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Una "esgrima" económica en Comisión del Parlamento entre Arbeleche y Bergara

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La ministra Azucena Arbeleche explicó el contenido de la LUC el lunes en el Senado. Foto: Francisco Flores

LEY DE URGENCIA

La comparecencia de la ministra de Economía derivó en un debate sobre la política fiscal con intercambios directos y acusaciones.

Las comparecencias ante la Comisión del Parlamento que estudia el proyecto de ley de urgencia de la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, y el ministro de Industria, Omar Paganini, derivaron en una “esgrima” entre representantes de la coalición gobernante y el Frente Amplio sobre la política fiscal, los modelos de desarrollo y el rol de las empresas públicas. El debate incluyó momentos de intercambios directos y acusaciones entre los jerarcas y sus antecesores -que ahora pasaron a la oposición-, alusiones personales e ironías.

Fue así que esta instancia donde habitualmente quien comparece recibe preguntas de los legisladores, se “desvió hacia un debate paralelo” acerca del pasado reciente en materia económica -cómo se gastó y cuánto se ahorró en épocas de bonanza, el nivel de endeudamiento del país y el precio de los combustibles- y el presidente de la Comisión, Gustavo Penadés, debió llamar la atención más de una vez sobre esto.

Al término de la visita de Arbeleche y los intercambios con los representantes del Frente Amplio, el senador de Cabildo Abierto, Guillermo Domenech, dijo: “los presentes hemos asistido a una esgrima sobre las ciencias ocultas de la economía, entre distinguidos” participantes.

La exposición de la ministra de Economía tuvo como foco la creación de una regla fiscal, que plantea una doble condición: limita el crecimiento del gasto público en función del resultado fiscal ajustado por el ciclo económico. También está previsto la conformación de un comité de expertos que asesorará al Ministerio de Economía para su implementación y un Consejo Asesor Fiscal que vigilará su puesta en práctica.

Arbeleche aceptó el cambio propuesto en la Comisión de que la redacción pase de “podrá crear” a “creará”, para reafirmar “el espíritu” que es que se forme esa nueva institucionalidad.

El exministro de Economía y senador del Frente Amplio, Mario Bergara, se mostró “favorable a que haya reglas fiscales” y a perfeccionar la ya vigente -existe un tope de endeudamiento que puede ser modificado por el Parlamento-, pero retrucó sobre la propuesta del gobierno: “lo planteado entendemos que no es una regla fiscal, no tiene la institucionalidad, no tiene una definición precisa de parámetros, sino que son meras metas indicativas, donde no hay consecuencias de incumplimiento y, por lo tanto, no conforma una institución de regla fiscal”.

Las críticas de Bergara así como del senador Daniel Olesker apuntaron a que si como dijo la ministra la regla fiscal no tiene un efecto “mágico”, no habría necesidad de analizarlo de forma urgente.

Esos cuestionamientos generaron la respuesta del senador blanco Sergio Botana: “Me sorprende la ligereza con que el partido que ha propuesto más cantidad de organismos consejeros”, dijo y fue interrumpido por Penadés que le solicitó evitar las adjetivaciones.

Acerca de que el incumplimiento no genera consecuencias, Botana sostuvo con ironía que “no vamos a ver a la señora ministra entre rejas porque un día no pudo cumplir con la regla fiscal, porque si no este país ya estaría lleno de ministros presos”. Agregó respecto a lo ocurrido en el pasado, que la sanción fue “la vergüenza que pasó el Poder Ejecutivo” por incumplir sus metas.

Bergara pidió “permiso” al presidente de la Comisión para “un mínimo paréntesis peleador” y manifestó: en el pasado “Uruguay no era del todo claro y transparente en el manejo de los números fiscales y en cómo eso se cruzaba con las cifras del Banco Central (BCU). El balance del BCU registraba un montón de componentes que de ninguna manera podían corresponder a esa institución. Esto se hacía para, de alguna forma, no mostrar de manera transparente los resultados fiscales”.

Sergio Abreu, legislador blanco, señaló que el debate se estaba tornando “ideológico” -Bergara luego admitió que hay una disputa de “relatos”- y no se estaban realizando preguntas a los comparecientes.

