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Nuevas pautas salariales, ¿protegen el empleo o no?

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Inflación: Bergara dijo que se negociará "un mejor contexto". Foto: A. Colmegna

EMPLEO: FOCO DE PREOCUPACIÓN

El gobierno, analistas privados y gremiales empresariales difieren en efecto.

Desde hace meses el empleo es la variable económica que genera más preocupación y sobre la que hablan los economistas y las autoridades de gobierno. En ese contexto, se aproxima una nueva ronda salarial y hay diferencias sobre el efecto de los lineamientos presentados por el Poder Ejecutivo: para analistas privados y gremiales empresariales no priorizan la creación de puestos de trabajo (y hasta dicen que hay riesgo de perder más empleos), mientras que el gobierno defiende que se plantean ajustes moderados atento a la situación del mercado laboral.

Para la mayor negociación salarial de la historia —deberán acordar más de 200 sectores privados y también los trabajadores públicos— el gobierno propuso al igual que en la ronda anterior pautas con aumentos nominales y no indexados a la inflación. En el primer año plantea un incremento de 6,5% en los sectores en dificultades, de 7,5% para los intermedios y de 8,5% para los que se expanden; en el segundo año son 6%, 7% y 8% respectivamente, y para el tercero 5%, 6% y 7%.

Ayer en distintos eventos se analizaron las pautas y su incidencia sobre el empleo. La asesora económica de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios (CNCS), Ana Laura Fernández, dijo que "implican un aumento del salario real" y eso "genera una señal de alerta" en términos de empleo (ese sector es el principal empleador del país). El economista de CPA Ferrere, Gabriel Oddone, señaló que los lineamientos "no necesariamente van a ayudar a tener resultados concretos en términos de empleo".

En contraposición, el presidente del Banco Central (BCU), Mario Bergara, sostuvo que se negociará en "un mejor contexto" que el año pasado por la baja de la inflación y que los resultados de la última ronda (con crecimiento del salario real en 2017), validan el "optimismo" del gobierno.

Advertencias.

En una charla de coyuntura que organizó CPA Ferrere, Oddone reconoció que las pautas presentadas por las autoridades son "sensibles a lo que está ocurriendo en el mercado laboral" y dejan atrás "aquel sesgo de procurar proteger los salarios de bajos ingresos en la medida que entienden que es allí donde se pueden generar las mayores oportunidades de empleo".

Pero recordó que en la última ronda de negociación —con lineamientos "bastante similares" a los actuales según Oddone— se terminó con un crecimiento real de los salarios (esto es por encima de la inflación) porque muchos acuerdos "estuvieron por encima de la pauta" oficial. Ante esto, sostuvo que "las empresas parecerían no haber puesto un gran énfasis en la confrontación en materia de ajuste salarial", pero ajustaron eliminando empleos o dejando de incorporar personal.

"El gobierno debería ser consciente de que la tendencia de las partes es a resolver el tema salarial con el menor nivel de conflictividad posible y ver cómo resuelven el problema del empleo a posteriori. Por lo cual no necesariamente las pautas van a ayudar o van en la dirección de tener resultados concretos en términos de empleo", manifestó Oddone.

Al tiempo que Fernández al hablar en la III Jornada sobre "Empleabilidad y Mercado de Trabajo en el Uruguay de 2018" organizado por la Sociedad Uruguaya de Gestión de Personas, remarcó que la gremial tiene una "posición contraria a indexar por la inflación" como pide el Pit-Cnt. De hacerlo, aseguró que "entraríamos en un espiral inflacionario".

La economista de la CNCS planteó que en algunos sectores "si se pactan aumentos del salario real, no va a ser positivo en términos de empleo", y pidió intentar "no generar (con los acuerdos) una traba" para la contratación de personal.

En el mismo evento, el economista Pablo Ferreira expresó que las pautas del gobierno "no son modestas" teniendo en cuenta "la situación actual" del empleo. "El elemento que falta sería dar mayor flexibilidad para los sectores complicados, de manera que si trabajadores y empresarios están de acuerdo en que la situación puede derivar en pérdida de empleo", puedan pactar por debajo de las pautas oficiales, añadió.

Rezago.

En un encuentro de la Asociación de Dirigentes de Marketing (ADM), Bergara manifestó que el gobierno identifica "puntos de preocupación" que deben atacarse, pero "sin dramatismo". Aparte del déficit fiscal y la reactivación de la inversión, mencionó al empleo. Sostuvo que es "una preocupación genuina", pero advirtió que se trata de "una variable que opera con rezago (las empresas no vuelven a contratar personal ni bien mejoran sus números) y eso nos da optimismo". También planteó como un factor que puede influir en los menores niveles de empleo la incorporación de tecnología en las empresas, asociada al proceso de automatización del trabajo.

Sobre la negociación salarial, el presidente del BCU dijo que es "optimista", que "terminará con resultados positivos", y recordó que a la ronda pasada se había llegado "con una inflación de 10% y ahora se negociará en un contexto inflacionario mucho más bajo y con expectativas de inflación del orden de 7%", lo que augura que se logrará un mayor poder de compra.

"Dependiendo (de la situación) del sector en la propia negociación (trabajadores y empleadores) tomarán en cuenta la dinámica tecnológica y los desafíos a nivel de empleo, que serán factores que influyan"en los acuerdos que alcancen, indicó.

Una "guerra comercial"

Bergara dedicó el inicio de su presentación a "las turbulencias que nos rodean" y "el ruido" en el panorama internacional. "Hay incertidumbre y desconcierto, resulta difícil tener expectativas consistentes con señales tan confusas de las autoridades", dijo en alusión a los anuncios de Donald Trump (de aranceles sobre el acero y aluminio), y la respuesta de Europa y otras potencias. "Una guerra comercial no es el mejor escenario" y el panorama confuso "no es una buena noticia para Uruguay y no ayuda al crecimiento" ni a la definición de políticas macroeconómicas, sostuvo. Añadió que el nivel de las bolsas mundiales "sigue siendo factor de preocupación" pese a las últimas correcciones, y que las criptomonedas son "una piedra más dentro del ruido".

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