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"Hay condiciones para recuperar la inversión extranjera que se fue"

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César Blaquier (izq) asumió en abril como coordinador de las operaciones de Itaú en Argentina, Paraguay y Uruguay. Foto: R. Figueredo

Análisis en modo verano

Principales del banco Itaú a nivel regional y local prevén una mejora en el país y los vecinos.

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Según el banco brasileño Itaú vienen mejores vientos para la región. A Brasil llegarán inversiones luego de la incertidumbre electoral y la economía confirmará su repunte; en Argentina hay condiciones para que vuelva a crecer al 3%; y Uruguay se verá favorecido por este contexto, al igual que el resto de América Latina que "tendrá un buen 2019 y un muy buen 2020". Así lo explicaron a El País el director coordinador de las operaciones de Itaú en Argentina, Paraguay y Uruguay, César Blaquier, y el gerente general del banco en Uruguay, Horacio Vilaró.

Ambos destacaron que la economía local "creó sus propias fortalezas" para mantener el crecimiento —aunque se "amesetó"— a pesar de los problemas de los vecinos.

Asimismo, Vilaró señaló que "profesionalizar" el turismo puede ser la llave para lograr un desarrollo sostenido a futuro, y reclamó intensificar las "iniciativas de control del gasto" para reducir el déficit fiscal. A continuación, un resumen de la entrevista con los dos ejecutivos:

—¿Qué tanto depende el futuro de la región de lo que ocurra en Brasil con el nuevo gobierno?

—(CB): Brasil por su propio tamaño es muy importante para los países de la región y para América Latina en general. Lo que estamos esperando y el mercado como siempre se anticipa un poco, son buenas noticias. Los procesos eleccionarios en América Latina traen incertidumbre, históricamente es así, y una vez pasado eso las decisiones de inversión se empiezan a confirmar y los retornos demandados por los inversores bajan.

—¿La economía brasileña se recuperará en 2019?

—(CB): Estamos convencidos que sí, y también que ese proceso se va a extender hacia adelante. Estamos viendo los primeros signos y nos parece que América Latina tendrá un buen 2019 y un muy buen 2020. En el año que terminó, hubo una salida récord de fondos de mercados emergentes, todas las tensiones internacionales que ocurrieron hicieron que el capital saliera de lo que ellos consideraban los mercados más riesgosos —que no tienen por qué serlo— y se refugiaran en los mercados centrales. Eso trajo mucha volatilidad y retrasó un poco el crecimiento. Entendemos que en 2019 y de 2020 en adelante ese proceso debería revertirse y que el mundo posiblemente tenga menos tensiones. Para Brasil la proyección de crecimiento es 2,5% este año y 3% el próximo, pero todos los países (de la región) sobre el segundo semestre del año que viene se van a acelerar.

Reales
Foto: Archivo

—¿Cuál es la situación de la economía argentina? ¿Persisten los riesgos de crisis hacia 2019?

—(CB): Me parece que hay un grado de madurez hoy distinto al que había hace uno o dos años en la clase dirigente del país. Creemos que las crisis cambiarias que ocurrieron están en el pasado y nosotros no proyectamos en absoluto una repetición de esa volatilidad demasiado alta, porque se conjugaron varios factores que entendemos no estarán presentes en 2019. Por eso lo miramos con mucha más tranquilidad que en 2018. Esto aislado de lo que he dicho, que los procesos eleccionarios traen incertidumbre y en Argentina es más que en otros países.

—Tomando lo del repunte pos-elecciones que se espera en Brasil. ¿Se puede prever lo mismo para Argentina en 2020?

—(CB): Sí, nuestra proyección económica para 2020 es de un crecimiento de 3% en Argentina y estamos firmes en eso. Porque a medida que se van despejando las incógnitas y que el mercado tras un overshooting (sobrerreacción) se acomoda, al estar tranquilos con el tipo de cambio y con varias reformas estructurales que ya se hicieron, el grado de volatilidad no debería ser tan alto y eso da tranquilidad a quienes toman las decisiones de inversión. Una vez que el país encuentra sus anclas de estabilidad en lo fiscal, en lo monetario y lo cambiario, es más fácil tomar decisiones de inversión.

