En defensa de los atavismos ideológicos, el discurso ahora dice que si la aplicación práctica de las ideas del gobierno resulta ineficaz, la culpa no es de dichas ideas, sino de la realidad que, tozudamente, insiste en no adaptarse a ellas.
A vista de lo que se ha escuchado de parte de las voces más representativas del oficialismo respecto a la campaña en Brasil, nadie podría dudar que Bolsonaro tiene bastantes motivos para no querer hablar con nadie del Frente Amplio.
Todos para el mismo lado, liderados hacia la nada, pero todos juntos. A lo mejor los espera el barranco, pero bien juntos, que nadie se abra su camino. Esa es la ideología de la manada. El de adelante sabe a dónde va y nadie lo cuestiona.
El intercambio se produjo en momentos en que las dos mayores economías del mundo están enfrentados en una guerra comercial.
Como era previsible, terminó el Mundial (o, más precisamente la participación de nuestra selección nacional) y comenzó el manejo de nombres para las precandidaturas en varios partidos, en particular en el Frente Amplio.
En el marco de las movilizaciones frente a la próxima Rendición de Cuentas, los paros y la amenaza de una huelga general en la educación se plantean como inminentes.