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El éxito en clave de sinergia

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Los gerentes de recursos humanos lidian a diario con un gran desafío: lograr una buena convivencia y sinergia entre empleados de generaciones muy disímiles y con características muy marcadas, desde los baby boomers hasta los millennials. Pero, cuando de emprendedores se trata, esas divergencias parecen converger en algunas variables que no dependen del mercado.

Hacer lo que a uno le apasiona, armar buenos equipos, apostar a la colaboración y convertir los sueños en acciones son los aspectos que guían en ese camino al éxito, según reflejó ayer la charla Generaciones Emprendedoras organizada por Endeavor.

Acción y colaboración.

Nícolas Silvera, un joven de Melo de 16 años, es uno de los fundadores del Movimiento de Voluntarios Activos (Movac). "La sociedad actual acostumbra a quejarse de todo pero con la queja no llego a nada. Hay que hacer algo para lograrlo", dijo el integrante de la generación Z. En su discurso puso el foco en la relevancia de fomentar la acción y dijo que para ello no es necesario tener "tremenda estructura", sino con pequeñas cosas como ir a animar el día a una casa para la tercera edad o invitar a los niños de un barrio a una jornada de juegos ya "se puede hacer la diferencia". Contó que Movac comenzó con 10 integrantes y llegó a tener más de 100 voluntarios, lo que trajo algunos problemas de gestión que fueron superados, como la dependencia de los líderes. "Llena tu mente de sueños y tu agenda de acciones para que quede muy poco espacio para los miedos", dijo al concluir su charla.

Le siguió el millennial Lucas Campodónico. El argentino de 36 años es un "emprendedor serial": muy comprometido con la sustentabilidad. Todo comenzó cuando creó junto a su socia una empresa que elaboraba diseños con botones descartados (desde collares hasta adornos y lámparas), Greca.

El concepto de colaboración (o trabajo colaborativo) fue muy importante en su trayectoria, dado que con el tiempo creó varios emprendimientos que se fueron superponiendo (Ecomanía, Bio Guía y GreenBondi). La fábrica que les daba los insumos para Greca, incluso, les cedió un espacio para trabajar allí y llegaron a crear 100 productos diferentes. Por aquel tiempo, el padre de una compañera del liceo fue a visitarlos y ese día aprendió el valor de la humildad para crecer, porque no supo responder sobre sus costos ni su rentabilidad. "Nos dimos cuenta de que el 60% (de los productos) no eran rentables", afirmó.

"Los primeros años el emprendedor tiene el ego muy alto, porque todo es contramano. Hasta que te enfrentás a alguien con 30 años de experiencia que te dice sos estúpido y ahí decís sí, sí, sí. Si siempre te creés mil, fuiste", reflexionó Campodónico, quien destacó la importancia de tener "maestros".

"Cuando uno emprende arma un barrilete. Hasta ahí maneja todo, pero al levantarlo aparece el viento, el mercado", dijo el emprendedor citando a un amigo. Pero más allá de las 4P (producto, precio, producción y plaza), resaltó como muy importantes la pasión y la paciencia. "Mi tasa TIR es hacer lo que me gusta", remarcó. En su trayectoria, busca reivindicar el rol social y ambiental de las compañías: "¿De qué sirve el éxito empresarial en una sociedad fracasada?", preguntó.

Equipos y felicidad.

El ingeniero eléctrico Álvaro Maldonado, cofundador de Asean, fue el vocero de la generación X. Su empresa diseña plantas de proceso y maquinarias para la industria alimenticia. Un cliente quiere, por ejemplo, lograr en ocho horas procesar 1.100 vacas con cortes para Israel, Europa, Argentina y Egipto y su compañía les desarrolla el sistema de producción. "Estamos haciendo trasplantes de corazón", graficó.

En su discurso, Maldonado valoró la importancia de armar buenos equipos de trabajo. La empresa logró internacionalizarse, al punto que desde 2011 multiplicó su tamaño "casi por cinco" manteniendo estable la venta en Uruguay.

"El valor está en que diseñamos con gente con capacidad de hacerlo y de replicar esa experiencia", afirmó. Agregó que el emprendedor debe "dedicar un 99%" a comunicar cuáles son los valores de la empresa, "porque si la gente entra atrofiada empezamos el camino de la muerte".

Por la "generación silenciosa" disertó el periodista Danilo Arbilla, de 72 años, quien relató cómo profesionalizó el semanario Búsqueda. Contó que la creación de la revista Galería fue una reacción ante la crisis económica a comienzos de siglo, con la que descubrió que "las buenas noticias venden tanto como las malas, e incluso más".

Aun así, resaltó que "uno no informa para ganar dinero", pero "si lo hace bien, además gana dinero". "La razón del éxito no es conseguir dinero ni vender en cientos de millones de dólares. De nada vale si uno no está contento. Ése es el triunfo", afirmó.

De la escasez en épocas de guerra a la tecnología, Twitter y Whatsapp.

Los integrantes de la generación Z son los "nativos digitales", cuyas vidas fueron marcadas por Internet. Dan un alto valor a lo social y las comunidades. Las redes sociales son uno de sus objetos referentes (como Facebook, Twitter y Whatsapp).

En la generación Y (Millennials) se encuentran los que nacieron entre 1980 y 1995. Son los incomprendidos. Al ser hijos de los optimistas baby boomers (nacidos entre 1945 y 1965, después de la Segunda Guerra Mundial), absorbieron mucho positivismo, que todo se puede hacer. Son informales y lo más importante para ellos es la calidad de vida.

La generación X estuvo marcada por los cambios y la tecnología y allí están los nacidos entre 1965 y 1980. Es la generación del cable, de la televisión de 24 horas, de la computadora. Es escéptica y empieza a desconfiar de las instituciones, para confiar mucho más en las personas, en sí mismos. Convivieron con un momento histórico en que resurge la violencia, las drogas y la destrucción del medio ambiente.

Los integrantes de la generación "silenciosa" vivieron en la escasez, aprendieron a vivir con poco en épocas de guerra, ya que nacieron antes de 1945. Tienen como muy fuertes valores la lealtad, la ley y el orden.

El eterno femenino de una imaginativa pintora
En un evento de Endeavor cuatro generaciones contaron sus experiencias. Foto: F. Flores.

Cuatro generaciones de emprendedores cuentan su camino en los negociosMARCELA DOBAL

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