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El enfriamiento económico y el ajuste a la nueva realidad

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La directora del FMI en un momento de distensión en Lima. Foto: AFP

La economía uruguaya seguirá en un proceso de desaceleración el año próximo al igual que la región, y el desafío es ajustarse a esta nueva situación, según sendos informes del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM) presentados ayer en Lima en el marco de la Asamblea Anual de ambos organismos.

A esto se suma que el mercado laboral en América Latina ya da señales de adaptación a este escenario y "lamentablemente, el ajuste se está dando por cantidad" de empleos en vez de por salarios, apuntó el economista jefe del BM para América Latina y el Caribe, Augusto de la Torre (ver aparte).

Por la mañana se presentó el informe Perspectivas Económicas Mundiales (WEO por sus siglas en inglés) del FMI. Allí el organismo enfatizó que "la actividad económica de América Latina y el Caribe continúa enfriándose drásticamente, con una pequeña contracción de la actividad en 2015" de 0,3% y "para 2016 se proyecta una ligera recuperación, pero con un crecimiento de 0,8%, aún muy por debajo de la tendencia".

El director del Departamento de Investigación y consejero económico del FMI, Maurice Obstfeld dijo en conferencia de prensa que "como promedio vemos un cuadro pesimista para América Latina, pero en general se debe a las circunstancias especialmente difíciles de un par de países más bien grandes".

En ese sentido, el Fondo revisó a la baja la proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de Uruguay de 2,8% a 2,5% para este año y de 2,9% a 2,2% para 2016. El organismo prevé que continúe la desaceleración en la economía uruguaya aunque "la reducción en el crecimiento de 2016 es leve", señaló el subdirector del Departamento de Investigación del FMI, Gian Maria Milesi Ferretti. A su vez, añadió que "la depreciación del real fue muy grande en este último año y este efecto va a ayudar a la exportación de Brasil, pero va a ser negativo para países como Argentina y Uruguay".

Respecto a la inflación, el Fondo elevó su estimación para este año de 7,9% a 8,4% (actualmente es 9,14%) y para 2016 de 7,5% a 8,1%. Además, estima un desempleo de 6,6% en 2015 y de 7% en 2016.

Por su parte, el Banco Mundial presentó en la tarde el informe "Empleos, salarios y la desaceleración latinoamericana". El economista jefe regional, De la Torre, indicó que en 2015o se completarán "cuatro años de desaceleración en América Latina, mucho más de lo que esperábamos". Pronosticó que la expansión económica de la región será de "0% o levemente negativa". En el caso de Uruguay, está junto a Bolivia, Colombia, Paraguay y Perú en los que el crecimiento será de "alrededor de 3%".

Tanto el FMI como el BM tienen proyecciones más optimistas para la economía uruguaya que los analistas (que prevén una expansión de entre 1% y 2%) o incluso que el gobierno, ya que el presidente del Banco Central, Mario Bergara ha dicho que el PIB este año crecerá "más cerca del 2% que del 2,5%" estimado en el proyecto de ley de Presupuesto.

Para de la Torre, "Uruguay en parte logró mayor crecimiento porque ha hecho un estímulo de la demanda interna (consumo) y junto a otros "pudieron darse el lujo de mantener el pie en el acelerador".

Pero la situación es diferente que la que se vivió al inicio de la crisis financiera global en 2008-2009 con un enfriamiento transitorio de la economía. "El desafío para la región no es hacer política contracíclica (con estímulos fiscales al crecimiento para contrarrestar la desaceleración). La política contracíclica sirve cuando el cambio externo es transitorio" pero en este caso es permanente y "hay que ajustarse a un nuevo equilibrio", planteó De la Torre.

En esa línea, Obstfeld recordó que "seis años después de que la economía mundial emergiera de la recesión más amplia y profunda desde la posguerra, la vuelta a una expansión robusta y sincronizada sigue siendo incierta". De hecho, el informe del Fondo apuntó que "el crecimiento mundial disminuyó en el primer semestre de 2015 como consecuencia del ahondamiento de la desaceleración de los mercados emergentes y del debilitamiento de la recuperación de economías avanzadas. En este momento, está proyectado en 3,1% para 2015 en su conjunto".

