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Fragilidades de recuperación similar a los 90, advierte CPA

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La recuperación de la economía se ha concentrado en unos pocos sectores. Foto: F. Flores

Firma corrigió al alza su proyección para este año; alerta sobre “asimetrías”.

Para la consultora CPA Ferrere el panorama de ahora en adelante para Uruguay luce mejor que unos meses atrás. Por este motivo, corrigió al alza sus perspectivas de crecimiento para la economía nacional, que incluso se ubican por encima de los pronósticos oficiales. Pero, durante la reunión de coyuntura que realizó ayer —denominada "La economía uruguaya: Desafíos de una recuperación asimétrica"— también hizo hincapié en que la mejora que comenzó a transitar el país a partir de la segunda mitad del año pasado presenta "fragilidades" a las que hay que estar atento.

La fase de estancamiento que padeció el país entre mediados de 2015 y mediados de 2016 ya quedó atrás, y se calificó a este repunte como parecido al que experimentó Uruguay en la década de los 90. Este paralelismo se observa en fenómenos como un tipo de cambio real "apreciado" (motor del consumo privado) y una región que está "cara" en dólares y logra de esta manera disimular los problemas de competitividad que tiene Uruguay (al tiempo que facilita la llegada de turistas al país).

La recuperación, indicó la firma en su análisis, ha sido "asimétrica" y concentrada en un puñado de sectores, que además tienen poco derrame en el empleo. Las tarifas (por ejemplo, las de los combustibles), indicó la presentación, se han utilizado como un "amortiguador fiscal" y este costo extra se traslada a consumidores y productores. En este sentido, la firma plantea que el deterioro que han sufrido los márgenes es "clave para entender las asimetrías sectoriales".

En concreto, ahora CPA Ferrere espera que el Producto Interno Bruto (PIB) crezca 3,1% este año (la previsión del equipo económico es 2%), mientras que para 2018 adelantó una expansión de 2,8%. De esta manera, la expectativa es que la economía uruguaya más que duplique este año el crecimiento que tuvo en 2016, cuando llegó a 1,5%.

Se espera también que la inflación logre terminar este año dentro de la meta definida por el Banco Central —entre 3% y 7%— y alcance 6,7%, guarismo que treparía a 7,2% para finales del año que próximo.

Esta moderación de la inflación de cara a los Consejos de Salarios del año próximo "va a dar una oportunidad para consolidar la desindexación salarial", de acuerdo a lo planteado por la consultora.

Según el análisis de la firma, en el corto plazo y siempre y cuando no haya "innovaciones" a nivel regional, Uruguay puede "convivir" con el nivel de tipo de cambio real que tiene hoy.

Este escenario contempla que ni Brasil ni Argentina padezcan cimbronazos políticos de magnitud, se precisó.

Luces amarillas.

Sin embargo, pese al repunte que viene experimentando la economía uruguaya, hay algunas luces amarillas que no se apagan.

El socio de CPA Ferrere Gabriel Oddone —encargado de la presentación junto al supervisor del Departamento de Economía, Santiago Rego—, mencionó varias. Entre otras, pese a la mejora del escenario macroeconómico, el empleo no da indicios de recuperación.

A esto se suma que la cadena de pagos se ha "tensionado" y el incremento generalizado de la morosidad (que en el sistema bancario llegó en abril a 4%) da cuenta de una mayor fragilidad financiera tanto de los hogares como de las empresas, expresó Oddone. A su vez, la inversión tampoco muestra señales de fortalecimiento. Apuntalarla, dijo, es "determinante" para la "sostenibilidad" del crecimiento.

El socio de CPA Ferrere también analizó los principales lineamientos del último proyecto de Rendición de Cuentas —presentado al Poder Legislativo la semana pasada—, detallando cuáles son los ingresos adicionales que contempla, así como los "nuevos" gastos que contiene.

Es, dijo, un "aumento moderado", pero "aumento al fin", del gasto (en total asciende a US$ 222 millones). La suba de impuestos que incluye el proyecto —en la forma del incremento de la tasa consular y un nuevo gravamen a los juegos de azar— "afecta" la eficiencia y la competitividad del país, añadió.

Déficit.

En esta línea, Oddone sostuvo que las metas fiscales del Poder Ejecutivo no se cumplirán. Los números del gobierno marcan para este año un déficit de 3,3% del PIB, de 3% el año próximo y en 2019 el objetivo es reducirlo a 2,5%. En cambio, CPA Ferrere prevé que el rojo de las cuentas públicas llegue a 3,6% este año, a 3,7% en 2018, para bajar a 3,4% un año más tarde.

Más allá de esto, el economista afirmó que la "amenaza" que se cernía sobre perder el grado inversor que ostenta Uruguay se "aleja".

Esto, entre otros, porque el ratio deuda/PIB seguirá creciendo pero "a un ritmo más moderado" que hasta ahora, según Oddone. Se ubicaría en 43% en 2020 (considerando la deuda neta sin encajes).

Eso, agregó, es una "buena noticia" de cara a las próximas revisiones de la calificación de riesgo que tendrá que enfrentar Uruguay.

Los impactos regionales y de EE.UU.

Santiago Rego, supervisor del Departamento de Economía y el otro disertante junto a Oddone ayer, expuso acerca de la situación internacional y regional y comentó de qué manera esto podría impactar en Uruguay.

En Estados Unidos la administración de Donald Trump no logra llevar a la práctica las propuestas de campaña que lo llevaron hasta la Casa Blanca, lo que hace cambiar las expectativas acerca de su gobierno. Por el lado de la Reserva Federal, en tanto, no hay mayores novedades y se espera una nueva suba de tasas para diciembre de este año. Así, la expectativa es que el dólar se mantenga "débil" en el corto plazo y no presente la "fortaleza" que se anticipaba para esta fecha uno o dos años atrás, indicó Rego.

Por otra parte, el panorama mejora en los emergentes, lo que —sumado a la incertidumbre que hay en Estados Unidos y a un "problema estructural de fondo" en las economías avanzadas— hace que los flujos de capitales giren la cabeza hacia ellos. Hay un "clima global de apetito por el riesgo" y fondos que "vuelven a mirar con cariño" a los emergentes", dijo el economista. En este escenario, recordó, varios países de la región —Uruguay incluido, al igual que Chile y Argentina— realizaron emisiones de deuda en las últimas semanas.

Si la lupa se pone en la región, Argentina volvió a expandirse pero "es una economía que crece porque está cara", dijo Rego, quien agregó que esto tiene efectos positivos sobre Uruguay, por ejemplo a nivel turístico. Sin embargo, su repunte ha tenido escaso impacto en los hogares, y es clave cómo pegará esto en las elecciones legislativa que tendrá en octubre. Un mal resultado del oficialismo, indicó Rego, podría tener consecuencias en la confianza, las inversiones y en el flujo de capitales. Brasil, por su parte, muestra un escenario económico "más benigno" que un año atrás y dio las primeras señales de crecimiento económico en 2017, pero las reformas que precisa se vuelven difíciles de concretar en medio de la incertidumbre política que reina en el gigante norteño, sostuvo el economista. En las últimas horas a esto se sumó un posible juicio al presidente Michel Temer.

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La recuperación de la economía se ha concentrado en unos pocos sectores. Foto: F. Flores

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