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La polémica por el proyecto de ley para poner impuestos a envases plásticos

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Botellas de plástico. Foto: Archivo El País
3527659 - rows of plastic bottles on a factory production line

INDUSTRIA DEL PLÁSTICO

La gremial de la industria uruguaya del plástico rechazaron un proyecto de ley que busca poner impuestos al uso de envases plásticos no retornables, señalaron que hay multinacionales que pueden retirarse y que el sector ya cuenta con soluciones medioambientales.

Un proyecto de ley del Poder Ejecutivo, que busca gravar con Imesi a los envases de plástico no retornable, generó un debate entre empresarios y senadores respecto del impacto del plástico en el medio ambiente, la gestión de los residuos y el peso de esta industria en la actividad económica.

“Tienen la mala suerte de ser la industria del plástico” dijo el senador frenteamplista, Daniel Garín, a una delegación de representantes de la Asociación Uruguaya de Industrias del Plástico (AUIP) que asistió a la Comisión de Medio Ambiente de la Cámara de Senadores, en relación al “problema” que genera el plástico a nivel mundial.

El proyecto de ley -entre otros aspectos- establece el cobro de una tasa impositiva a los productos envasados en material no descartable. Según la normativa, que aún está a estudio del Poder Legislativo, los fabricantes e importadores de este tipo de material deberán asumir “los costos totales” del tratamiento de los residuos especiales luego de haber sido utilizados, a excepción de los envases y embalajes de material no descartable, que pasarán a tener una tasa de Impuesto Específico Interno (Imesi).

En la comparecencia ante la comisión, los representantes de la AUIP dijeron que la ley “no es necesaria” dado que desde el año 2000 existe una normativa que es “más abarcativa”. Desde la asociación, Jorge Pereyra, dijo al respecto: “No consideramos que sea algo indispensable (la nueva ley) para poder ocuparnos del tema medioambiental porque este ya se está cuidando”.

Según Pereyra, las herramientas para controlar esta situación ya están disponibles pero indicó que “faltaría la acción” del Estado “vía decreto del Poder Ejecutivo” para que esos instrumentos se pongan en marcha. En relación a la disposición final de residuos, Pereyra indicó que “hoy sabemos de sobra que los residuos son valor, que son un subproducto y materia prima” y que la industria del plástico lo está demostrando con “planes concretos”. Para Pereyra, el problema en la cadena de reciclaje sigue centrándose en los residuos domiciliarios.

Desde la AUIP rechazaron el artículo 43 del proyecto que es el que establece los valores máximos de implementación de Imesi. Según el texto, el valor máximo de ese impuesto será: 5% para productos puestos en el mercado en envases no retornables; 180% para bandejas de materiales descartables utilizadas para contener alimentos; 20% para film plástico utilizado como material de embalaje; 180% para vasos descartables; y 180% para bolsas plásticos para transportar y contener productos y bienes.

Sobre esto Pereyra dijo que la AUIP no cree “conceptualmente en un impuesto para resolver la situación” y dijo que “menos en uno discriminatorio (hacia algunos productos), como sería este y con las tasas que tiene”.

Para ilustrar el peso que tiene la industria del plástico en Uruguay, Ricardo Kunin, también de la AUIP dijo que las empresas que están afiliadas a la Cámara de Industrias (CIU) dan empleo directo a 3.701 personas. Si a eso se le suman los empleos de quienes no son socios de CIU y los que trabajan en la distribución del plástico, la cifra “es un número tres o cuatro veces mayor”.

En cuanto a los volúmenes de facturación por exportaciones, desde la AUIP dijeron que en 2018 el total exportado fue superior a los US$ 240 millones, “si lo medimos en función de la balanza de exportaciones del país sería de un 3%”, explicó Kunin.

Asimismo, según indicaron desde la asociación, la industria del plástico es un sector “con alta inversión” en tecnología. “Esto nos ha permitido sobrevivir con un nivel de competencia alto”, explicó Kunin.

Sobre la imposición de Imesi que busca implementar el proyecto de ley, el empresario dijo que “hoy no es viable absorber el costo de un impuesto como el Imesi”.

Para argumentar esta postura, Kunin expuso que al comparar la situación del sector entre 2010 y agosto de 2018, se percibe una disminución en la cantidad de empresas, al pasar de 284 a 239, “mientras que en el número de trabajadores se pasó de 5.612 a 3.701, esto no ha variado demasiado en los últimos cinco meses”.

El rol del estado: ¿exonerar o gravar?

El proyecto de ley que impone Imesi a la industria del plástico ha generado dos posturas claramente diferentes en lo que refiere al rol del Estado. Mientras que el texto normativo plantea gravar al sector, los empresarios de la industria consideran que en lugar de gravar, el Estado debería ayudar al sector con exoneraciones fiscales. Esto, creen desde la AUIP, estimularía e impulsaría la inversión en tecnología y la mayor contratación de personas. Sobre esto, el subsecretario de Economía, Pablo Ferreri, había reconocido en el Parlamento que aplicar las alícuotas máximas fijadas en el proyecto de ley en “un momento (como el actual) en que la economía presenta ciertos desafíos y mayor lentitud, podría implicar una carga importante para las empresas”.

El sector de la industria del plástico “quiere ser parte de la solución”

Marcelo Debat, también integrante de la AUIP advirtió sobre el cierre de empresas: “Hay inversiones multinacionales que probablemente el día de mañana vean inviable seguir adelante, cierren y se vayan a otro lado”.

Al igual que Garín y la presidenta de la comisión Carol Aviaga (en representación del Partido Nacional), la senadora del Partido Colorado, Graciela Matiaude, dijo que ve al sector de la industria del plástico como “parte del problema” medioambiental.

Sobre este punto, Kunin respondió que el sector “quiere ser parte de la solución”. En esta misma línea Diego Leal de la AUIP, defendió el plástico al indicar que “si no lo usáramos la economía del país perdería cientos de veces más porque se perderían los alimentos”. Además, dijo “queremos dejar claro que no somos el problema” y mencionó que “el plástico es la solución más económica y eficiente para preservar los alimentos”. Respecto de las críticas que recibe el sector, Leal señaló que “es una industria que no genera residuos” y que “el problema que hay es el tratamiento posterior que se da a los envases plásticos ya usados y se está trabajando en varios aspectos”. Por último, Debat, mencionó que “la solución no es gravar a una industria -que invierte mucho- con un impuesto porque en definitiva estaría pagando para ensuciar”.

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