Kechichian: 1 millón de turistas en 2 meses; privados critican informalidad.

El calendario marca todavía que al verano le quedan algunos días más. Sin embargo, la actividad turística del comienzo del año ya pasó su zafra, que coronó una semana de Carnaval donde los principales destinos del país recibieron visitantes que dejaron imágenes de playas y restaurantes de bote a bote.

La ministra de Turismo, Liliam Kechichian, aseguró que febrero fue "absolutamente extraordinario".

La secretaria de Estado adelantó en entrevista con Claves Económicas del canal NSTV que pese a que la cartera todavía no maneja los números finales, durante el segundo mes del año se superaron los 400.000 visitantes.

Asimismo, agregó que durante febrero también se observó un gasto superior al que se había registrado en igual mes de 2016.

"Creo que no hay en la historia del turismo del Uruguay que en dos meses lleguen cerca del millón de personas", dijo Kechichian.

La ministra —quien señaló que el puntapié inicial de 2017 fue "de la mejor manera"— indicó que el objetivo es mantener la cifra de más de tres millones de turistas al año. También, añadió, se redoblarán esfuerzos para incrementar tanto el gasto como la estadía de los turistas que llegan al país.

Durante enero —último mes para el cual se difundieron estadísticas oficiales— Uruguay recibió a 566.430 visitantes, un salto interanual que ascendió a 20,2%. Por el lado del gasto, en tanto, estos turistas dejaron US$ 498,5 millones, lo que marca un crecimiento respecto al mismo mes del año anterior de 45,7%.

Más allá de las buenas cifras que arrojó esta temporada de verano frente al desempeño del año anterior, algunos sectores vinculados a la industria turística dicen que el aumento en la cantidad de visitantes no les impactó y que no movió la aguja de su negocio.

Este es el caso de los inmobiliarios de Maldonado, departamento que cuenta con la joya de la corona en materia de turismo veraniego, Punta del Este.

En enero fue el destino más popular del país: recibió a 170.252 visitantes, 21% más que un año antes.

A pesar de esto, la Asociación de Inmobiliarias de Punta del Este Cámara Inmobiliaria de Maldonado (Adipe - Cidem) asegura que la zafra estival tuvo claros ganadores y perdedores.

Su presidente, Jorge Díaz, sostuvo que "ha sido una buena temporada para algunos y muy mala para otros".

Cuando se le pregunta dentro de cuál de los dos grupos coloca al sector inmobiliario, no duda: fue una "muy mala" temporada para las empresas del rubro.

Para el dirigente gremial las inmobiliarias de Maldonado son víctimas desde hace años del informalismo, tanto en la forma del particular que arre-gla un arrendamiento sin pagar los impuestos correspondientes, como de las plataformas tecnológicas —la más conoci-da es Airbnb— que tampoco tributan.

De cada 10 arrendamientos que se concretaron en el departamento estos meses de verano, aseveró Díaz, solamente uno se realizó a través de una inmobiliaria formalmente establecida.

Aquellos que alquilen un inmueble están obligados a abonar el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) al 12,5%. Esto, agregó, genera que el Estado recaude menos dinero, dado que se trata de una actividad "en negro", apuntó.

Además, continuó, fruto de esta situación muchas empresas analizan la posibilidad de cerrar. De acuerdo al presidente de la gremial, a lo largo del año pasado sufrieron esta suerte alrededor de unas 70 inmobiliarias en Maldonado. Hoy son poco más de 170 las firmas socias de la cámara. La gran mayoría de ellas (casi el 90%, dijo su presidente) son de corte familiar.

Ante este escenario, Díaz manifestó que el sector demanda una ley que "regule la actividad inmobiliaria en todo el país".

Por su parte, el presidente de la Corporación gastronómica del Punta del Este, Leandro Quiroga, expresó que el "termómetro" de los socios de la gremial durante el verano fue "positivo" en las diferentes zonas donde están ubicados los establecimientos.

Todavía no manejan los números de cierre de temporada, aclaró, pese a lo cual se estima que la facturación en pesos estuvo entre un 10% y 15% por encima a la de la pasada zafra.

Quiroga añadió que, de todas maneras, los gastronómicos han visto sus márgenes más acotados, producto de varios factores. La carga impositiva a la que deben hacer frente; los costos de los servicios (sobre todo UTE y OSE, precisó); y también el costo de los aranceles que deben abonar a los sellos emisores de las tarjetas.

Este último punto es una reivindicación del sector desde hace tiempo. Como consecuencia de un decreto que descuenta nueve puntos de IVA a quien paga con medios electrónicos en este tipo de comercios —a lo que se suma promociones puntuales de diferentes bancos— la mayoría de los comensales elige pagar con plásticos una vez que le llega la cuenta a su mesa.

Este tema, dijo Quiroga, "sigue cada vez peor" y es el "objetivo número uno" que persigue la gremial. De acuerdo a las estimaciones de los empresarios, entre el 85% y el 95% de sus ventas son con tarjeta.

Esto "genera un costo extra muy grande", que a su vez pega en la rentabilidad, finalizó.

Entre el 1° de enero y el 28 de febrero salieron de la terminal de Tres Cruces —la principal del país— en total 72.875 servicios de ómnibus. Es una cifra un tanto inferior a la que se había registrado en igual período de 2016, cuando habían sido 72.945 los servicios. Durante los primeros dos meses del año, la mayoría de los vehículos que partieron de Tres Cruces tuvieron como destino algún punto de Maldonado: 7.861. Le siguió Rocha, hacia donde se dirigieron 3.722 ómnibus. A la Costa de Oro, en tanto, fueron 1.561 servicios. Salto (con 1.116) y Paysandú (con 1.005) completaron el ranking de destinos más populares. Fuera de fronteras, 2.694 servicios emprendieron viaje rumbo a Argentina, mientras que otros 207 cruzaron hacia Brasil.

LUCES Y SOMBRAS