Penadés pidió dejar la discusión para el plenario pero no tuvo suerte. Inmediatamente intervino Óscar Andrade, senador frenteamplista, quien dijo que el gobierno plantea “artículos en su mayoría con un componente declarativo y no sustantivo para atender la problemática fiscal” y afirmó: “no venimos a legislar sobre la interpretación de los últimos 15 años de gobierno”.

En respuesta a las críticas de la oposición y al debate sobre por qué se llegó al déficit fiscal actual, Arbeleche señaló que “la evidencia empírica no muestra que haya una causalidad” entre el rojo del Estado y el incumplimiento del tope de deuda, pero citó estudios del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que “muestran que existen mejores resultados (fiscales en los países de América Latina) cuando hay reglas fiscales”.

La jerarca explicó que el descenso del déficit “se da en forma concomitante con la regla fiscal”, por eso se pretende instaurarla más allá que “no es mágica”. En esa línea, agregó que “lo primero es el compromiso político de mejorar los resultados fiscales y lo segundo es el marco fiscal dentro del cual nos vamos a mover”.

Además, avaló lo propuesto por la senadora blanca Carmen Asiaín de “explicitar” cuáles “factores extraordinarios” habilitan a apartarse de la regla fijada, pero aclaró que no será como “en los últimos años que los factores extraordinarios han sido lo ordinario, lo normal, y por montos muy significativos”.

En respuesta a las críticas sobre lo que queda librado a la futura reglamentación, Arbeleche dijo que esos “agujeros, dicho esto entre comillas (así lo habían planteado legisladores opositores), que han dicho que quedan en lo que refiere a la implementación de la regla fiscal, entendemos que debe hacerse a nivel de la reglamentación del Ministerio de Economía y Finanzas con las instituciones fiscales adecuadas, es decir, el Consejo Asesor y el Comité de Expertos”.

A posteriori, Bergara sentenció que “plantear una regla que no termina de ser una regla, con tantos agujeros, con tanta cosa dejada sin especificar en materia de institucionalidad, no creo que aporte hoy en absoluto a la credibilidad fiscal”.

A su turno, Botana consideró que “esta es una regla de responsabilidad y de transparencia”, y apuntó: “pienso que esta discusión debería terminar por acá, puesto que es eminentemente política”.

¿Qué dijo el Instituto de Economía acerca de la regla fiscal?

Ante la misma Comisión compareció el martes por videoconferencia Gabriela Mordecki, directora del Instituto de Economía (Iecon) de la Facultad de Ciencias Económicas, para dar su visión sobre la regla fiscal y otros asuntos.

Allí sostuvo que “es necesario tener una regla fiscal” pero que la propuesta incluida en la ley de urgencia “no es precisa y deja muchos elementos vinculados a la institucionalidad fiscal” a determinarse en la posterior reglamentación, por lo que “el Parlamento va a dar, digamos, un cheque en blanco (al Poder Ejecutivo) en el que todo está por escribirse”.

Al respecto, Mordecki profundizó que “no se específica de qué gasto se está hablando”, entonces no queda claro si incluye solo el gasto corriente o también las inversiones. “Hay muchos estudios a nivel de los países en los que estas reglas se han aplicado” que indican que “poner un tope que incluya a las inversiones es muy perjudicial para el desarrollo de la economía”.

Asimismo, la directora del Iecon señaló que “en principio esta regla no permitiría una política anticíclica porque, para realizarla es preciso contar con un fondo de estabilización” que se nutrirá de los excedentes fiscales y ante el déficit elevado al menos por unos años no dispondrá de recursos. Agregó al análisis que la crisis por el coronavirus traerá un rojo mayor de las cuentas públicas y “no va a resultar efectiva” la regla fiscal.

Otros puntos que criticó fue que no “queda claro cómo se elige, cuánto dura ni cómo se conforma” el comité de expertos, siendo esto “fundamental para asegurar la credibilidad y la independencia” de la nueva institucionalidad”; y que los gobiernos departamentales quedan por fuera (del alcance del tope de gasto) y esto podría servir para desvíos de gastos”.

A modo de resumen, Mordecki afirmó: “La regla fiscal es necesaria, pero es imprecisa y no mejora la institucionalidad fiscal actual, que existe y podría mejorarse”.

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