MARÍTIMAS

Todo llega a su fin o más bien todo está subordinado al cambio por efecto de la creatividad humana. La foto -una hermosa marina para pintores- la tomamos hace unos 20 años y poco queda de lo que se ve. Son embarcaciones que las conocimos cuando llegaron a ese fondeadero ribereño: remolcadores, pesqueros, lanchas carboneras, lanchas para sal, barcazas, naves fluviales. Unas sufrieron embargos, otras reparaciones de casco o de motor que no contaban con recursos, pordida de trabajo, otras pleitos familiares o entre socios, desaparición del titular, muchas abandonadas por obsoletas o por falta de motores más potentes y muchos en desuso por vejez sin posibilidad de reparación. Esta allí también el hermoso remolcador Enriqueta que en su momento era de Reyla, ahora es de otra persona con la que hablamos días pasados. Lo conocimos en muy buen estado de fácil recuperación, como a casi todos estos navíos, pero ahora esta allí bastante hundido y con barro, una lástima que se pierda incluso como testimoinio del pasado sería apropiado conservarlo. Pero es obvio que los uruguayos no somos afectos a los museos, es un acto intelectual que lo cambiamos por el parrillero. Pues bien, como dijimos en nuestra nota antepuertos, en pocas semanas más, el dique se habrá trasladado para su otro lugar provisoriamente que es el Muelle Florida y cuando esté pronta la fosa irá a su nuevo estacionamiento que será en Puerto Capurro. Toda esta enorme área está destinada a la construcción del muelle de UPM.

Tenemos varias fotos testigos de esta y otras áreas del puerto que desaparecieron y que las iremos publicando.