La recaudación neta de la Dirección General Impositiva (DGI) —descontada la devolución de tributos— creció 5,3% en el primer cuatrimestre del año (en términos reales), frente al mismo período de 2016. Entre enero y abril, la DGI tuvo ingresos por $ 108.374 millones (US$ 3.811,3 millones).
En abril, los ingresos netos de la DGI subieron 4,7% en términos reales.
El IVA, el impuesto que origina la mayor parte de los ingresos de la DGI (45,4% del total), aumentó 1,7% su recaudación en enero-abril frente al mismo período de 2016. Ese crecimiento se dio por el IVA recaudado por transacciones a nivel interno, que se elevó 8,8%, ya que el IVA a las importaciones bajó 11% sus ingresos y el IVA mínimo (que paga la pequeña empresa) retrocedió 0,6% en sus ingresos.
El otro impuesto al consumo relevante, el Imesi, elevó su recaudación 8,8% en el primer cuatrimestre del año. Los ingresos de todas las categorías que cubre el tributo aumentaron: la recaudación de Imesi a los combustibles se incrementó 9,2%, la de tabacos y cigarrillos 10,9%, la de automotores 1% y la del resto del tributo lo hizo 11,2%.
El segundo impuesto que más ingresos genera a la DGI, el IRPF (con 17,8% del total) pegó un salto en su recaudación 21,9% en el primer cuatrimestre. Esto se debe en gran parte al ajuste fiscal que elevó algunas tasas del impuesto y redujo las deducciones. El IRPF categoría I (rentas del capital) elevó su recaudación apenas 0,2%, mientras que el categoría II (rentas del trabajo) aumentó 25% sus ingresos.
El Impuesto de Asistencia a la Seguridad Social (IASS) también elevó su recaudación en niveles importantes: 19% en enero-abril. En este caso también hubo ajustes en las tasas del tributo.
Por su parte, el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE) —tercero en importancia con 16,4% del total de ingresos de DGI— incrementó 4,4% su recaudación en enero-abril. Aquí también pegó el ajuste fiscal, pero aún no en toda su magnitud.
A su vez, el Impuesto a la Renta de No Residentes (IRNR) tuvo una caída de ingresos de 2,06%.
En cuanto a los tributos a la propiedad, el Impuesto al Patrimonio tuvo una caída de 6,3% en la recaudación, mientras que los ingresos por el Impuesto a las Transmisiones Patrimoniales (ITP) se incrementaron 15,8%.
US$ 3.811 MILLONES