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La lucha de empresarios y sindicato de un sector en crisis contra los importadores

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Isusa fue fundada en 1947 y desde 1951 está en San José. Foto: Archivo El País

"COMPETENCIA DESLEAL"

En la industria química hay una visión común: creen que los problemas derivan de la pérdida de competitividad y la “competencia desleal” de importadores que traen productos del exterior a bajo precio y sin controles.

Febrero comenzó con la noticia que la multinacional Colgate-Palmolive cerraba su planta industrial en Uruguay y trasladaba la producción a México, lo que afectó a 100 trabajadores. Dos meses después, Isusa anunció una reestructura con 110 despidos y 60 envíos al seguro de paro, que quedó en suspenso hasta mayo tras negociar con el sindicato.

Los casos son de este año, pero en el pasado hubo situaciones similares, con empresas que cierran sus plantas pero continúan en el mercado importando sus productos. Como Sherwin Williams (fabricante de pinturas que cerró en 2017 y despidió a 57 personas) o Merial (veterinaria, cerró la planta local en 2016, quedando 50 personas sin empleo) que mantuvo sus oficinas, igual que Granitol, Pinturas Belco y Castiglioni.

Así lo informó en el Parlamento el dirigente del Sindicato de Trabajadores de la Industria Química (STIQ), José Prieto. "Tenemos una larga lista. En estos cuatro o cinco años han cerrado varias fuentes de trabajo importantísimas", sostuvo.

Pero a diferencia de la habitual postal de choque entre trabajadores y empresarios en momentos de crisis, en el caso de la industria química hay una visión común. De ambos lados se cree que los problemas derivan de la pérdida de competitividad (por altos costos, falta de accesos a mercados y atraso cambiario) y la "competencia desleal" de importadores que traen productos del exterior a bajo precio y sin controles.

Prieto dijo que el sindicato "no va a defender a los patrones, pero hemos caminado juntos". En el caso de Isusa hay buena relación (aunque el sindicato se quejó porque se comunicó la reestructura de forma imprevista) y Martin Rivero del STIQ dijo que la empresa debe "enfrentar la competencia desleal que conlleva la importación de fertilizantes, en desmedro de la producción nacional".

Al acudir a la Comisión de Legislación del Trabajo de Diputados, Anibal Llanes del sindicato expresó la "preocupación por toda la industria", porque "los problemas se van presentando en cascada".

Rivero reclamó a los políticos medidas para evitar una ola de cierres de empresas como hubo en otras épocas. "Yo vi terminarse a Juan Benzo, productor de Agua Jane, a BAO, a Colagel. También vi a los trabajadores textiles, luchar por su fuente de trabajo en cooperativas como La Aurora o Sudamtex", recordó e indicó que "hoy en día, no se hace una barra de jabón en este país".

Para el vicepresidente de la Cámara de la Industria Química y director de la empresa Melinor, Fabián Westerfeld, hay "un diferencial de costos importante" con los importadores. En diálogo con El País, apuntó a que a esas empresas "no se les exige ningún requisito de los solicitados a los industriales nacionales", aunque en su opinión el problema principal son los altos costos para producir.

"La recuperación salarial" experimentada en los últimos años "sumado a beneficios adicionales otorgados a los trabajadores en diferentes instancias, precios altos en combustibles, energía eléctrica cara comparada con la región, altos impuestos y un tipo de cambio que no ha acompañado al mundo", son según Westerfeld las barreras principales. "Uruguay se ha vuelto un país caro y sus productos no compiten en los mercados", subrayó.

El sindicato pone el ojo en que los importadores del sector pagan por el laudo de Fuecys (gremio del comercio) porque "el salario es mucho menor". Prieto señaló que "a las empresas se les hace pesado el asunto salarial, entonces traen un contenedor de fertilizante desde China, lo fraccionan y lo venden" en el mercado local.

OSE es uno de los principales clientes de Isusa. Foto: Archivo El País
OSE es uno de los principales clientes de Isusa. Foto: Archivo El País

Sobre la modalidad de trabajo de las importadoras, el presidente de Isusa, Gerardo Martínez, habló en el Parlamento del sector fertilizantes. "La mayoría son multinacionales que ni siquiera tienen inversiones en el país. Subcontratan los trabajos de entrega, amparados bajo un régimen laboral completamente distinto, no solo en materia de salarios y de beneficios, sino también de exigencias de cumplimiento medioambiental, de salud, de equipamiento a los trabajadores", indicó.

El responsable de Isusa remarcó que "no podemos competir con empresas que tienen costos sensiblemente menores", que estimó entre 80% y 100% por debajo de los que posee una industria nacional.

El STIQ alertó por "otra estrategia" de las multinacionales del sector, que es "comprar empresas nacionales y al poco tiempo cerrarlas", como pasó con Sherwin Williams o AGA —la compró el grupo Linde y la maneja desde Argentina—.

