REESTRUCTURA

Propusieron que su remuneración cayera a más de la mitad.

Hay una frase que la presidenta de Ancap, Marta Jara, ha repetido en varias conferencias de prensa: "cada peso cuenta". Para ella es un "mantra", ha dicho. Desde que la ingeniera química tomó las riendas de la petrolera estatal en marzo de 2016, luego de la capitalización millonaria que el Parlamento había votado unos meses antes, sus números mejoraron. En 2016 la empresa logró cortar con una racha consecutiva de cinco años con pérdidas y tuvo un superávit de US$ 15 millones.

Dentro de una batería de medidas diseñada por Jara y su equipo para volver a poner en pie a la tambaleante Ancap, estaba el recorte en los sueldos de algunos cargos jerárquicos. Esto, se supo ayer, provocó la salida del gerente general de la distribuidora de combustibles de Ancap —Ducsa— Osvaldo Giraudo, el argentino que ocupaba ese cargo desde hacía más de una década (se estrenó en él en marzo de 2007).

La nueva cifra que se le ofreció al ejecutivo era menos de la mitad de lo que cobraba hasta ahora (percibía unos $ 683.000 mensuales), según pudo saber El País. De todas maneras, las fuentes agregaron que la negociación entre las partes fue "en muy buenos términos".

"En el marco de la unificación de políticas y criterios de gestión a nivel de todo el grupo, y tal como se comunicó en julio de 2017, el directorio de Ancap entendió necesario realizar adecuaciones salariales en cargos gerenciales de las empresas subsidiarias", indica un comunicado de la empresa divulgado ayer. Quien desde 2016 se desempeña como gerente general de ALUR, Victoria Hernández (antes tuvo ese mismo puesto en Petrobras Uruguay), pasará al lugar que hasta ahora era de Giraudo, agrega el texto. Su posición en ALUR, en tanto, quedará en manos de Nicolás Ferrari, que ya formaba parte de esa firma.

En agosto pasado, Jara —junto a autoridades del Ministerio de Industria— citó a los jerarcas de las firmas subsidiarias para informarles sobre los recortes salariales estipulados.

El directorio de Ancap había resuelto días antes solicitarle a los directorios de las subsidiarias que aplicaran una rebaja salarial en los cargos gerenciales y se adecuaran a los topes salariales de los funcionarios públicos fijados en la Rendición de Cuentas de 2016 (hasta un 60% del sueldo del presidente de la República). Esto generó malestar en algunos de los jerarcas que verían sus sueldos enmagrecidos debido a esta medida, informó El País en aquel momento.

Luego de conocido el tope salarial propuesto por la administración de Jara, el programa "Así nos va" de Radio Carve divulgó los sueldos que percibían algunos de estos altos cargos. El gerente general de Ducsa tuvo una remuneración mensual nominal el año pasado superior a los $ 683.000.

En el primer semestre de 2017 (últimos datos disponibles) las empresas vinculadas de Ancap acumularon una ganancia de US$ 4 millones. La que más contribuyó fue Ducsa, con un resultado neto de US$ 12,8 millones (otras perdieron).