INFORME

El Fondo Monetario Internacional (FMI) publicó ayer un nuevo informe de “Panorama Económico Mundial” en el que revisó al alza las proyecciones de crecimiento a nivel global, en comparación con lo que había estimado en octubre, aunque advirtió que las perspectivas “están sujetas a gran incertidumbre” en función de cómo evolucione la crisis sanitaria provocada por el COVID-19.

En el caso de la economía uruguaya, el FMI prevé que la actividad económica del país crezca un 3% en 2021 y 3,1% en 2022. Las previsiones del Fondo son un poco menos optimistas que las del gobierno, dado que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) estimó que el Producto Interno Bruto (PIB) uruguayo registraría una expansión del 3,5% en 2021.

En tanto, si se compara con las últimas proyecciones presentadas en la encuesta del Banco Central (BCU), las estimaciones del FMI están más alineadas dado que los analistas consultados prevén un crecimiento de 3% para este año y de 2,5% en 2022.

En lo que refiere a la inflación, las proyecciones del FMI señalaron una suba de precios del 7,5% para fines de este año y una desaceleración a 6% para el año siguiente. Mientras que prevé que la tasa de desempleo se ubique en 10,3% este año y que baje hasta ubicarse en 9,1% en el año próximo.

En una nueva edición del reporte Perspectivas de la Economía Mundial, el FMI estimó que las economías de América Latina presentarán un crecimiento en 2021 levemente mejor al previsto gracias un rebote de la actividad entre los exportadores de materias primas, pero también advirtió que la recuperación será dispar y que la falta de vacunas continuará siendo un lastre.

En concreto, para América Latina y el Caribe se estimó una expansión de un 4,6% este año, lo que significó una mejoría de 0,5 puntos porcentuales en comparación con la estimación anticipada de enero. En el año 2022, la región presentaría un crecimiento de 3,1% luego de haber sufrido una contracción de 7% en 2020 por el impacto del COVID-19.

Frente al informe oficial de octubre, las nuevas proyecciones implican un alza de un punto porcentual en la expansión del PIB regional, impulsada por la recuperación de la actividad global, la reapertura parcial de las economías tras la emergencia de la pandemia y el inicio de programas de vacunación en naciones ricas y en desarrollo.

“Sin embargo, las perspectivas a más largo plazo (de América Latina) siguen dependiendo de la trayectoria de la pandemia”, dijo el Fondo, “con algunas excepciones, por ejemplo Chile, Costa Rica y México, la mayoría de los países no han asegurado suficientes vacunas para la totalidad de sus poblaciones”, se indicó en el informe.

Brasil, la principal economía de la región, presentará un avance de 3,7% este año, mientras que en 2022 se prevé una expansión del 2,6%. En el caso de México, otra de las economías latinoamericanas más grandes, el informe señaló que crecerá 5% este año y 3% en 2022. En tanto, las proyecciones para Argentina señalaron que crecerá 5,8% este año y 2,5% el año próximo.

En el caso de Argentina, la economista jefe del FMI, Gita Gopinath, señaló que queda “mucho por hacer” para la estabilización macroeconómica de este país, uno de los que cuenta actualmente con un programa de rescate de la organización multilateral.

“Argentina enfrenta retos muy importantes, ya que la inflación es muy elevada” y “no está muy claro aún” cómo va a evolucionar este indicador, dijo Gopinath en la rueda de prensa de presentación del informe.

De acuerdo con las proyecciones del FMI, el crecimiento mundial será de 6% en 2021 y de 4,4% en 2022, lo que significó una revisión al alza en comparación con el informe oficial de octubre del año pasado.

Este aumento en las proyecciones “refleja un mayor respaldo fiscal en unas pocas grandes economías, la recuperación prevista para el segundo semestre de 2021 gracias a las vacunas, y la continua adaptación de la actividad económica a la reducción de la movilidad”, añadió el informe.

No obstante, el FMI advirtió que las perspectivas están sujetas a “gran incertidumbre, relacionada con el curso de la pandemia, la eficacia del respaldo durante la transición hasta que las vacunas faciliten la normalización, y la evolución de las condiciones financieras”.

Según manifestó Gopinath, “sin esfuerzos adicionales para que todo el mundo tenga una oportunidad justa, la disparidad entre los países podría agudizarse mucho, y podrían revertirse los avances en la reducción mundial de la pobreza que llevó décadas lograr”.

Además señaló que a diferencia de lo que pasó tras la crisis del año 2008, “proyectamos mayores secuelas para los países de mercados emergentes y de bajo ingreso, dado que su margen de maniobra es más limitado”.

En el caso de Estados Unidos, las proyecciones de crecimiento para 2021 se ubicaron en 6,4% y 3,5% en 2022 y el panorama para otras economías avanzadas luce positivo, como en Alemania, Francia y Japón, que presentan mejores condiciones en general respecto a enero.

“Entre los mercados emergentes y países en desarrollo, proyectamos un crecimiento de 8,4% para China este año; aunque en 2020 China ya había registrado el PIB pre-COVID, se prevé que muchos otros países no lo harán hasta 2023”, manifestó Gopinath. (En base a Reuters y EFE)