En ello influye "el debilitamiento del crecimiento de los países exportadores de petróleo; desaceleración de China, con menor dependencia de la inversión focalizada en la importación; etapa de ajuste tras los auges de la inversión y el crédito; y perspectivas menos favorables para los países exportadores de otras materias primas, incluidos los de América Latina, tras las caídas de precios de otras materias primas, así como las tensiones geopolíticas y los conflictos internos en una serie de países", explicó.

En la región los que tiran la economía hacia abajo son Brasil y Venezuela. En el primero, el Fondo prevé una caída del PIB de 3% este año y 1% en 2016, "con sustanciales efectos de contagio negativos en el crecimiento de grandes partes de la región dados el tamaño y el grado de interconexión de la economía brasileña".

Venezuela "sufrirá una profunda recesión en 2015 y en 2016 (10% y 6%,) porque la caída de los precios del petróleo (…) ha exacerbado los desequilibrios macroeconómicos internos" y la inflación será de 159% este año y 204%.

La "tensión" por el empleo y la rigidez del salario mínimo.

El informe del Banco Mundial (BM), plantea que la región "empieza a dejar de generar empleos por la desaceleración" y "sin embargo la tasa de desempleo no ha subido". Esto es porque "mucha gente está saliendo de la fuerza laboral" y no vuelve a buscar trabajo, "principalmente jóvenes y varones", dijo el economista jefe para América Latina y el Caribe del organismo, Augusto de la Torre. "Todavía nos falta comprender si es porque van a estudiar a la universidad o a casa de sus padres a vagabundear, como dicen en México", agregó.

Pese a la desaceleración económica, "los sueldos de los trabajadores de menor calificación siguen subiendo, no han caído y eso tiene un reflejo en el empleo" que "cae", dijo De la Torre. En cambio, "los trabajadores de mayores destrezas siguen empleados, porque están renegociando sus salarios a la nueva realidad", agregó. El "riesgo de crisis" en la región es "bajo", dijo el funcionario del BM.

Pero, eso no quiere decir que haya personas afectadas. "Lamentablemente el ajuste en el mercado laboral se está dando por cantidad (actividad económica y empleo) en lugar de precios", puntualizó.

Estas "tensiones asociadas al empleo" son uno de los principales retos de la región ya que podrían "llevar a más desigualdad", según De la Torre. "Hay que pensar bien cómo diseñar un sistema de apoyo" a esos trabajadores "más vulnerables", dijo.

"Cuando la economía entra en una bajada, el salario mínimo se vuelve un piso más difícil de pasar, entonces las empresas que tienen menos ventas- comienzan a desemplear. Desde el punto de vista social, es lo peor que puede pasar" porque "es preferible estar empleado con un salario un poco más bajo a estar desempleado sin salario", afirmó.

Esa "rigidez" se "exacerba" cuando se tiene "legislación laboral rígida", planteó. Por ello, se necesita un "diálogo menos ideológico y más práctico" para la región, concluyó.

La directora del FMI en un momento de distensión en Lima. Foto: AFP
La directora del FMI en un momento de distensión en Lima. Foto: AFP
SABER MÁS

Suba de tasas de la Fed no haría saltar al dólar.

El consejero económico del Fondo Monetario Internacional (FMI), Maurice Obestfeld, dijo ayer que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos "va a aumentar las tasas de interés cuando considere que el crecimiento de la economía estadounidense es lo suficientemente fuerte y eso lo apoya el FMI. Podría ser en 2015 o 2016". Sin embargo, el mercado ya "descontó" ese ajuste de tasas lo que se ha expresado en una suba del dólar, apuntó el subdirector de Investigación del FMI, Gian Maria Milesi Ferretti.

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