Volar por los aires

Hace algún tiempo, Daniel López viajó con su hijo de 4 años, a la Feria de Juegos de Orlando. El niño quedó fascinado con "Bungy Jump", un juego de origen suizo que permite acrobacias en el aire. El padre decidió confiar en su olfato y traerlo a Uruguay. Lo ubicó en dos lugares estratégicos: La rambla a la altura de Kibón, y la entrada del Punta Carretas Shopping. "Bungy Jump" o "Euro - Bungy", como se lo conoce, puede ser disfrutado por niños desde los 2 años hasta adultos de 90 kilos. Está compuesto por una estructura de aluminio que mide 8 metros de altura, cuatro camas elásticas, y unas cuerdas que consiguen que la persona se eleve por los aires. Se utiliza en Suiza para niños que practican gimnasia olímpica.

Los trabajos de Clavelli

Los trabajos de Carlos Clavelli son bien conocidos. Vacas y Ovejas, confeccionadas en madera y lana, y escenas urbanas y campestres, encastradas como si fueran puzzles. Se trata de lo que él llama la escultura artesanal, dentro de lo que en América se conoce como "imaginería", una suerte de creacion de imágenes dentro de un entorno cultural. Empezó haciendo puzzles pero en cierto momento se enfrentó a una avalancha de juguetes que venían del sudeste asiático a precios muy bajos.

Clavelli se dedicó, a partir de entonces, a confeccionar piezas artísticas. Las escenas de hombres y mujeres tienen una clara referencia a la obra de Carlos Gonzalez, un grabador de la primera mitad del siglo XX.