La Reserva Federal estadounidense y el Banco Central Europeo confirmaron que están listos para hacer frente a una eventual salida de Londres de la Unión Europea.
Sin embargo, los número uno tanto de la FED, Janet Yellen, como del BCE, el italiano Mario Draghi, apuntaron los reflectores sobre el impacto que el clima de incertidumbre en los mercados tiene en las perspectivas de crecimiento de la economía.
Ambos saben en otras palabras que un eventual voto británico a favor del adiós a la UE podría ser el disparador de una cadena de eventos que por cierto no le harían nada bien a la economía internacional.
Este es el escenario en el que, en vista del referéndum británico de mañana jueves, las Bolsas europeas se tomaron ayer un respiro, una suerte de tregua en medio de tantos sacudones e incertidumbres.
El comportamiento que tuvieron ayer los mercados demuestra que se encuentran entre la incertidumbre y la cautela, tras la oleada de compras entre el viernes pasado y el lunes.
Lo que ha ocurrido en los últimos días es que después del asesinato de una parlamentaria inglesa laborista muchos operadores se activaron para poder sacar provecho de un eventual salto hacia adelante de los mercados en el caso de una victoria en el referéndum de los "remain" (permanencia de Gran Bretaña en la UE).
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