—¿Ven a Uruguay como una economía desacoplada de la región como sostiene el gobierno?

—(CB): Creo que no está desacoplada, pero ha logrado armar algo interesante. En el pasado la cifra de veraneantes de Argentina era mucho más determinante que hoy, o una crisis cambiaria como la que hubo en Argentina hubiera hecho que el dólar se moviera más aquí. Si bien trajo volatilidad, los rangos se han achicado mucho, y eso es porque el país creó sus propias fortalezas dentro de su economía.

César Blaquier (izq) asumió en abril como coordinador de las operaciones de Itaú en Argentina, Paraguay y Uruguay. Foto: R. Figueredo
César Blaquier. Foto: Ricardo Figueredo

—¿Cómo observan la economía local y que prevén para los próximos dos años?

—(HV): Ya no crecemos a los ritmos de 2004 a 2013, es evidente que se está amesetando el crecimiento. Pero hemos tenido circunstancias regionales que antes nos hubieran provocado incidentes mucho más serios que este enlentecimiento. Se ha madurado mucho, tomando una cantidad de seguros que antes no teníamos. Hay dos temas determinantes (a futuro), uno es el turismo, que es una de las mayores industrias de exportación y con mucho valor agregado, que ha tenido una temporada no tan mala como pensábamos a mitad del año pasado ni tan espectacular como la anterior. Lo otro es lo agrícola que venimos de una zafra pasada que fue mala por temas climáticos, y que hubo que trabajar mucho entre el sector productivo, el gobierno y los bancos para lograr condiciones para que la gente vuelva a sembrar y se logró en una inmensa mayoría. Ahora estamos de vuelta con lluvias en exceso y veremos cuánto impacta, es muy importante para ver cómo nos va. Pero, en líneas generales vemos un escenario en 2019 de crecimiento moderado y una mejor expectativa para 2020 y los años siguientes. Hay condiciones para recuperar la inversión extranjera directa que se fue, y es lo que precisa el país para retomar un crecimiento del 3,5% o 4%.

—¿Qué tan riesgoso es el nivel actual de déficit? ¿Pone en riesgo el grado inversor?

—(HV): Sí, los déficits fiscales altos y sostenidos siempre ponen en riesgo todas las variables macroeconómicas, porque el corazón de la economía pasa por ahí, y en América Latina lo sabemos muy bien. Creemos que es muy importante recrear más iniciativas de control del gasto, de no aumento del gasto público, de reducción del peso del Estado, y la otra cosa necesaria es el crecimiento de la economía.

—En la competencia con sus vecinos, ¿Uruguay sigue siendo atractivo para los inversores?

—(CB): Es difícil de responder, porque cada mercado tiene su particularidad. Paraguay ha sido muy atractivo en los últimos años. Pero como en todas las cosas es riesgo y retorno, hay un esquema de precios que balancean las decisiones de inversión, y ahí es donde juega la capacidad de los gobiernos y de las propias economías de atraer esas inversiones. Depende del tipo de inversión, si son enfocadas en el mercado interno posiblemente si las cosas están más estables vayan a Brasil o Argentina, pero si es un mercado exportador y está la infraestructura y la experiencia, no tengo duda que los próximos emprendimientos como las pasteras se van a instalar en Uruguay.

—¿Cuál es el principal desafío que Uruguay debe superar para lograr un desarrollo sostenido?

—(HV): Se debe potenciar la profesionalización del turismo. Es de las áreas que veo más claro oportunidades para mejorar, porque los extranjeros están bien aspectados por Uruguay. Hay que profesionalizar los servicios que damos, la calidad, los precios, y sin ningún pudor ni tapujo, convertirnos de verdad en un país de turismo.

