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La nueva medida que resolvió el Banco Central y cómo ve la actividad

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Diego Labat, presidente del BCU. Foto: Fernando Ponzetto

DECISIÓN

El Copom mantuvo ayer la última reunión del año para evaluar la marcha de la economía uruguaya y determinar la tasa de interés de referencia.

El Comité de Política Monetaria (Copom) del Banco Central (BCU) mantuvo ayer la última reunión del año para evaluar la marcha de la economía uruguaya y determinar la tasa de interés de referencia. Además, se reunió el directorio del BCU y resolvió una medida.

¿En qué consistieron ambas reuniones (realizadas en forma virtual) y qué se resolvió? Por un lado, el Copom analizó que “como se esperaba, la actividad económica local se recuperó en el tercer trimestre un 7,8% en términos desestacionalizados, luego de la fuerte caída en el segundo” y evaluó que “el cuarto trimestre enlentece su recuperación mientras se espera una temporada turística que se verá seriamente afectada por el cierre de fronteras y otras medidas sanitarias”, según el comunicado tras el cónclave.

En conferencia de prensa posterior, el presidente del Banco Central, Diego Labat dijo que “hubo una recuperación muy fuerte hasta septeimbre-octubre” y “hoy la recuperación sigue, pero un poco más lenta”.

“El primer trimestre (de 2021) va a tener las dificultades del turismo” por las fronteras cerradas y las medidas para contener el COVID-19, lo que “nos hace pensar que todavía los niveles de actividad no van a recuperarse del todo. Estamos viendo más bien en el segundo trimestre llegar a los niveles pre-pandemia”, explicó.

El Copom evaluó además que “en el año móvil cerrado a noviembre de 2020 la inflación mostró un nuevo descenso consistente con los anuncios de política monetaria realizados, quedando en 9,59%” y la inflación subyacente (que excluye precios volátiles) se ubicó “en 9,05%”, indicó el comunicado.

Por ello, “se considera necesario mantener una política monetaria expansiva acorde con la situación, tendiente a evitar restricciones de liquidez” y que la tasa de interés de referencia (la que se cobran los bancos por préstamos entre sí a un día) quede en el mismo nivel de 4,5%, agregó. Ese es el “precio del dinero”, ya que sobre esa base se fijan las tasas de interés en pesos que los bancos cobran por los préstamos a empresas y familias.

Con una política expansiva, el objetivo es que el crédito fluya y que empresas y familias no tengan restricciones de liquidez. A través de ello se busca impulsar la economía.

“Los miembros del Copom evalúan que, cuando las condiciones así lo permitan, y en tanto las expectativas de inflación continúen bajando, la evolución hacia un sesgo contractivo podrá realizarse en base a una corrección moderada del instrumento de política monetaria”, añadió el comunicado. El sesgo contractivo de la política tiene como objetivo hacer más oneroso el crédito, privilegiar el ahorro y de esa forma reducir las presiones al alza de los precios. Labat complementó que “no vemos que el sesgo de política monetaria cambie, por lo menos en el primer trimestre” y que las “condiciones son de tal incertidumbre, que no tiene sentido ir más allá” en la previsión.

Medida económica.

El directorio del BCU, por su parte, decidió ayer “en el marco del proceso de desdolarización y reconstrucción de los mercados en pesos” un “calendario de reducción de encajes en moneda nacional”, señaló un comunicado del Central.

BCU: ayer vendió US$ 27,6 millones. Foto: Fernando Ponzetto.
Banco Central del Uruguay. Foto: Fernando Ponzetto.

Los encajes son el porcentaje de los depósitos que los bancos deben inmovilizar en el Central y no pueden destinar a crédito. Una reducción de los mismos, “libera” dinero a los bancos que lo pueden destinar a dar préstamos (o invertirlo).

“Se incluye en la propuesta llevar a niveles muy reducidos las alícuotas (porcentajes) para los depósitos a mayor plazo, fomentando la captación de esta clase de depósitos. El sistema muestra una marcada liquidez de los depósitos, lo que dificulta la posibilidad de los bancos de otorgar crédito en moneda nacional a mayor plazo”, dijo el BCU.

Habrá una reducción el 1° de enero de 2021, otra el 1° de julio de 2021 y la última el 1° de enero de 2022.

Así, el encaje por depósitos a la vista y hasta menos de 30 días de plazo pasará del 22% actual al 15% el 1° de enero de 2022. El encaje para depósitos a entre 30 y 90 días pasará de 11% a 3% en el mismo período, el que es para depósitos a entre 180 y 365 días pasará 7% a 2% y el encaje para depósitos a plazos mayores al año pasará de 5% a 1% en enero de 2022.

“Las tasas de más largo plazo quedan en niveles mínimos” porque “el objetivo es incentivar (a los bancos a que capten) depósitos a más largo plazo”, explicó Labat. ¿De qué forma opera? En la teoría, los bancos estarían dispuestos a mejorar las tasas que pagan por depósitos a plazo fijo y con ese dinero colocarlo en créditos a plazos más largos.

El BCU dispuso en el inicio de la pandemia una reducción de encajes transitoria que rige hasta julio de 2021 pero condicionada a un aumento del crédito en moneda nacional. La nueva reducción no está condicionada al incremento del crédito, señaló el vicepresidente del BCU, Washington Ribeiro. “Para aquellos bancos que al 1° de julio de 2021, la liberación de encajes sea menor a la reducción” transitoria, se mantendrá esta última “hasta el 31 de diciembre de 2021”, indicó el comunicado. De esa forma, aquellos bancos que más liquidez proporcionaron, no verán subir sus encajes al 1° de julio.

La medida supone que, a enero de 2022, habrá “una liberación total de fondos” para los bancos “cercana a los $ 20.000 millones” (unos US$ 475 millones), expresó el BCU.

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