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Inversión ángel sigue creciendo en la región, pero en Uruguay encontró otros caminos

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La inversión ángel aumentó en 2019 pero en Uruguay el fenómeno es diferente. Foto: Archivo

EMPRENDIMIENTOS

En América Latina crece el número de empresarios que invierten en emprendimientos pero en Uruguay la tendencia es diferente.

Durante 2019, más de 3.500 inversores de toda América Latina y el Caribe volcaron US$ 22,2 millones para financiar emprendimientos y empresas que se encuentran en etapas tempranas de su ciclo de vida y que buscan mayor financiamiento para poder crecer. Este tipo de inyección de capital, conocido como inversión ángel, viene registrando una tendencia al alza y se ha posicionado en los últimos años como una alternativa más de financiamiento para las empresas.

Los datos surgen del informe que realizó Xcala el programa impulsado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el IEEM, la Escuela de Negocios de la Universidad de Montevideo.

La presidenta del programa, Isabelle Chaquiriand, explicó en diálogo con El País que el trabajo de la asociación es impulsar a que más personas en América Latina consideren a la inversión ángel como una alternativa más de inversión y lograr que tanto emprendedores como inversores accedan a más posibilidades de negocio.

El estudio fue presentado ayer en el marco del Xcala Summit y demostró que durante 2019 el número de operaciones cerradas fue 186, con unos US$ 22,2 millones invertidos. Las cifras reflejaron un crecimiento frente al año anterior en cuanto a monto invertido (en 2018 habían sido US$ 20, 8 millones), aunque implicó una leve baja en términos de cantidad de operaciones cerradas (el año anterior habían sido 199).

Esa disminución puede deberse, según explicó Chaquiriand, a que el año 2019 “fue muy particular” debido a que hubo países en la región que experimentaron “conflictos sociales importantes”, lo que llevó a que en esos lugares la inversión bajara.

El informe reflejó además que durante 2019 la inversión promedio fue de US$ 119.000 por emprendimiento, cifra que se mantuvo en los niveles esperados en comparación con los años previos. Ese monto además proviene de varios inversores que se reúnen para invertir en un mismo emprendimiento y poder diversificar el dinero.

El resultado de 2019 “está siendo muy superior” al esperado por Chaquiriand. A su entender, el aumento de la inversión ángel en la región se debió a un doble fenómeno, por un lado por la intervención del programa Xcala que “buscó premeditadamente que esto pasara” y por otro lado, el mercado que “claramente estaba pidiendo” este tipo de opciones de inversión en la economía real.

“Se está entendiendo cada vez más la importancia que tienen los emprendimientos en la economía de los países. Y en el oficio de invertir, el hecho de que los inversores trabajen en conjunto les está dando más seguridad y se sienten más acompañados en este proceso, por lo que la aversión al riesgo está bajando cada vez más”, explicó Chaquiriand.

Del total de operaciones cerradas en el 2019, el 35% de ellas estuvieron relacionadas con emprendimientos cuyo foco estaba puesto en la mejora de la calidad de vida, el 22% en educación, el 22% en inclusión social y el 21% en temas medioambientales.

Asimismo, al día de hoy la red de Xcala está compuesta por alrededor de 50 grupos de inversores, de los cuales el 93% logró cerrar operaciones el año pasado. Este es un indicador que el estudio mide desde sus inicios (año 2014) y que refleja un crecimiento anual constante a excepción de una leve caída de dos puntos porcentuales en 2019 frente al año anterior.

De los emprendimientos que recibieron financiación por parte de inversores ángeles, el 40% llegó en fase Semilla, casi el 25% en etapa de Idea, más del 20% en una fase de Consolidación y más del 15% en Crecimiento. Si se analizan las inversiones por industria, la enorme mayoría (35%) está relacionada a las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), seguido del rubro Alta tecnología, Servicios, Agroindustria y Bienes de consumo.

El próximo año la encuesta revelará qué ocurrió durante este año 2020 y cómo impactó la pandemia del coronavirus. Sin embargo, Chaquiriand adelantó que las perspectivas son “muy buenas”porque hay “una gran liquidez de dinero en el mundo, las tasas de interés bajas y hay muchas oportunidades en sectores como la salud y la tecnología”.

Uruguay.

En relación al funcionamiento de las inversiones ángeles en Uruguay, la directora de Xcala dijo que es uno de los países donde “ha costado más” la consolidación de redes de inversión ángel como sí ocurre en otros países de la región.

Sin embargo, Chaquiriand explicó que en Uruguay lo que sí ocurre es que se crean grupos cerrados de inversores, conformados por aproximadamente cuatro o cinco personas que ya se conocen entre sí porque trabajaron juntos previamente y que deciden hacer un fondo de inversión entre ellos y empezar a invertir en emprendimientos.

“También se está dando que empresas grandes, ya establecidas, con una trayectoria importante separan determinados fondos para invertir en emprendimientos”, dijo Chaquiriand. Este fenómeno de fondos corporativos en Uruguay, es una tendencia que según la directora de Xcala, “viene creciendo” porque “básicamente las grandes corporaciones se dan cuenta de que los negocios -y ahora con la pandemia lo entendimos rápidamente- tienen ciclos de vida cada vez más cortos entonces tienen que reinventarse rápidamente y estar cerca de los emprendedores, poner fichas en emprendimientos que estratégicamente tienen que ver con su negocio, les permite estar cerca de las próximas tendencias”, explicó la jerarca.

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