Westerfeld indicó que la solución pasa porque el gobierno mire a "la industria nacional y le brinde beneficios" igual que a los proyectos del exterior, "con exoneraciones impositivas y acuerdos sindicales", para mejorar la competitividad y "recuperar mercados".

"Cuesta ir al supermercado y encontrar productos uruguayos. No sé cuál es la solución, pero debemos aportarla entre todos", remató Prieto del STIQ.

Isusa: "Una estructura que excede las necesidades"
Foto: Archivo El País

Isusa es para el sindicato "la empresa más importante del sector" y su presidente, Gerardo Martínez, y su gerente general, Hugo Ramírez, explicaron la semana pasada en el Parlamento la situación de la compañía. "En los últimos años Isusa ha incrementado su plantilla debido al aumento de operaciones, porque se vio la oportunidad de mitigar costos fijos con el aumento de volumen. Si bien se logró el objetivo en cuanto a volumen comercializado y producido, no ha sido acompañado por los costos, y esto explica los resultados de los últimos años", dijo Ramírez.

Los ejecutivos informaron que hoy "más del 40%" de los costos operativos provienen del rubro "mano de obra". Detallaron que aparte de incorporar personal tercerizado (más de 100 en dos años) la compañía acordaba beneficios extras (por encima del convenio) para los trabajadores. Otra parte de los egresos son amortizaciones, porque Isusa invirtió US$ 70 millones en 10 años en sus plantas. "Hemos intentado encontrar otras alternativas, pero llegamos a un punto que requiere esta solución", expresó Martínez sobre la reestructura.

Informó que "en la estructura actual no sería necesario mantener entre 100 y 110 puestos de trabajo". Asoció esto a que la empresa pasó de tener el 50% del mercado al 35%. "La realidad nos indica que tenemos una estructura que excede las necesidades del momento", sentenció.

Licitación clave para una planta.

La firma Isusa tiene un área especializada en productos químicos que tiene entre sus principales clientes a OSE, y el presidente de la compañía, Gerardo Martínez, contó en el Parlamento un "inconveniente" ocurrido el año pasado con la provisión de sulfato de aluminio en polvo. "Nuestra empresa ganó un proceso de licitación frente a importadores, pero se resuelve anular, aduciendo temas técnicos. Se vuelve a llamar a licitación y se bajan las especificaciones técnicas. De esa manera, se presenta un importador con productos de Turquía, que en la licitación anterior se había presentado más caro, a precios más baratos que el nuestro", relató. Entre otras cosas, se bajaron las exigencias por ejemplo del nivel de acidez, y Martínez subrayó que de perder la licitación "implicará el paro de una de las plantas de Isusa por un año, con la consecuente afectación de mano de obra que trabajan allí".

Más firmas en riesgo a futuro.

El dirigente del STIQ, José Prieto, comunicó en el Parlamento algunas situaciones de riesgo laboral que existen en el sector. Contó que él trabaja para Linde —empresa alemana fabricante de gas industrial, con una planta en Uruguay— que se unirá a la firma británica Praxair: "Estas dos multinacionales se fusionarán a nivel mundial. Sabemos que eso es lo que se nos viene también a nosotros, y obviamente no van a mantener a la misma gente en los mismos puestos de trabajo (en Uruguay). Queremos salvaguardar las fuentes de trabajo", manifestó Prieto. Hoy la planta de Linde está "stand-by" y los empleados "llenan los tanques en la planta de Montevideo" que son producidos en la zona franca de UPM. El sindicalista agregó la situación del fabricante de pinturas Inca, que fue adquirido en 2008 por el grupo internacional AkzoNobel, y los trabajadores "saben que algo se va a venir". Hace varios meses está el rumor que Inca hará envíos al seguro de paro. Otra empresa del sector que mandó trabajadores al seguro hace unos años fue Efice (productora de cloro).

La visión de los protagonistas

TRES PROBLEMAS
Dólar. Foto: Reuters

Andrés Galli | sindicato de la industria química

"Hay tres puntos que se deberían corregir. Uno es el atraso cambiario. Otro, los costos laborales (mayores que los) de la competencia. Por último, la pérdida de participación de mercado, que está enrabada con las importadoras que venden fertilizante a menor costo".

un diferencial
Foto: Fernando Ponzetto

Fabián Westerfeld | Cámara de la industria química

"Hay muchos problemas de costos, a los que se agregan la competencia de productos importados por parte de empresas a las que no se les exige ningún requisito de los solicitados a los industriales nacionales. Eso es un diferencial de costo importante".

pasta dental
Colgate. Foto: Archivo El País

José Prieto | sindicato de la industria química

"Sobre la pasta de dientes, acá hace unos 30 años que no se produce. Es todo importado. ¿Cómo se explica que en el Chuy la docena de pasta dental cueste $ 250 y acá $ 90 la unidad? Lo único que producía Colgate era el producto Fabuloso y un detergente".

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