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La industria textil en Bangladesh, al límite por el coronavirus

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Un funcionario de la fábrica de prendas de vestir verifica la temperatura corporal de una trabajadora. Foto: EFE.

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El sector textil de Bangladesh, que representa casi el 84% de las exportaciones totales del país, está en una situación complicada por el COVID-19.

El 26 de marzo, el primer día de parón nacional en Bangladesh para contener el coronavirus, fue también el último de trabajo de Ranu Akter, a la que llamaron a una oficina de la fábrica textil donde trabajaba para que presentara su dimisión.

"Vi a otros cinco o seis trabajadores como yo esperando en la sala de la oficina. A todos nos pidieron firmar un papel y salir de la fábrica. Nos quedaban cuatro días de trabajo ese mes, pero nos dijeron que no nos preocupáramos por eso", recuerda Ranu.

El 20 de abril recibió su último salario, junto a la incertidumbre de cuándo volvería a trabajar.

La pandemia dejó en una situación límite a millones de trabajadores del poderoso sector textil de Bangladesh, que representa casi el 84 por ciento de las exportaciones totales del país, unos US$ 34.000 millones.

La secretaria general del Centro Sindical de Trabajadores de la Confección, Joly Talukder, aseguró que en las 55 fábricas que supervisan han despedido a unos 25.000 trabajadores permanentes desde que en marzo comenzó la emergencia por el coronavirus en el país.

"Tememos que la situación sea mucho más grave. Si sumamos a los trabajadores temporales o recién contratados, veremos que casi 40.000 trabajadores han sido despedidos solo en estas fábricas", dijo.

Los trabajadores son los más afectados por la crisis, indicó la directora ejecutiva del Centro de Solidaridad Laboral de Bangladesh, Kalpona Akter, que culpa de la situación de los empleados al "comportamiento irresponsable" de las empresas.

"Todos padecemos esta pandemia, no hay duda al respecto. Pero si pensamos en las consecuencias, es mucho mayor para un trabajador que para un propietario de las fábricas o para las marcas compradoras", dijo Kalpona.

Trabajadoras se lavan las manos antes de ingresar a una fábrica después de la reapertura de estas a escala limitada. Foto: EFE.
Trabajadoras se lavan las manos antes de ingresar a una fábrica después de la reapertura de estas a escala limitada. Foto: EFE.

Para la activista, si la pandemia dura unos meses más, "el comprador o el propietario perderá sus ganancias, una fracción de las ganancias, no el establecimiento. Pero los trabajadores perderán su sustento". "Uno puede imaginar lo grave que es su situación cuando ves a un trabajador caminando 150 kilómetros para regresar a las fábricas después de una reciente reapertura", señaló.

El precio de la pandemia para los fabricantes

La consecuencia de la pandemia ha sido igualmente grave para los propietarios, matizó la presidenta de la Asociación de Fabricantes y Exportadores de Ropa de Bangladesh (BGMEA), Rubana Huq.

"Según el último informe, 1.149 fábricas anunciaron que 981 millones de piezas por un valor de US$ 3.170 millones en exportaciones fueron canceladas o retenidas, afectando a 2,27 millones de trabajadores aproximadamente", explicó, al tiempo que aclaró que no disponen de los datos de algunas compañías, por lo que los números podrían ser mayores.

Además, añadió, se están experimentando retrasos en la obtención de pagos de los bienes enviados por parte de los compradores y la mayoría de éstos se han desviado del contrato de venta original y solicitan descuentos de entre el 20 y el 50 por ciento.

La primera ministra de Bangladesh, Sheikh Hasina, anunció el pasado 25 de marzo un paquete de estímulo de US$ 588 millones para pagar los salarios de los trabajadores, que se presentó en forma de préstamo con cargos del 2 por ciento a pagar en 24 meses.

De acuerdo con Huq, las fábricas están luchando por mantener las operaciones y a los trabajadores pese a la falta de apoyo de las marcas compradoras, "a excepción de unas pocas".

Trabajadoras de la industria textil usan máscaras faciales protectoras mientras hacen cola antes de ingresar a una fábrica en Bangladesh. Foto: EFE.
Trabajadoras de la industria textil usan máscaras faciales protectoras mientras hacen cola antes de ingresar a una fábrica en Bangladesh. Foto: EFE.

Más de la mitad de los 316 compradores de Bangladesh encuestados en marzo por el Centro para los Derechos Globales de los Trabajadores de la Universidad estadounidense Penn State cancelaron la mayor parte de su producción en proceso, o ya completada.

Cuando se cancelaron esos pedidos, el 72,1 por ciento de los compradores de los textiles fabricados en Bangladesh se negaron a pagar por las materias primas ya compradas, y el 91,3 por ciento de los compradores se negaron a pagar el costo de cortar-hacer-recortar del proveedor, según la encuesta.

Unas pocas excepciones

Al menos una docena de multinacionales, sin embargo, sí han respetado sus compromisos con los fabricantes bangladesíes y los trabajadores pese al impacto de la pandemia de coronavirus, según el seguimiento del Consorcio de los Derechos de los Trabajadores (WRC).

Un extremo que confirmaron algunas de esas compañías, como la española Inditex, la sueca H&M o la británica Marks and Spencer.

La portavoz de H&M Katarina Hugo aseguró que han respetado sus compromisos sobre las prendas ya producidas, "así como productos en producción, si se entregan dentro de un plazo razonable".

Inditex, propietaria de Zara, también remarcó su apoyo a fabricantes y trabajadores durante la pandemia.

"Estamos cumpliendo todas nuestras responsabilidades con nuestros proveedores al asegurarnos de que todos los pedidos que se han producido o que se encuentran actualmente en producción se paguen completamente de acuerdo con las condiciones de pago originales", subrayó un portavoz de la compañía española.

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