Los cambios impulsados por el presidente de UTE, Gonzalo Casaravilla en áreas gerenciales de la empresa siguen generando polémica. Un comunicado emitido por la Asociación de Profesionales y Mandos Medios de UTE (Aprom), titulado "Como convertir una buena empresa en un club de amigos", señala que los cambios organizacionales "no se entienden porque no corresponden a la reestructura que se está tratando de implantar".

"Se remueven cargos gerenciales de larga trayectoria y apoyo para ser reemplazados por personas sin la idoneidad correspondiente al cargo", expresó la asociación.

"Estos amiguismos, idas y venidas, marchas y contramarchas muestran la falta de criterio para dirigir una empresa de este porte y pone en duda cuáles son los objetivos que se buscan", añade el comunicado al que accedió El País.

Esta semana el directorio de UTE con los votos de la mayoría aprobó que el funcionario Daniel Larrosa (asesor de Casaravilla) pasara a desempeñarse en la gerencia de Generación, en lugar de Oscar Ferreño que deberá dejar el cargo en tres meses, cuando esté operativo un plan de retiro con incentivos. Esta decisión no fue apoyada por los directores Luis Eduardo Pereira (Partido Nacional) y Cristina Arca (Frente Amplio).

Larrosa es funcionario de UTE y economista de profesión. En las últimas elecciones nacionales, integró la lista del Espacio 609 como suplente del diputado Daniel Battistoni.

La asociación sostuvo además que "priorizar lo político sobre lo técnico conduce a decisiones que debilitan a la empresa, arrojando en corto plazo un desmedro en la calidad del servicio ofrecido, y a mediano un aumento de costo, afectando siempre a la población".

Otras fuentes consultadas por El País señalaron que la remoción se aparta del manual corporativo de UTE. Allí se señala que el procedimiento para la designación de cargos gerenciales debe realizarse mediante concurso.

Acusan de convertir a la empresa “en un club de amigos”