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El negocio del quinielero vive y lucha, con dificultades

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Quinieleros deben pagar 2% de las ventas por las máquinas. Foto: F. Ponzetto

"NO SOMOS INDEPENDIENTES"

Menor comisión por venta y trabajo “en negro” entre otras que enfrenta.

En el Interior el negocio del quinielero (muchas veces realizado en la calle) aún vive, pero enfrenta problemas: interpretaciones de un decreto del Poder Ejecutivo, pago de máquinas para llevar el juego (lo que sustituyó la vieja libreta) y trabajo "en negro".

"Por diferentes circunstancias, nosotros venimos sufriendo desde hace muchos años una gran pérdida salarial. Luego del último mazazo que se nos dio el 2 de enero de 2018 cuando se nos quita un 3% de nuestra ganancia, comisión, salario, o como lo quieran llamar , empezamos a movilizarnos a nivel nacional", dijo Gilder García integrantes Quinieleros Unidos de Rocha y de subagentes de todo el país ante la comisión de Hacienda de Diputados.

"Estamos aquí en representación de todos los quinieleros del Uruguay. Vinimos a representar a aquel almacén de barrio que recibe comisión por venta de juegos de azar tal vez ese sea el caballito de batalla de ese negocio para cubrir los gastos comunes o el alquiler; a aquellos kioscos chiquitos, cuyo fuerte principal está en la comisión por venta de juegos de azar; a todos aquellos quinieleros que recorren caminando los diferentes pueblos del país para ganarse su jornal; a aquel que está en una esquina de la calle o en cualquier lugar a la intemperie al sol, al frío para sobrevivir con la ganancia por la venta de juegos de azar", expresó García.

El también integrante de ese gremio, Juan Altez recordó que "la historia empieza con la crisis de 2002, durante el gobierno de Jorge Batlle. Hasta entonces, nuestra comisión, que para nosotros es el salario, era del 15% neto: ganábamos un 15% de las ventas. En ese momento, en que el país estaba en una situación económica crítica, la comisión se bajó a 13,95%; era loable que nosotros diéramos eso", Luego, "en 2006, la Dirección Nacional de Loterías y Quinielas obligó a incorporar nueva tecnología para los juegos de azar, nosotros les llamamos las maquinitas (ver foto) por lo que se reduce casi un 2% más nuestra comisión", agregó.

"Más adelante, por la ley que regula el Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) se nos hace un nuevo descuento, llegando nuestra comisión a un 12,02%", afirmó Altez.

"En la rendición de cuentas del año pasado se derogó un artículo que hacía referencia a la comisión que teníamos que ganar los quinieleros. Por otra parte, mediante un decreto se les impuso a las bancas colectivas de quinielas el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas (IRAE). Como el decreto tenía un vacío, las bancas lo aprovecharon y ese 3% lo pagamos nosotros", añadió.

"Por lo tanto, nuestra comisión quedó en poco más de un 9%. Antes de 2002, cada $ 1.000 (vendidos) ganábamos $ 150, y ahora ganamos $ 90", explicó.

La maquinita "intolerable"

"El pago de máquinas es intolerable; es abusivo. Los números son escalofriantes. Si tomamos que la venta diaria es el 100%, nos sacan el 17% (de lo que ganamos) para las máquinas. Se trata de un 2% de lo vendido", expresó Altez. "El que menos levanta por juegos más o menos (vende) $ 100.000 (al mes y) está pagando $ 36.000 por año (por la comisión para máquinas), más de US$ 1.000, y una máquina cuesta US$ 500 o US$ 600", dijo Piris. "El problema no es solo el cobro, sino que es un porcentaje: cuando más salgamos a vender, la banca más nos va a cobrar por el uso de la máquina", agregó. "Antiguamente había cupones o libretas suministrados por los agentes a los subagentes y corredores sin costo. Eso murió con la tecnología", criticó el quinielero.

El diputado frenteamplista Alejandro Sánchez aclaró que "el decreto del Poder Ejecutivo se refiere a que la banca de quinielas tenía una tributación ficta. En la última rendición de cuentas pasó a tener tributación real y el primer decreto establecía qué podía deducir del pago de impuestos, por ejemplo, las comisiones que pagaba. No estaba regulando las comisiones entre la banca y los subagentes, sino las obligaciones tributarias de la banca" con la Dirección General Impositiva.

"El argumento que dio la banca en este debate fue: Si a mí me permiten deducir solo una parte, no voy a pagar comisiones por un porcentaje mayor. El Poder Ejecutivo modificó su decreto en el entendido de que no estaba regulando una relación de privados en relación con la distribución de porcentajes de ganancia y a efectos de que se retirara ese argumento", añadió.

El también integrante de Quinieleros Unidos de Rocha y de subagentes de todo el país , Miguel Piris dijo: "coincido plenamente con lo expresado por el diputado Sánchez en el sentido de que no hubo una mala intención del gobierno en perjuicio nuestro, sino que se aprovecharon de lo que decía un decreto y terminamos perjudicados".

"En negro".

Uno de los aspectos que más molestan a los quinieleros es el hecho de que no puedan jubilarse.

"Otro punto que nos preocupa muchísimo es que somos trabajadores en negro. Ninguno de los quinieleros figura en el Banco de Previsión Social (BPS). Por ende, no tenemos cobertura médica, salario vacacional, licencia. Estamos totalmente desamparados. Esto es extraño porque el BPS ha tratado de incluir a todas las clases trabajadoras del Uruguay. Parece que nosotros no fuéramos trabajadores", dijo Altez.

"Queremos que se dignifique nuestro trabajo, aportando al BPS si tenemos que hacerlo, y que el día de mañana, gente que ha estado más de 30 años vendiendo quiniela pueda tener su jubilación, mínima, pero jubilación al fin", agregó.

"Queremos ver si se puede encontrar una solución para que esta gente se pueda jubilar y que la ley contemple que el quinielero sea empleado de la banca", apuntó Piris.

Luego el diputado nacionalista Gustavo Penadés realizó preguntas y Altez contestó.

"—¿Está inscripto en la DGI?

—No.

—¿No figura en ningún lado? ¿No hay ningún registro en el Estado en el que usted figure como trabajador?

—No. Lo único que se encuentra en la DGI es cuando se devuelve el IRPF. (...) Pero en el BPS no figuramos como quinieleros, como comisionistas ni como jornaleros. No existimos".

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