MERCADO INTERNACIONAL

El gobierno se apresta a realizar una emisión de deuda en el mercado internacional para obtener buena parte del financiamiento que le resta conseguir para este año, en una operación que podría involucrar también reperfilamiento de pasivos.

Ayer funcionarios de la Unidad de Gestión de Deuda (UGD) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) liderados por su director Herman Kamil, mantuvieron videoconferencias con inversores locales y del exterior para presentar la situación del país y explorar el interés en una emisión de bonos a nivel global. En algunas también participó el presidente del Banco Central, Diego Labat.

Previamente, el gobierno mandató a los bancos Citigroup, HSBC e Itaú para que le concreten esas videoconferencias con inversores y esas instituciones serán las que tomen las ofertas por los títulos de deuda uruguayos a colocarse, confirmaron a El País fuentes del mercado.

En la presentación (roadshow en la jerga) los funcionarios del MEF transmitieron que la emisión podría llegar al equivalente a US$ 1.150 millones y que podría ser en moneda local y/o dólares a mediano plazo (entre 10 años y un poco más), dijeron a El País participantes de los encuentros y fuentes del mercado.

“El apetito (del mercado por deuda uruguaya) está”, resumió un participante de esa videoconferencia. Uruguay tiene un “caso de éxito” en el combate al coronavirus y el mercado lo puede validar, indicó otro.

De hecho, días atrás el estadounidense Bank of America se mostró “optimista” sobre los bonos globales uruguayos luego que el país “controlara exitosamente” los nuevos casos de coronavirus y recomendó comprar bonos uruguayos, había señalado la institución en un informe para clientes mencionado por la agencia de noticias Bloomberg.

Si bien los funcionarios del MEF no aseguraron que habrá una emisión, uno de los participantes de la videoconferencia señaló: “cada vez que el gobierno hace un roadshow, es porque está próximo a salir al mercado”.

Además, los técnicos de la UGD dejaron la “puerta abierta” para incluir en la emisión la posibilidad de que los inversores canjeen los nuevos títulos por otros a corto plazo.

“Es muy posible que hagan un combo”, es decir un bono en moneda local y otro en dólares, indicó un participante del cónclave virtual. “Va a depender un poco del nivel de tasa de interés” que pida el mercado para entrar en la emisión de deuda.

Para el socio director de Gastón Bengochea & Cía. Corredor de Bolsa, Diego Rodríguez la emisión se hará muy posiblemente hoy con “dos tramos”, uno en pesos y otro en dólares, a un plazo medio de 10 años o un poco más y destacó que el gobierno “tiene todas las condiciones para salir a un nivel razonable” de tasa de interés. En ese sentido, estimó que un bono en pesos a 10 años lo podría colocar a una tasa de retorno cercana a 11% y el bono en dólares dependerá a qué plazo pero podría emitirlo a una tasa de retorno de entre 3% y 3,5%.

“El mercado (internacional) está ávido de emisiones” de deuda, dijo Rodríguez a El País y recordó que en los últimos meses han emitido con éxito Brasil, Chile, México, Paraguay y Perú.

El director de WealthMan Corredor de Bolsa S.A., Nicolás Coccino dijo a El País que la emisión debería darse entre hoy y mañana. “Entiendo que la intención del gobierno es salir en moneda local, más concretamente en Unidades Indexadas (UI) a mediano/largo plazo, pero dejaron todas las posibilidades arriba de la mesa”, señaló Coccino.

“Pensaría que van primero por un bono UI y en caso que ese camino no les cierre ahí si por pesos”, mientras que un bono en dólares “lo veo como tercera opción, como comodín en caso que no consiguieran demanda en las tasas que el gobierno busca (en pesos o UI)”, analizó.

En cuanto a la posibilidad de incluir un canje, Coccino dijo que el gobierno podría emitir en UI y además hace un canje de los bonos globales en pesos.

Uno de los participantes de la videoconferencia del MEF indicó que el gobierno se ha sacado de encima los vencimientos de corto plazo que están en manos de inversores y podrían entrar en un canje.

En la presentación a inversores el MEF señaló que espera una caída del Producto Interno Bruto (PIB) de 3% este año y un déficit fiscal de 6,7% del PIB (la ministra de Economía, Azucena Arbeleche había manejado un déficit de 6,5% del PIB en entrevista con El País a comienzos de mayo).

Eso implica que el gobierno deberá financiar unos US$ 3.030 millones este año. A eso se suman amortizaciones de préstamos y bonos por US$ 1.618 millones, para un total de US$ 4.649 millones.

De ese monto, US$ 1.500 millones provienen de créditos de organismos, US$ 128 millones de otros y US$ 3.750 millones en emisiones de deuda, con lo que además de financiar los US$ 4.469 millones, acumulará reservas por US$ 750 millones. De los US$ 3.750 millones a emitir, el gobierno ya colocó en lo que va del año el 43% (en emisiones locales) por lo que le restaría emitir US$ 2.138. millones.