El impacto
La consultora Exante elaboró un análisis de cómo llegaron las empresas uruguayas en términos financieros y de sus resultados a la crisis provocada por el COVID-19.
La consultora Exante elaboró un análisis de cómo llegaron las empresas uruguayas al golpe que supuso para la economía las medidas para contener la pandemia del coronavirus. Para ello, utilizó una base propia de estados financieros de 2.000 empresas uruguayas de todos los sectores.
“Como sucede en todo el mundo, la economía uruguaya entró en una recesión fuerte a causa del coronavirus. Todavía no sabemos con certeza la profundidad y duración de la recesión, pero en cualquier caso será importante”, señaló Exante.
Si bien, “la base de datos contiene cifras mayormente de 2018 y, en menor medida, de 2019”, aclaró Exante, “difícilmente muchas empresas hayan logrado mejorar sus números” dado el estancamiento económico en 2019.
En la base de datos hay 800 empresas grandes (facturación mayor a US$ 10 millones anuales) y 1.200 empresas medianas y pequeñas (facturación menor a US$ 10 millones).
De las 800 empresas grandes, 254 están en el sector Comercio, Restaurantes y Hoteles, 215 en la Industria manufacturera y 104 en los Agronegocios y el resto en otros sectores.
De las 1.200 pequeñas y medianas, 525 están en Comercio, Restaurantes y Hoteles, 166 en la Industria manufacturera y 118 en Transporte y Almacenamiento. El resto se divide en otros sectores, siendo el de más cantidad, Construcción con 95.
¿Qué dicen los datos? Un 13% de las empresas tuvieron resultado operativo (antes de pagar intereses) negativo y la mediana (se ordenan todos los resultados y se toma el del centro) fue de un resultado de 10,8% sobre activos.
“A su vez, unas 300 empresas (15% del total) cerraron el último ejercicio con resultado neto (después de pagar intereses e impuestos) negativo y otras 200 (10% del total) cerraron con resultado neto positivo pero muy pequeño (menor a 5% de su patrimonio)”, indicó Exante.
En relación con el endeudamiento con entidades financieras, más de 100 empresas mantenían deudas financieras y al mismo tiempo tenían en negativo su EBITDA (ganancias antes del pago de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones según sus siglas en inglés, que es una variable que aproxima la generación de caja).
"En tanto, casi 300 empresas (16% del total) registraron un EBITDA positivo, pero mantenían un endeudamiento relativamente elevado (deuda financiera / EBITDA mayor a tres)", agregó el análisis de la consultora.
Un problema que genera el paráte de la actividad por el COVID-19 es la liquidez. En ese sentido, “unas 300 empresas se encontraban con niveles reducidos de liquidez” (activos de corto plazo menores a sus pasivos de corto plazo) dijo Exante.
Además “las compañías operan con niveles reducidos de caja (porque en tiempos normales una caja elevada es financieramente costosa)”, ya que la mitad de las empresas contaba con disponibilidades inferiores a 13 días de venta”, afirmó.
Según los datos, "el endeudamiento de las empresas con el sistema bancario está en niveles moderados. Por lo tanto, no deberíamos aguardar un deterioro muy importante de las condiciones financieras si la recesión es corta (aunque profunda) y la recuperación es vigorosa", aseguró la consultora.
"La fortaleza de los bancos y los ajustes regulatorios implementados por el Banco Central dejan un buen espacio para la readecuación del endeudamiento de las empresas ante esta nueva situación", concluyó la consultora.