TEMA DE ANÁLISIS

La inflación promedio en los últimos ocho años fue del 8% anual pero no todos los precios subieron al mismo ritmo.

En la canasta típica de bienes y servicios adquiridos para el consumo por parte de los hogares hay casos en los que el aumento fue muy superior y otros en los que incluso el precio bajó a lo largo del tiempo. El concepto de inflación implica la suba generalizada de los precios en la economía, pero al interior de esa realidad promedio hay que considerar que hay cambios estructurales debidos a la evolución diferente de los precios relativos que vale la pena analizar.

El número índice que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) refleja el promedio ponderado de 374 artículos para los cuales se solicita mes a mes información a los comercios sobre los precios a los que se ofertan. Para elaborar el índice se eligen las ponderaciones para reflejar la participación en el total del gasto del hogar medio y luego mes a mes se pondera el índice de cada artículo para conformar el índice promedio general.

La base del índice actual se elaboró pensando en la realidad del año 2010 por lo que con el pasaje del tiempo existieron cambios que en algún momento puede que ameriten corregir la base con la nueva realidad. Uno de los temas que provoca la revisión es que aparecen productos y servicios que no tienen en la actualidad la importancia de antes como ser el alquiler de DVD o la ficha de teléfono público. También hay casos que no existían en aquel entonces como ser el costo de servicios de películas o música por Internet.

Un segundo tema para destacar es que la ponderación que tiene cada ítem en el índice depende de su ponderación inicial y de la evolución del precio en el tiempo. Cuanto mayor sea el valor de cada artículo, mayor va a ser su peso en el cómputo general. Por lo tanto, los artículos cuyos precios suben más incrementan su ponderación e importancia en el índice general y lo opuesto sucede con aquellos cuyos precios caen significativamente.

El índice promedio de los últimos doce meses fue 185,25 con una base 100 en el promedio de 12 meses del año 2010. Esto hace que en ocho años y dos meses la inflación media fue de aproximadamente el 8% anual.

Dentro de las categorías de bienes hay una que es la de alimentos y bebidas, que se conforma por variados precios y que representaba el 23% del consumo en el año 2010. Por su tamaño y la presencia de variados sustitutos y complementos a su interior, el análisis de los precios relativos no es tan relevante como en el resto de los componentes de la canasta.

Para el análisis de los restantes precios relativos recurrimos a lo que en la metodología del INE se llaman Grupos de bienes y servicios y en los casos en que fue necesario profundizar el análisis se pasó a nivel de artículos. Para tomar como cambio relevante en precio relativo se consideraron los casos donde hay variaciones por encima o por debajo del 20% acumulado en los ocho años respecto al Índice de Precios del Consumo (IPC) promedio.

Entre los precios con mayor incremento se encuentran los alquileres de vivienda (20,4%). Siguiendo dentro del ámbito de los gastos en vivienda también se encuentra el grupo de bienes y servicios para la conservación del hogar. En este grupo hay varios productos que suben al ritmo de la inflación, pero también se encuentra al servicio doméstico que en los ocho años tuvo aumentos extraordinarios y se desvió 37% respecto al IPC.
Otro caso de incremento relativo al promedio importante es la educación.

En particular la preescolar y primaria (37,3% más) y la secundaria (39,8% más). Se trata de servicios muy intensivos en mano de obra, en los cuales los salarios privados subieron al ritmo del 11% anual en el período y en el sector público también registraron incrementos extraordinarios dentro del presupuesto. Se trata de variaciones muy superiores a la del índice y a pesar del crecimiento que tuvieron los ingresos de los hogares, el peso que tienen en el presupuesto del hogar es cada vez mayor.

Por el lado de los precios que tuvieron reducciones aparecen las prendas de vestir (21% menos), el calzado (29%), las carteras ( 42%), los muebles (20%), los productos textiles para el hogar (25%) y los artículos de vidrio (26%). Se trata en general de productos importados o que compiten con similares del exterior. En muchos de estos casos el menor precio relativo es una mezcla de la baja de costos de producción en el resto del mundo sumada al hecho que el dólar se fue rezagando respecto a la inflación.

Además de estos bienes hay que destacar la evolución de los equipos de telefonía (60% de baja en sus precios, incluyendo a los celulares) y las computadoras (26%). Se trata de categorías donde la falta de actualización de la base se hace sentir más porque hay también cambios tecnológicos que modifican sustancialmente la cantidad y calidad de prestaciones por cada peso gastado.

Las telecomunicaciones también se abaratan respecto al conjunto de precios al consumo. El servicio telefónico bajó (37%) con relación al IPC en ocho años. Dentro de esta categoría hay servicios menores, pero también está el servicio de datos para Internet, uno de los que más ha crecido en consumo. Por lo tanto, se trata de un servicio que registra fuerte aumento en la cantidad demandada y consumida pero también una caída en los costos relevante.

Esta última situación provoca alteraciones en otras estadísticas. En particular las estimaciones del Producto Interno Bruto (PIB) que parten de una estructura productiva con base en el año 2005 en el cual el precio relativo de las comunicaciones era elevado. Desde entonces los precios han venido cayendo por lo que el peso relativo del sector en la actualidad, medido por su valor de producción, cayó frente al de las restantes ramas de la economía. Debido a ello, el dato del crecimiento del PIB da un valor más alto que el que resultaría de una ponderación más actualizada.