VOTO DE CONFIANZA
La agencia calificadora Moody’s revisó ayer la perspectiva de la calificación soberana de Brasil de "negativa" a "estable", en un voto de confianza de que el ganador de las elecciones presidenciales de este año impulsará una impopular agenda de recortes al gasto gubernamental.
Moodys mantuvo la calificación del gigante latinoamericano en "Ba2", dos niveles por debajo del nivel de grado de inversión.
Reformas fiscales más rápidas de lo esperado podrían impulsar una mejora, mientras que "un resurgimiento de la disfunción política" o un "impulso estancado de la reforma" podrían desencadenar una rebaja, indicó la agencia en un comunicado.