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La polémica entre Lacalle Pou y Ancap por la libre importación de combustibles

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Camiones de Ancap en La Tablada. Foto: Fernando Ponzetto

IDA Y VUELTA

El planteo del candidato del Partido Nacional para romper el monopolio de Ancap provocó una respuesta del gobierno. La presidenta del ente, Marta Jara, ya había cuestionada la idea.

El debate sobre si liberar la importación de los combustibles o no, volvió esta semana con una propuesta del candidato a presidente del Partido Nacional, Luis Lacalle Pou y las respuestas del candidato presidencial frenteamplista Daniel Martínez y otros.

En la mañana del pasado miércoles, en el ciclo Presidenciables 2019 de Deloitte y En Perspectiva, Lacalle Pou dijo que si es presidente está “dispuesto a liberar la importación de combustibles” lo que “trae aparejada una incomodidad para Ancap”. Sin embargo Ancap tiene “cero problema” había dicho su presidenta Marta Jara el año pasado.

Lacalle explicó que “la liberalización de la importación de combustible estará en la ley de urgente consideración, y esta estaría aprobada en 90 días. El Poder Ejecutivo determinará una reglamentación paulatina para que Ancap se prepare para la competencia”.

El mismo miércoles en la tarde, en un diálogo con todos los candidatos convocado por la Confederación de Cámaras Empresariales en la Expo Prado, Lacalle Pou volvió a referirse al tema y recibió la respuesta de Martínez.

“Un día lo invito a que me junte con algún técnico especialista en el tema, Luis, y creo que ese es un tema en el cual internacionalmente queda claro que siempre conviene refinar en un país y no importar en la media histórica”, le espetó el candidato frenteamplista.

El jueves, fue el subdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) e integrante del equipo de asesoría económica de Martínez, Santiago Soto, quien salió al cruce.

“¿Puede rebajar sustantivamente el precio en largo plazo la libre importación? No. Esta medida sólo afecta el primer eslabón de la cadena, que refiere a la producción, sin tocar los costos de venta y distribución donde se encuentra buena parte de los costos”, dijo Soto en su cuenta de Twitter.

Agregó que “refinar o importar es una actividad de altos costos fijos, por lo que es razonable pensar en una actividad de pocos jugadores (o para un país pequeño como Uruguay probablemente uno solo)”.

Planta de Ancap vista desde una altura. Foto: Gerardo Pérez
Planta de Ancap vista desde una altura. Foto: Gerardo Pérez

“Al final de la peli, la regulación en un mercado así sería imprescindible, de modo de limitar por ejemplo el poder de mercado de un único importador privado. ¿Cuál es la regulación que propone el candidato? ¿O para estos segmentos del mercado también nos propone más realismo mágico?”, cuestionó Soto.

“Si no se convence, también recordemos que tenemos grandes inversiones realizadas que podrían depreciarse muy rápido generando pérdidas importantes a Ancap que difícilmente no se traduzcan a sus dueños, los uruguayos”, concluyó.

Una definición clave fue la de Jara. Por el tamaño pequeño del mercado uruguayo "acá no podría haber una gran refinería, ni otra terminal", respondió en junio de 2018. Según Jara un importador debería hacer inversiones (en terminales para recibir los combustibles y almacenamiento al menos), tendría que tener una estructura para gestionar ventas, entre otros antes de ponerse a competir con Ancap y esos costos deberá cargarlos al precio final.

"Si alguien empieza a vender gasoil a otro precio, reviso la política de subsidios cruzados y lo dejo afuera (de mercado) en dos minutos", sintetizó Jara aquella vez.

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