte considerable de las perspectivas de crecimiento de Argentina para este año, lo que se refleja en el pronóstico de crecimiento regional. La drástica depreciación del peso, junto con las tasas de interés más altas y la probable austeridad fiscal, han amortiguado las previsiones de crecimiento del país". Los analistas recortaron la proyección del Producto Interno Bruto (PIB) de Argentina en 2018 "en 0,3 puntos porcentuales este mes (a 2,3%). Esta revisión a la baja fue la fuerza motriz detrás de una rebaja a la perspectiva regional, y el PIB regional ahora se ve creciendo un 2,2% en 2018, 0,1 puntos porcentuales por debajo del pronóstico del mes pasado", agregó.

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