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Tras pedido de empresas y el Sunca, la construcción negociará salarios ahora

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Caso, guantes, construcción. Foto: Archivo El País

RONDA SALARIAL

Trabajo comunicó que el lunes comienza la ronda. Buscarán acuerdo a dos o tres años, y el sindicato pretende mantener salario real.

La Cámara de la Construcción y el sindicato del sector (Sunca) venían hace varias semanas pidiendo al gobierno que convoque la negociación colectiva, ya que coinciden en quedar por fuera del “acuerdo puente” (para extender los convenios por un año) que se afina en el Consejo Superior Tripartito. Ayer les llegó la confirmación del Ministerio de Trabajo y desde el lunes próximo comenzarán a negociar un nuevo convenio salarial.

El último venció a fines de abril y el presidente de la Cámara de la Construcción, Diego O’Neill, dijo la semana pasada en el Parlamento que “la situación” en vistas de las perspectivas “es bastante mejor que la de otros sectores de actividad que están muy complicados, en algunos casos paralizados”.

Por este motivo, las partes hicieron “gestiones con el Ministerio de Trabajo planteando que entendíamos conveniente para la construcción quedar descolgados de ese acuerdo general (que impulsa el gobierno para prorrogar por un año los convenios vigentes), porque a nuestro entender hay condiciones para llevar adelante una negociación colectiva”, dijo O’Neill en la Comisión de Asuntos Laborales del Senado.

Desde que venció el convenio “nuestra expectativa fue que nos convocaran para empezar a discutir cuál va a ser el nuevo convenio hacia adelante”, dijo a mitad de junio el presidente del Sunca (sindicato de construcción), Daniel Diverio, al acudir a la misma Comisión.

Consultado ayer por El País, O’Neill destacó que “fue escuchado nuestro planteo” por parte del gobierno, porque “con un convenio vencido hace dos meses era imperioso activar la negociación” entre las partes.

Diverio había expresado que la “dificultad” que encontraban para avanzar hacia la negociación era “la incertidumbre real de cuáles son las pautas y las condiciones” para esa instancia que iba a plantear el gobierno.

Al respecto, el presidente de la Cámara de la Construcción dijo que aún no se les adelantó por parte del Ministerio de Trabajo cuáles serán las pautas, pero que esperan “lineamientos específicos” y que aunque “pueden tener alguna relación con la fórmula (presentada al Consejo Tripartito) no sea igual”.

Lo que planteó el gobierno para el “acuerdo puente” por un año es que los trabajadores cobren un ajuste nominal de 3% el 1° de enero -4% para los salarios más sumergidos- y luego en junio de 2021 reciban un correctivo por la inflación del período, pero con un descuento en función de los puntos del Producto que caiga la economía. Esto fue considerado “insuficiente” el lunes por el Pit-Cnt.

La pretensión del Sunca es mantener el salario real, es decir que los ajustes estén alineados a la inflación del período.

“Si somos una industria que mantuvo la actividad y tenemos perspectivas de crecimiento, ¿cuál es el argumento para decir que los trabajadores de la construcción no deberíamos discutir la posibilidad de mantener el salario? Es más, podríamos proponer crecimiento salarial a partir de la expectativa que hay, pero para no discutir por lo menos pedimos mantener el salario”, expresó Diverio.

Obra en construcción. Foto: Marcelo Bonjour.
Obra en construcción. Foto: Marcelo Bonjour.

El presidente de la Comisión del Senado, el frenteamplista Óscar Andrade -exdirigente sindical de la construcción- dijo que la plataforma del Sunca no es “para impulsar un conflicto”. Manifestó que la situación actual con unos 40.000 trabajadores en actividad “ni se aproxima a la crisis de 2002”, cuando “solo había 13.000 obreros y me tocó firmar un acuerdo de rebaja salarial”.

Respecto a la duración del convenio, O’Neill dijo que pretenden un acuerdo a dos o tres años. “Para la construcción es importante tener acuerdos de largo plazo, porque para las inversiones es necesario tener una previsibilidad sobre el comportamiento salarial y también para evitar la conflictividad”.

En esa misma línea, Andrade sostuvo: “la negociación colectiva es un factor más importante en la construcción que en otros sectores de la actividad para incidir en el trabajo. Es muy difícil decidir hacer una inversión si no se sabe cuánto se va a estar pagando a los dos meses. Tener reglas claras a mediano plazo parece una señal importante”.

Actividad.

O’Neill repasó en el Parlamento que el sector “después de algunos años de mucho crecimiento en la actividad, que tuvo su pico allá por el 2013 o 2014”, viene de “cinco años consecutivos” de retracción, “acumulando una caída de entre el 15% y el 20% aproximadamente”. Agregó que el primer trimestre de 2020 “también fue de caída”, según el Banco Central.

Este año era “en el que espetábamos un repunte” en virtud del comienzo de la construcción de la nueva planta de UPM y la infraestructura asociada, así como la concreción de varios proyectos de Participación Público-Privada (PPP).

Pero llegó “la pandemia, que genera dificultades e incertidumbres”, y ahora la previsión es “tener un año probablemente como el pasado en cuanto a mantener la actividad y si en cambio es de caída, esperamos que no sea mucha”.

El líder gremial dijo a El País que un factor que “impacta negativamente” en las perspectivas es la decisión del gobierno “de reducir los gastos e inversiones en todo el Estado un 15%”.

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