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La inflación en 2017 fue la más baja en ocho años

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Morrones: los de color rojo alcanzan precios de hasta $ 300. Foto: F. Ponzetto
Feria de frutas y verduras, ND 20160714 foto Fernando Ponzetto

DESDE 2010

Culminó en 6,55% en los 12 meses a diciembre; no cerraba dentro del rango meta del BCU desde 2010.

En el año que acaba de terminar la inflación consiguió algo que no ocurría desde 2010: se ubicó dentro del objetivo oficial determinado por el Banco Central (BCU) —entre 3% y 7%—. En concreto, en la variación acumulada en 2017 llegó a 6,55%, según la información que divulgó ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE). Siete años atrás, la inflación había finalizado el año en 6,9%, mientras que en 2016 ese guarismo había llegado a 8,1%.

Se trata, además, del menor registro anual desde 2009, cuando había alcanzado 5,9% en 12 meses a diciembre.

En el último mes de 2017, en tanto, la inflación tuvo una caída de 0,31% frente a noviembre (ver aparte).

Ayer, en una entrevista publicada en el semanario Búsqueda, el ministro de Economía, Danilo Astori, adelantó el dato que se conocería en la tarde del jueves al hacer un balance del año que finalizó días atrás: "la inflación ha caído y va a cerrar 2017 en 6,5%, dentro del rango meta".

Es que la inflación se había transformado en una de las piedras en el zapato para el equipo económico en 2016, año en que durante seis meses incluso superó la "barrera psicológica" del 10%. Entre otros, esto estuvo explicado por condiciones climáticas adversas para el cultivo de frutas y verduras con un "peso" importante en la canasta relevada por el INE, cuyos precios subieron como consecuencia de este fenómeno.

Pero en marzo del año pasado se logró cambiar la pisada y, por primera vez desde 2010, la inflación volvió a entrar en la meta cuando llegó a 6,7%. Tuvieron que transcurrir 74 meses para que esto sucediera de nuevo. De ahí en más, la inflación no se movió del objetivo marcado por el BCU durante los restantes meses del año pasado.

visiones

. Para el socio de Vixion Consultores, Aldo Lema, en 2017 "se explicitó más nítidamente la desaceleración" que había tenido su puntapié inicial a mediados del año anterior. Para esto "influyó la normalización de los precios de las frutas y verduras tras las alzas de 2016 y la moderación del núcleo inflacionario por la apreciación del peso uruguayo, la fuerte moderación de los costos laborales unitarios y la compresión de los márgenes de comercialización", enumeró.

De todas maneras, Lema recordó que a mediados de 2017 se empezó a ver un "cierto repunte de la inflación básica, atribuible sobre todo a algunos ítems volátiles y más recientemente una leve reaceleración en los indicadores mensuales (desestacionalizados) del núcleo inflacionario".

De hecho, diciembre fue el quinto mes consecutivo de suba inflacionaria en la comparación interanual.

Para Lema, esto muestra que el piso de la inflación interanual en este ciclo estuvo en julio del año pasado, momento desde el cual se comenzó a dar una "reaceleración" que la debería situar por encima del 7% en 2018.

Por su parte, la senior manager de Servicios Económicos de PwC, Mercedes Comas, destacó respecto a lo sucedido con los precios en 2017, que se observó una "desaceleración generalizada", con la excepción de alguna división. La economista subrayó como relevante el hecho de que la inflación lograra terminar dentro del objetivo oficial, y que también haya alcanzado el menor registro en ocho años.

Asimismo, Comas coincidió en que este año se superará nuevamente el rango meta oficial. La consultora espera que la inflación termine el año cercana a 7,5%, aunque esto estará íntimamente ligado a qué suceda con el tipo de cambio, indicó la analista. Hay una "expectativa" de que la divisa estadounidense "repunte", añadió. Otra de las interrogantes es qué pasará con la nueva ronda de negociación salarial y qué lineamientos tendrá, para conocer cómo podrá impactar en las presiones inflacionarias, expresó Comas.

En tanto, el socio de Oikos Pablo Moya apuntó que dos de los principales elementos que explicaron la caída de la inflación durante el año pasado —un dólar a la baja durante buena parte de 2017 y un clima más benévolo para las frutas y verduras cuyos precios habían trepado en 2016— están muy atados a la "suerte" y no responden a medidas tomadas por los hacedores de política.

Moya también mencionó a los salarios como un factor que durante el año pasado no empujaron a la inflación al alza. Esto sucedió, dijo, porque si bien crecieron en términos reales (por encima de la inflación) hubo un deterioro en el mercado de trabajo. Los empleadores, graficó, "cambiaron salario por empleo" y "compensaron" el incremento salarial.

El "efecto" del plan UTE Premia

¿Qué pasó con la inflación durante el último mes del año? "El dato de diciembre fue ligeramente superior a lo esperado, debido a la inflación en el componente de frutas y verduras", sintetizó la directora del Departamento de Asesoramiento Financiero de Deloitte, Tamara Schandy. Más allá de eso, agregó la economista, no hubo ninguna "sorpresa". La inflación subyacente (aquella que excluye los precios más volátiles, como los de frutas y verduras) "ha permanecido prácticamente estable en los últimos meses", dijo Schandy.

En el mes, la categoría "vivienda" tuvo una contracción de 5,37%, explicada por la baja en la electricidad (que en el mes llegó a 18,82%), fruto del Plan UTE Premia, que la empresa eléctrica estatal realiza desde hace seis años en el último mes del año. Es un beneficio que brinda en diciembre a los clientes que cumplieron con los pagos en fecha de la tarifa y significa una renuncia cercana a US$ 14 millones (cerca del 1% de su facturación anual).

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