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Impactos de un TLC que está "lejos de concretarse"

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Referentes debatieron acerca de las posibles consecuencias de un TLC entre China y Uruguay. Foto: F. Flores

Evento

Expertos y empresarios creen que el próximo gobierno tendrá que evaluar “seriamente” TLC con China.

Que China es la segunda economía mundial más importante no es novedad y que se ha convertido en el principal socio comercial de Uruguay, mucho menos. Mientras que hace 10 años las exportaciones uruguayas a China representaban el 3,6%, ahora representan un 21,4%. Además, se ha consolidado como socio de las importaciones uruguayas al posicionarse como el segundo principal origen.

Sin embargo, la importancia y el desafío que representa esta potencia para el comercio a nivel mundial y para países pequeños como Uruguay, parece chocar de frente contra obstáculos de toda índole (políticos, económicos, ideológicos) que hacen pensar que concretar un Tratado de Libre Comercio (TLC) entre ambos países sea una realidad difícil de imaginar —al menos en el corto plazo—.

Esa fue la principal conclusión (y crítica) a la que llegaron los participantes del panel de discusión "Posibles impactos de un TLC con China", un evento organizado por la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), en la que los expertos en negocios internacionales, Ignacio Bartesaghi y Natalia Melgar, expusieron las posibles consecuencias de un TLC.

Ambos académicos presentaron los principales efectos que tendría un TLC entre ambos países y responsabilizaron al gobierno de no avanzar en un acuerdo de este tipo por falta de liderazgo, de una estrategia internacional clara y de voluntad política.

Al gobierno, "le faltó asumir los costos políticos" que ocasiona la discusión interna de un TLC con China, señaló al respecto el decano de la Facultad de Ciencias Empresariales de la Universidad Católica, Ignacio Bartesaghi.

Además, añadió que es "fundamental" entender que el próximo gobierno tendrá que "atender esta situación porque sino los otros países seguirán avanzando en el cierre de acuerdos comerciales", mientras que Uruguay "seguirá sin acuerdo con las economías importantes a nivel internacional".

Entre los principales beneficios de firmar un TLC con China, Melgar explicó que Uruguay podrá exportar más de lo que ya lo hace, consolidar nuevas líneas (diversificar productos), insertarse en nuevas cadenas de valor, importar productos más baratos y mejorar así el bienestar, crear oportunidades de negocios, atraer mayores inversiones y dar una señal de apertura al mundo.

Sobre las desventajas, señaló que si bien habrá efectos negativos, serán de "bajo impacto" porque los sectores a los que más afectaría (comercio y calzado) tienen "un peso relativamente escaso en su industria (7,5%), tanto en la generación de valor bruto de producción como en la generación de empleo (que tiene un peso de tan solo 3,4%)", explicó.

Para evitar esta situación, indicó que se pueden tomar medidas y "mantener ciertos niveles de protección" para esos rubros vulnerables. "Son sectores que ya presentan problemas más allá de un TLC con China, son sectores con problemas estructurales", manifestó.

Por su parte, Bartesaghi explicó que el comercio entre Uruguay y China no es competitivo, sino complementario, "patrón que hace un poco más fácil la relación", dijo. Sumado a eso, señaló que China exporta cada vez más máquinas, vehículos y productos electrónicos, y cada vez menos calzados y vestimenta. "Eso quiere decir que su estructura productiva cambió y que ese tipo de industria es cada vez menos relevante para ellos. Ahora quieren ser los líderes tecnológicos", opinó.

Sobre la posibilidad de concretar un TLC con China, el decano dijo que "no están dados los consensos mínimos en Uruguay para poder avanzar, no hay un liderazgo claro, no hay una estrategia definida con respecto a qué hace el Mercosur. El resultado final termina siendo el estancamiento" y concluyó al decir que espera que "este sea un tema evaluado seriamente en el próximo gobierno".

Lo que dicen los empresarios

Del panel participaron también Gabriel Rozman, presidente de la Cámara Uruguay-China; Ángel Díaz, presidente de la Cámara Mercantil; Julio Lestido, presidente de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS) y Gabriel Murara, presidente de la Cámara de Industrias (CIU). Además, entre los participantes se encontraba Luis Alberto Lacalle y el ex presidente del Banco Interamericano de Desarrollo, Enrique Iglesias. Para Rozman, la imagen país en China no es significativa, "realmente no somos conocidos", señaló. Su consejo fue "dejar de ser tan uruguayos", ser más agresivos, tomar riesgos y viajar más a China. "Tenemos una fobia por cualquier cosa que se llame TLC", indicó. En cuanto al presidente de la CIU, también coincidió con lo positivo de un TLC aunque advirtió sobre los problemas de competitividad de Uruguay. Por su parte, Lestido dijo que desde la CNCS es "imposible que podamos decir que no al TLC" y añadió que "nosotros somos comerciantes, no nos negamos a ningún mercado". Además, preguntó a modo reflexivo: "¿Será más difícil negociar con los chinos que ser empresario en Uruguay?".

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