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Metalúrgicas con menos empleo, pero más salarios

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En varios rubros del sector metalúrgico se acabó la producción uruguaya. Foto: N.Pereyra.
Fabrica de caños tubacero, industria metalurgica , planta industrial, nd 20080623 La fundición de acero es un trabajo lento y detallista, foto Nicolas Pereyra, Archivo El Pais
Archivo El Pais

El empleo cae desde hace varios años en el sector metalúrgico, en un escenario de deterioro de la producción y menores niveles de venta. Sin embargo, los salarios mantuvieron un nivel de aumento por encima de la industria en general.

Una fuente del sector metalúrgico explicó a El País que algunas empresas están optando por importar parte de lo que antes producían "no como una jugada comercial", sino para evitar procesos costosos, tener que pagar despidos o "administrar achiques mediante algunos envíos al seguro de paro para salvaguardar sus empresas".

Añadió que esa situación genera una nueva realidad. "No es necesario recordar que antes los coches rodaban con cubiertas nacionales de varias marcas, en todo hogar había una caldera y vajilla hechas por uruguayos, se importaban camiones solo con chasis y todas las carrocerías eran nacionales. Muchos aún tenemos grifería de cocina o baño en casa made in Uruguay. Ningún trabajador tenía su puerta de calle importada, como hoy sucede en el Plan Juntos", dijo.

Informe.

El estudio "Estado de situación de la industria metalúrgica 2015" (realizado por un autor privado a pedido de la Cámara Metalúrgica del Uruguay) marca un panorama actual sombrío para ese sector de actividad, luego de varios vaivenes. Explicó que hasta fines de 2008, la industria metalúrgica registró un fuerte crecimiento del empleo y en tres años (hasta esa fecha) la plantilla del sector aumentó 17,8%. Pero, luego llegó la crisis económica global, lo que llevó a un retroceso de las exportaciones en general y en particular las del sector, concentrado en el primer semestre de 2009.

El documento indicó que esa dinámica global impactó en las ventas de la industria metalúrgica y llevó a un recorte de la producción y el empleo, aunque aclaró que no fue una caída pronunciada. Añadió que en el segundo trimestre de 2009 el empleo en el sector tocó un piso, en un nivel 8,6% por debajo del de 2008.

En otro vaivén, luego de un par de años, en el primer semestre de 2011 se superaron los niveles de empleo previos a la crisis y la industria metalúrgica alcanzó nuevos máximos de ocupación.

Pero un nuevo cimbronazo llegó, esta vez de la mano de Argentina. En 2011, el agravamiento de la situación comercial con el país vecino y las crecientes restricciones al ingreso de productos extranjeros a su mercado dispuestas por el gobierno kirchnerista, pegaron fuerte sobre la producción y el empleo en el sector. Así fue que en el tercer trimestre de 2012, uno de cada seis puestos de trabajo que había en el sector a principios del año anterior ya no existía. Y de esa manera, los niveles de empleo del sector metalúrgico se estabilizaban en niveles similares a los de 2006.

El escrito relató que fue en el último tramo del año pasado donde el empleo en la industria volvió a caer, acumulando tres trimestres consecutivos de nuevas bajas. Así, en un año, el retroceso acumulado fue de 10,7%. "La caída en el nivel de empleo de la industria metalúrgica se adelantó al retroceso de la producción. Mientras que el empleo del sector se mantiene en una fase de caída ininterrumpida por un período de estabilidad, el deterioro de la producción es más reciente y abrupto", sostuvo el documento.

Añadió que una de las posibilidades para que ocurriera lo antes señalado pudo ser que el empresariado anticipara la caída de las ventas y la producción y, con la mala experiencia de 2009, decidió reducir paulatinamente la plantilla para evitar generar un excedente de capacidad difícil de reducir en un período corto de tiempo.

Salarios.

El documento explicó que a pesar de la caída de la producción y de una reducción de puestos de trabajo más agresiva, los salarios del sector metalúrgico mantuvieron un ritmo de aumento por encima del promedio de la industria y de la economía en su conjunto, tanto si se los evalúa a través de la evolución de los mínimos establecidos en las últimas rondas de Consejos de Salarios, como si se recurre a las encuestas dentro del sector que realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Es así que el salario mínimo del sector metalúrgico aumentó en promedio 67,2% en términos reales —descontado el efecto de la inflación— entre enero de 2005 y julio de 2014. Si se toma en cuenta el último semestre del año pasado, el incremento acumulado fue de 60,5%.

Los dos promedios se encuentran por encima de la industria y de los trabajadores en general. En el caso de los primeros, recibieron entre enero de 2005 y 2015 un aumento real de 53,5%, mientras que los trabajadores de la actividad en su conjunto percibieron un incremento de 51,8%.

El escrito señaló que en el grupo "Fabricación de productos metálicos, maquinarias y equipos" el crecimiento del salario en ese período fue de 81,3%, muy por encima de los mínimos establecidos en la negociación colectiva, del promedio de la industria y del promedio de la economía en su conjunto.

Otro de los grupos mencionados en el documento fue "Fabricación de vehículos automotores, remolques y semirremolques" donde el aumento real de salarios se ubicó en 63,2%.

En este caso se indicó que ese incremento fue apenas por encima de los mínimos establecidos en los Consejos de Salarios, pero "significativamente más altos" en comparación con la industria y la media de los salarios generales.

Perspectivas son negativas

Refiriéndose a las perspectivas, el informe indicó que no son buenas para los próximos dos años. "Los elementos que explicaron la reducción de actividad y el valor agregado por el sector en los últimos tiempos no muestran señales de revertirse en el mediano plazo", sostuvo el escrito. Añadió que "es difícil esperar un empuje" para el sector metalúrgico tanto desde el mercado interno como de los mercados regionales. Explicó que la desaceleración de la actividad doméstica en los últimos dos años fue acompañada por un importante deterioro de las condiciones externas para el crecimiento de la industria local. En este último caso, se verificó que los principales países compradores desaceleraron o contrajeron su actividad, reduciendo su demanda de importaciones.

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En varios rubros del sector metalúrgico se acabó la producción uruguaya. Foto: N.Pereyra.

Empleo menor que en 2006; optan por importar lo que antes producían

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