"La gente casi no quiere ir al banco y cambiamos"
Horacio Vilaró. Foto: Ricardo Figueredo

La charla con los ejecutivos de Itaú se dio en la previa de un evento organizado por el banco para clientes en Punta del Este, donde expuso sobre inteligencia artificial el uruguayo Juan Miguel Lavista, director senior de Data Science del equipo de Microsoft Data Science. "Utilizamos principalmente datos, en los bancos tenemos una gigantesca cantidad de datos que no siempre hemos utilizado bien y que significan beneficios para los clientes. Es entender sus preferencias, su propensión a consumir, cuando puede necesitar financiamiento, cuando tiene necesidades de ahorro; todo aún antes que él nos lo diga, y eso nos lo permite la inteligencia artificial", sostuvo César Blaquier, coordinador de las operaciones de Itaú en la región. En Brasil ya hay 150 científicos de datos trabajando en el banco.

A este proceso de cambio en el modelo de negocios, con foco en la tecnología y el análisis de datos, se llegó buscando "estar en donde nuestros clientes nos digan". Blaquier explicó que "cambiamos porque la gente ya casi no quiere ir al banco para lo que hacía tradicionalmente, sí quiere ir para sentarse con su asesor de inversiones o para discutir un proyecto". En línea con esto, Horacio Vilaró, gerente general de Itaú en Uruguay, expresó que vieron "un riesgo" si continuaban "haciendo lo mismo que hasta ahora", porque "los clientes no nos iban a preferir". "Hay que reciclarse y cambiar las formas de hacer las cosas. Por ejemplo, la cantidad de sucursales en el pasado era un activo y hoy puede llegar a ser un pasivo", sostuvo Vilaró.

Objetivos de mediano plazo

César Blaquier asumió en abril como coordinador de las operaciones de Itaú en Argentina, Paraguay y Uruguay, dentro de un proceso de consolidación regional buscando ser "el banco de América Latina". "Debatimos mucho qué significaba eso, si ser el más grande o el más rentable, y nos dimos cuenta que no. Hay en tres cosas que pelearemos por ser líderes: tener la mejor experiencia para el cliente, ser el mejor lugar para trabajar en la industria financiera, y el componente digital. Me gustaría volver a hablar en 2021 y decir que lo hicimos", manifestó.

La inclusión financiera, rentabilidad y educación

Horacio Vilaró, gerente general del banco Itaú, entiende que Uruguay "avanzó bastante" en el último tiempo en materia de acceso de la población a los servicios bancarios, pero "estamos aún lejos de los países líderes, a medio camino". Lo que sí no tiene dudas es que se trata "de un proceso que no tiene marcha atrás, porque el mundo va hacia ahí y lo que te exigen es transparencia y que todas las transacciones sean revisables". Igualmente, marcó que hay que ser "cuidadosos" porque es mejor "convencer que imponer, que se vea realmente el beneficio de la inclusión financiera antes que la obligación".

El ejecutivo destacó que Itaú impulsó "un montón de productos para acompañar" el proceso que lleva adelante el gobierno, en el entendido que aunque les generó "obligaciones y costos" que antes no tenían —por ejemplo no pueden cobrar por la apertura de las denominadas cuentas sueldo— "hay un objetivo de interés general que es la inclusión, y apostamos que esa generación de (nuevos) clientes nos compensen en algún momento la inversión grande que hemos realizado".

Salle:" la decisión es salir a velar por los derechos de los consumidores". Foto. D. Borrelli
Foto. D. Borrelli

Sin embargo, reconoce que hoy "esas inversiones todavía pesan" al medir la rentabilidad del negocio en Uruguay, que "sigue por debajo de los estándares requeridos internacionalmente", no solo en el caso de Itaú sino también de los demás bancos de plaza. "Tenemos bancos dimensionados para una capacidad prestable mucho más grande que la que finalmente podemos prestar, entonces dependemos mucho de colocaciones en el exterior, que han sido durante una década en general de tasas tendientes a cero", explicó Vilaró. Para aumentar el campo de clientes, César Blaquier, director coordinador de las operaciones del banco en la región, dijo que deben enfocarse en apoyar programas de educación financiera. "En Brasil nos pasó que lanzábamos al mercado ciertas cosas que no eran fáciles de usar para un segmento de clientes" sin conocimientos sobre finanzas, señaló.

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